Entrevista

La actriz y directora estrena Ejecución pública, tocar o morir, el 25 de julio, antes de marchar a Nueva York por una beca del Teatro Solís.

Se describe como una creadora de esas que necesita del otro para poder fluir. Sus obras nacen desde el diálogo y de ideas que se nutren para llegar a la escena recargadas. Sus apuestas son siempre musicales, pero esta es la primera vez donde la música es el centro, con una escenografía pensada enteramente para la sonoridad. Ejecución pública: tocar o morir, se estrena el 25 de julio.

-¿Qué nos podés adelantar de esta obra?

-Ejecución pública es una obra muy musical. Es más, si bien empezó siendo una obra de teatro, ahora te diría que es un concierto teatral.

-La música es recurrente en tu obra.

-A mí me encanta trabajar con música en escena, me parece que hay mucho por ese camino y lo que me gusta más es mezclar las disciplinas. También me interesa ver lo que tienen los artistas que están en el escenario para aportar. En este caso, los percusionistas, porque tienen un universo sonoro que particularmente me interesa. Estaba la excusa.

-¿Tus ideas siempre se transforman?

-La idea original es un medio. Los puntos de partida son diferentes, a veces querés hablar de una temática en especial, tenés un material o escribís algo, tenés una imagen, a veces la música es un gran conector, y en este caso era eso. A partir de ahí dije, u2018buenísimo, ¿pero qué más?u2019 Y empecé a escribir jugando con la idea de que estos percusionistas están limitados en su poder de expresión. Son privados de la posibilidad de hablar, de la palabra, y están condenados a tocar como forma de emanciparse y liberarse. Hay una voz suprema que todo el tiempo los está exponiendo como una tortura.

-Cuando uno ve tus obras, imagina un cerebro que no para nunca de crear, ¿es así?

-Mi cabeza por suerte se adapta, porque cada proceso es diferente y da muchísimo de lo que aprender. Creo que siempre hay que dejar lugar para un gran potencial de imaginación. Muchas veces uno va empezando a ver mejor a la medida que se va ensayando.

-¿Te considerás una directora abierta a que todos construyan con vos?

-Siempre digo que trabajo con el material que los otros tienen. Yo puedo proponer una idea, puedo querer tener un piano, y escribo la pieza, la estructuro, pero ya una vez que empecé a hablar con el diseñador, que hablé con los percusionistas, el actor y todos los que integran el equipo, para mí la obra ya deja de ser mía y empieza a ser de todos, Después, los que están en la escena defendiendo el trabajo son ellos, entonces está bueno que se hagan parte de eso y sean constructores.

-Cuando trabajás como actriz con otro director, ¿es algo que buscás?

-A mí me gusta proponer, y es lindo cuando trabajas con un director que puede escucharte y es abierto y se alimenta de lo que vos das, porque sino seríamos meros intérpretes y haríamos bien las cosas, a mí me gusta ser un poco más rebelde, por eso me gusta trabajar con gente que también lo sea. No soy la dueña de ninguna verdad más que de una idea que siempre puede crecer.

-¿Qué es lo más difícil de hacer teatro en estos tiempos?

-Estamos en un momento en el que se hacen un montón de monólogos, y creo que muchas veces es por la dificultad de trabajar juntos. Además, hay poco dinero para las producciones, cuando uno trabaja independiente es todo a pulmón y por amor al arte.

-Entonces tu lucha sería para que no se desarmen los grupos en el teatro

-Me parece que es fundamental, que hay que juntarse y hacer, pese a todo.

Perfil

Llena de ideas se va por el mundo

Nombre:
Lucía Trentini

Nació
en Durazno en 1985.

Detalle:
Es actriz, directora y gramaturga de teatro. Además, canta.

Dice que si piensa en la niña del interior que soñaba con ser actriz y cantante, se siente plena.

En su curriculum musical, cuenta que fue voz de La Tabaré entre 2009 y 2014. Pero a la música nunca la soltó y a parte de su disco solista de 2017, Cicatriz, sus obras de teatro están cargadas de sonoridad. Como dramaturga y directora lleva cuatro títulos: Música de fiambrería, Muñeca rota, Inconfesable y entre el 25 y 29 de julio estará en Tractatus con Ejecución pública: tocar o morir, primera parte.

Será su despedida por un tiempo. Fue becada por el Teatro Solís para un curso en el Directors LAB del Lincoln Center en Nueva York y luego irá por una maestría en dramaturgia a Madrid.