Graciela Rodríguez: la vigencia por el cariño del público, el pendiente de su carrera y su nueva comedia

La actriz y comediante estrena la obra "Mi madre, mi novia y yo" que tiene su primera función mañana sábado en teatro Del Notariado, y donde comparte elenco con Hernán Prieto y Mariana Baquet.

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Graciela Rodríguez. Foto: Estefanía Leal.
Graciela Rodríguez.
Foto: Estefanía Leal.

Graciela Rodríguezno para. El miércoles a la tarde se fue a San Carlos por una función, volvió a Montevideo a la madrugada y para el mediodía estaba en el ensayo general de Mi madre, mi novia y yo que protagonizará junto a Hernán Prieto y Mariana Baquet. Y que estrena mañana en el Teatro del Notariado a las 21.00, con entradas en Redtickets a 750 pesos, y beneficios para socios de Club El País.

La actriz y comediante con cuatro décadas de carrera, y referente del humor uruguayo aunque hoy con nula presencia en la pantalla chica, nunca ha sido de esperar a que lleguen los proyectos: los busca, o los escribe y además los autogestiona.

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Graciela Rodríguez en "100 metros cuadrados". Foto: Archivo.

Egresó de la EMAD, trabajó en algunos dramas y estuvo un año “en el banco” de Decalegrón esperando su oportunidad porque quería hacer reír. Demostró saber hacelo muy bien en ese éxito de Canal 10 o en el teatro en obras como Brujas, 100 metros cuadrados, y unipersonales como Cómo rellenar un bikini salvaje, Cómo evitar enamorarse de un boludo o ¿Adopto pareja o mascota?. Actualmente tiene en cartel, ¡No te quedes con las ganas! con funciones los viernes, hoy por ejemplo, en el Undermovie; la define como “un pijama party”, de esos que nunca tuvo de chica, con karaoke e interacción del público, una fiesta.

Graciela Rodríguez en la obra "Mi madre, mi novia y yo".
Graciela Rodríguez en la obra "Mi madre, mi novia y yo".
Foto: Alejandro Persichetti.

“Se basa un poco en que la vida es hoy, que equivocarse no es tan malo porque es el comienzo para volver a intentarlo con un poquito más de experiencia”, define Rodríguez, quien escribió el unipersonal con el que espera salir de gira muy pronto.

“Cuando, en la vida no intentas, te queda una laguna, un hueco que se rellena con la frase: ‘si hubiera hecho tal cosa’; y No te quedes con las ganas! va por ahí, obviamente que con humor, y es un espectáculo interactivo”, agrega.

—¿Te quedaste con ganas de algo en materia profesional?
—Sí. Hacer un musical. Hice algo chiquitito, que produje: Un Cacho de vida, que era una historia de amor con canciones de Cacho Castaña. Pero un musical, de esos de verdad, no hice. Pero eso es bueno, tengo ganas de un montón de otras cosas que no hice.

—¿Y cómo llegaste a Mi madre, mi novia y yo?
—Mi hermano fue a verla a Buenos Aires y cuando vino me dijo que lo tenía que hacer, que me ayudaba a producirla. Averigüé con la autora, pero había cedido los derechos a los productores quienes a su vez me dijeron que no, porque iban a venir a hacerla a Uruguay. Pasó el tiempo, más de un año y me llama el director Juan Granato para decirme que había ido a Buenos Aires a ver una obra y que me veía para hacerla. Era esta misma, asi que llamó y le dijeron lo mismo. Un año y algo después nos avisaron que nos daban los derechos. Y el sueño se cumple mañana. Es una comedia donde la gente se ríe mucho desde que empieza hasta que termina, porque habla de las relaciones humanas. En una Nochebuena mi hijo viene a presentarme a su novia, y a partir de ahí que la gente espere de todo.

—Si bien hacés varios unipersonales, todos los años estás en una obra. ¿A qué se debe?
—A que me gusta trabajar con compañeros. No es bueno trabajar siempre sola, por eso en un mismo año trato, si me llaman, hacer una obra con elenco, y otra sola, que es mi caballito que tengo ahí. Hace 40 años que estoy en esto y me emociona el público, porque viene la abuela, la hija y la nieta; ya son tres generaciones, si estaré grande. Cumplo 67 años.

—Muy bien vividos.
—Y después de lo vivido hace dos años, tengo que disfrutar. Fue una bendición que no precisó tratamiento ni nada. Antes me controlaba cada tres meses y ahora cada seis. Igual, con la gira estoy cansada; llego a la madrugada y no descanso mucho. Antes de llegar al teatro me pregunta mi hermano si no quiero una sopa, porque estoy comiendo mal.

—Imagino que jornadas maratónicas también se vivían cuando hacías Decalegrón en Canal 10.
—Sí, y trabajaba en la Intendencia, en Decalegrón, en la radio. No sé cómo hacia todo, la verdad. Por suerte mi madre siempre fue muy compañera.

Graciela Rodríguez y Sebastián Almada en "MasterChef: Celebrity". Foto: Instagram @masterchefuruguay
Graciela Rodríguez durante su pasaje por "Masterchef Celebrity". Foto: Instagram @masterchefuruguay.
Chia Bella James/Chia Bella James

—¿Y Mi madre, mi novia y yo viene por ese lado del recuerdo materno?
—No, viene porque mi hermano me dijo que me veía ahí; yo no soy mamá pero me vi en el personaje. Es un personaje insoportable, es una madre que sobre el final dice “en esta vida solo vine a ser madre, y dejar de serlo es perder mi identidad”. Y hay muchas mujeres que solo son madres, aunque no lo creas.

—Antes hablábamos de los pendientes, ¿la maternidad fue un pendiente?
—Sí, quedaron pendientes, pero no podés estar todo el tiempo pensando en eso. Y llegó un momento que dije: yo vine a este mundo, para entretener, y esa es mi misión.

Graciela Rodríguez en la obra "Mi madre, mi novia y yo".
Graciela Rodríguez en la obra "Mi madre, mi novia y yo".
Foto: Alejandro Persichetti.

—Y ya van cuatro décadas cumpliendo.
—Sí, nunca paré. De eso también me asombro. Pero si nunca me detuve fue gracias a la gente. Le tengo que agradecer mucho al público, porque ahora no estoy en la tele. Me dicen ‘fulano estuvo en el interior y metió no se cuánta gente’, sí, porque tiene un programa en la tele; y desde que bajó Decalegrón no estoy más. No sé porqué. Después me dicen que soy lo más, pero no me llaman. Si me quieren, que se apuren un poquito.

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