ENTREVISTA
La comunicadora habla de la obra "Ni un golpe más", los prejuicios por su imagen mediática, ser estudiante de psicología y sus pasos en la música
Mañana en Sala Camacuá se presenta la obra Ni un golpe más, escrita y dirigida por Wosh Machin. Se trata de un drama con 10 años en cartel y que tiene agotadas las entradas para esta función. Se prevén nuevas fechas para el verano.
Giannina Silva, quien fue protagonista de la obra en 2018 vuelve a esta producción ahora en un rol diferente, como presentadora; será quien abra y cierre Ni un golpe más.
"Es la vuelta a una obra que ya hice junto a un equipo teatral con el que había trabajado. También es un poco mi vuelta al teatro. Así que me subo a las tablas de nuevo para hacer algo tan importante como el teatro de conciencia", dice Silva a El País.
—Ni un golpe más tiene un texto fuerte. ¿Te sensibiliza esta obra de alguna manera en particular?
—Es una obra fuerte y hay que estar preparado para verla. Me sensibiliza el tema como a todas las mujeres por igual; las que han sufrido maltrato o violencia y las que no también. Como mujer me sensibiliza ver estos casos que Wosh plasma arriba del escenario. Es un drama, pero a través de eso deja un mensaje para que la gente se lo lleve a su casa. Hay escenas en las que se pueden ver cosas que quizás hombres y mujeres naturalizan en el día a día y hay que entender que no son situaciones naturales. Desde ese lugar, la obra deja un mensaje que puede educar a muchos.
—El año pasado Wosh Machin estuvo vinculado a denuncias de discriminación y acoso que se conocieron en Santo y Seña. ¿Tuviste algún reparo para aceptar esta nueva invitación?
—Yo hablo de mi experiencia personal con él y ha sido estupenda. No he tenido ningún inconveniente, nunca, ningún destrato, ni falta de compromiso a su palabra ya sea con los ensayos, la obra o el caché. No soy amiga, ni tengo relación con ninguna de las personas denunciantes que en ese momento se quejaron de ciertas cosas. No puedo hablar por los demás. Sí puedo hablar de mi vivencia, por eso vuelvo a trabajar con él porque, repito, fue una buena experiencia.
—Sos actriz, cantante, vedette en Carnaval, panelista mediática en Algo Contigo y también estudiante de psicología. ¿Cómo se conjugan esas vertientes tan distintas?
—Mi trabajo es estar en televisión y hoy está reflejado en Algo Contigo. Podemos estar opinando de temas frívolos o muy importantes, pero ese es mi rol que viene de la mano de ser mediática o conocida. Con respecto a la psicología es una pasión desde hace años. Es algo que encuentro fascinante y hace tiempo que hago terapia. Considero que todos los necesitamos y pregono la psicología en la vida de todo el mundo. Es una faceta más en mi vida que está relacionada con el vibrar del ser humano y me parece que no está tan desfasada de lo que hago. El que se sube a un escenario y canta y actúa, un artista, tiene detrás un fondo psicológico porque está expresando su ser y sacando cosas que tenía adentro. Parecen dos puntas distintas, pero para mí todo está relacionado con estudiar la mente y el proceder del ser humano.
—Cursaste dos años, ¿estudiar psicología sigue en tus planes?
—Cuando empecé a estudiar tenía tres programas al aire, estaba en Sé lo que viste, Algo contigo y Maybelline Model. No tenía vida y me di cuenta que la situación me superó. No le estaba dando la atención necesaria. Teniendo el trabajo que amo, elegí dedicarme a la comunicación, dejando en stand by la carrera para cuando pueda tener un poco más de tiempo. Ya volveré.
—Debido a tus inicios como modelo, ¿sentís que la gente puede tomarte como frívola o ingenua?
—Sí claro, pero después de charlar 10 minutos conmigo la gente entiende un poco de qué estoy hecha. Igual es cierto que cuando te dedicás al rubro de la belleza, es una profesión que requiere de tanta superficialidad que la gente puede entender que soy así, porque trabajás con tu físico. Sentí el prejuicio y también vi cómo se caía cuando la gente me empezaba a conocer, o me escuchaba un poco más.
—También sos cantante. ¿Cómo te sentís con ese rótulo?
—Me choca un poco cuando me dicen que soy cantante, pero por otro lado me pagan por cantar, entonces tampoco puedo negarlo. El canto es algo que hago desde muy chica pero en la ducha. Me cuesta decir que soy cantante porque requiere ser profesional y tener dedicación.
—-Tenés rótulos que no te gustan, pero los terminás aceptando.
—Es un poco perder la timidez. Además, tengo respeto a la gente que se ha dedicado la vida a estudiar actuación y canto. Se puede decir que también lo soy porque me subo a un escenario, pero lo mío es desde el lado del respeto al profesional que vive de esto.