Por Nicolás Lauber
*
Gladys Florimonte pide un cortado y una palmita para merendar. Llegó a Montevideo con cansancio, un poco disfónica y con ganas de reencontrarse con el público uruguayo. Dice, entre risas, que ella viene desde mucho antes que Uruguay se pusiera de moda para los argentinos.

Florimonte ya ha recorrido el Uruguay con sus espectáculos. Ahora llegó con una gira en la que ya se presentó en Maldonado y Sarandí Grande. Esta noche se presenta en la chivitería “Lo de Anto” en el Cerro con un formato cena show, y mañana en el teatro ADA (Soriano 883). Por informes y reservas, 092 016 713.

“Hay actores que no van más de 100 kilómetros adentro del país, y yo ya fui a Melo, Salto y Artigas. No le hacemos asco a nada, y vamos a ciudades grandes y pueblos chicos”, dice Florimonte a El País.

La actriz comenzó su carrera en programas de humor como Stress junto a Dorys del Valle y Las mil y una de Sapag. Después llegó Brigada Cola, Chiquititas y Showmatch. También ha trabajado con los uruguayos Alvaro Navia y Sebastián Almada a quienes considera hermanos; y con Andrea Ghidone hizo Miss Tango.

—Siempre hacés funciones en Montevideo y el interior. ¿Qué tiene el público uruguayo para que regreses seguido?
—Hace muchos años que vengo a Uruguay, desde chiquitita, porque tengo primos. También me hice de buenos amigos, como Claudia Fernández con quien hice el Bailando, Patinando y un día dijimos: “por qué no hacer teatro”, y lo hicimos: Pijamas que fue un éxito. Después surgió Gemelas en 2011: la hicimos como cuatro años y recorrimos Uruguay. Después ya vine sola porque el público uruguayo me sigue y me van a ver donde esté. Es que descubrí que entre mis seguidores en Instagram, los de Argentina y Uruguay están parejos. El público uruguayo es muy cariñoso, por eso me encanta venir. Ahora a todo el mundo le gusta Uruguay pero yo venía con el Vapor de la Carrera y el alíscafo. Imaginate el tiempo que pasó.

—En este espectáculo trabajás con Roberto Sergio que es un actor de Maldonado.
—Si, y también sumamos a Paola Doro-Altan. Es que a mí me hubiera gustado, cuando estaba empezando, que me ayudaran, pero nadie me dio una mano. Yo sé lo que es remar y golpear en los canales de televisión. Por eso, siempre que estuve laburando en teatro me interesó sumar al cantante o al actor del pueblo, al que recién empezaba.

—Decías que sos amiga de Claudia Fernández. ¿Es fácil tener amigos en la farándula argentina?
—Yo tengo muchos compañeros, y en ese sentido soy como Roberto Carlos porque tengo un millón, pero un amigo está en otra categoría, y son contados con una mano los de verdad. Es que cuando dejás de hacer cosas, de estar en televisión, son muy pocos los que se acuerdan de una. Alfredo (Leiros, el director de la obra) está en las buenas y en las malas, igual que Claudia. En Buenos Aires tengo otros amigos, pero no son muchos más.

—De Brigada Cola a hoy, cambió el humor. ¿Cómo hiciste para mantenerte?
—Sigo siendo la misma, no me importa lo que digan. Yo hago el humor como tengo que hacerlo. No es que me baje la bombacha o haga una grosería, pero el humor siempre tuvo un toque picaresco, como hacía Emilio Disi en Rompeportones. Yo trato de no ofender a nadie, y mis personajes son tiernos, distintos, que permiten adaptarse. Por eso yo no cambio, que cambien los que quieren cambiar. Todo el mundo me contrata, así que la gente queda conforme. Y gracias a Dios sigo acá.

—Tinelli dijo que no le funcionó el humor cuando lo hizo en Showmatch.
—Es que e humor funciona en la medida que tengas un director, un autor y actores. Mirá Hiperhumor, era genial. Ahora se quieren ahorrar la plata y hacen cualquier cosa. La gente se sigue riendo con los chistes de Olmedo, así que hay una vigencia de ese humor.

—¿No te dan ganas de hacer más televisión?
—Sí, me encanta. Lanata vuelve en junio, y Marcelo me mandó un mensaje donde me dice que quiere que vuelva con Zulma de Tinelli. Me dijo “ahora que estoy soltero tenés que conquistarme, porque siempre que lo hicimos estaba en pareja”. Yo soy muy agradecida y Tinelli porque conmigo fue muy bueno. Me deja hacer todo lo que quiera.

—¿Y hacer televisión en Uruguay?
—Alvarito Navia algo me dijo, pero está por concretarse. Tal vez cuando vuelva en mayo tenga novedades. Me gustaría.