AGENDA CULTURAL
Desde este viernes magia, teatro negro, títeres, ilusionismo y música en vivo se adueñarán de la sala principal del Teatro Solís. Va hasta el domingo 17.
Magia, teatro negro, títeres, ilusionismo y música en vivo se adueñarán hoy de la sala principal del Teatro Solís. Tristán, una misión Filarmónica, una co-producción entre la Compañía Hikmah y la Orquesta Filarmónica de Montevideo, se estrenará a las 15.00 y se podrá ver hasta el domingo 17.
“Estamos todos muy emocionados”, dice Christian Antelo, de Hikmah. “Salimos de la sombra de la pandemia y del no saber si íbamos a volver a un escenario a encontrarnos con esta maravilla de estar en el Solís”.
La continuación de Mundo Tristán, el espectáculo que transmitieron el año pasado por TV Ciudad y Solís TV, se presenta como un profundo alegato ecológico. En esta ocasión, los hechiceros Tristán, Santurio y Epopeya deberán enfrentarse a Plastik, el rey de la contaminación. “Ellos tratan de derrotarlo a través de la magia, que es su gran poder, pero van a necesitar de la ayuda del público porque descubren que su villano es más poderoso de lo que pensaban”.
Por eso, los asistentes formarán parte de la Brigada mágica y, junto a los protagonistas, decidirán el devenir de la historia. “Mediante un sistema al que llamamos intuitívoro, el público puede decir por dónde va el personaje. Eso invita a tener la humildad de aceptar cuando la mayoría elige un camino distinto al que pensábamos; se trata de confiar en la intuición de otros”, explica.
Tristán, una misión Filarmónica cuenta con la música original de Yanella Bia y, a diferencia de los conciertos de la Orquesta, los músicos estarán ubicados en las primeras filas de la platea para que acercarse aún más a los espectadores. “Incluso hacemos un juego con el director y los músicos”, adelanta. “Rompemos varias veces la cuarta pared”.
A excepción del lunes 11, la obra se podrá ver todos los días hasta el domingo 17. Las funciones son siempre a las 15.00 y las entradas cuestan 480 pesos (Tickantel)
“Me sentí como ese niño que abre un regalo en Navidad y se encuentra justamente con lo que pidió”, dice Antelo al recordar el primer ensayo con la Filarmónica. “Todos hemos largado unas cuantas lágrimas al ver este espectáculo hecho realidad”.