Miguel y el Chino: por qué ya no atienden como Midachi, en qué invirtieron su dinero y dónde está La Tota hoy

Por primera vez en su carrera, Miguel del Sel y Chino Volpato se presentan en Uruguay sin Dady Brieva, su eterno compañero. A 40 años del origen de Midachi, charlaron con El País sobre su trayectoria, el dinero y un consejo clave.

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Miguel del Sel y Chino Volpato.
Miguel del Sel y Chino Volpato.
Foto: Difusión.

Miguel y Chino en banda es el espectáculo con el que Miguel Del Sel y Chino Volpato, los ex Midachi, regresan a Uruguay. Se presentarán por primera vez sin Dady Brieva, de viernes a domingo en el Teatro Stella con localidades en venta a través de mientrada.com.uy.

No llegan solos: en el show también está el humorista rosarino Zaul Showman, el imitador y comediante Mauricio Jortack, y la cantante panameña Idania Dowman, a quien Del Sel conoció cuando era embajador de Argentina en ese país. Entre los principales protagonistas, en tanto, la relación ya lleva 45 años: por eso, dice Del Sel, no hay margen de error.

Este espectáculo comenzó a planearse en marzo de 2023. En ese entonces Del Sel quería celebrar los 40 años de Midachi, pero Dady Brieva tenía compromisos con la radio, la televisión y estaba por hacer una película, y antes de hacer un festejo corto, prefirieron descartar la idea. Entonces Miguel le dijo al Chino de hacer un show mano a mano, los dos juntos.

“Cuando estábamos conformados como Midachi era más fácil. Sabíamos que éramos nosotros tres, algún invitado y una estructura audiovisual. En este caso, como teníamos que incorporar a artistas de diferentes estilos, lo hicimos con mucha anticipación. Y como la tecnología hoy nos permite sincronizar lo audiovisual y musical, y de esas cosas sabemos, nos tomamos nuestro tiempo”, señala Volpato.

Captura del espectáculo "Miguel y Chino en Banda".
Captura del espectáculo "Miguel y Chino en Banda".
Foto: Julian Roldan

Así, este nuevo show tiene como epicentro a La Tota, la graciosa conductora de televisión que interpreta Del Sel y que hoy protagoniza memes en redes sociales. “En el show tiene nuevo living, porque vuelve a tener un programa de televisión, aggiornado, donde recibe invitados”, adelanta Del Sel. También aparecen saludos de Messi, Susana y Scaloni en una pantalla gigante que hubo que recolectar con cierto esfuerzo. Lo último que hicieron fue ensamblar todo para que todos sigan lo que se indica en el libreto.

—Eso de atenerse al guion, a ustedes no se aplica.
Volpato: Nosotros tenemos una línea, especialmente Miguel porque yo lo sigo, y hay noches que está inspirado y de esa inspiración vas mejorando el libreto. Y después de casi siete meses del estreno el show ya tiene otra mecánica, otro vértigo, y otra respuesta del público, porque ya buscás detalles para sumarle. Miguel todos los días incorpora alguna tontería, pero dentro de una metodología que nosotros conocemos y el público no. Nosotros sabemos que todo tiene un límite para que sea efectivo, para que la gente no se canse, y para que, en casi dos horas, sea lo más sólido posible.

—¿Qué tiene un personaje como La Tota para seguir vigente?
Del Sel: No lo sé. Lo único que sé es que La Tota, con la mirada, te dice verdades. Andan en redes los primeros planos en el programa de Susana, porque una mirada vale más que mil palabras. Es un personaje ácido, simpático, baila, hace preguntas que son fuertes, y causa mucha gracia. Hoy me la imagino viviendo tranquilamente en un country con cuatro carpinchos de mascota y diciendo: “Se me están comiendo los muebles”.

—Antes hablaban de los días en que "estás inspirado", ¿hay algún ejemplo?
Del Sel: Son cosas que vas viendo durante las giras. La otra vez fuimos a Mendoza, y en la calle principal, el reloj, el adorno de la ciudad, decía que eran las 21.50 cuando eran las tres de la tarde. Por supuesto, a la noche, La Tota dice: “Llegué a Mendoza, agarré la avenida, veo que eran las 21.50 y me cagué toda porque pensé que ya había empezado la función”. Y explotó el teatro. Después cuando hicimos Mercedes Sosa y Charly García, La Negra dice: “Acá llegué del cielo, encima llegué a la avenida y el reloj no andaba”, y volvió a explotar. Ese es el tipo de cosas que probás, podía no haber dado resultado si nadie sabía que el reloj no estaba en hora.

Captura del espectáculo "Miguel y Chino en Banda".
Captura del espectáculo "Miguel y Chino en Banda".
Foto: Difusión.

—Ya llevan más de 40 años haciendo humor. ¿Se acuerdan de la primera vez que subieron a un escenario?
Del Sel: La primera vez que actuamos fue en Santa Fe. Debutamos el 16 de julio de 1983 en La Baguala que era un café concert en un restaurante. Ahí hicimos una pequeña temporada, estábamos al lado de la cocina, y dependiendo lo que se cocinara, el olor que nos quedaba en la camisa. Después fuimos como armando una telaraña, pueblito a pueblito hasta llegar a Carlos Paz, después Córdoba Capital, Rosario, Mar del Plata y Buenos Aires. La carrera te lleva, hasta que te hacés conocido, unos seis o siete años. Y después hubo programas que nos catapultaron, como la primera vez que fuimos a los de Mirtha Legrand. Vendíamos 500 entradas por fin de semana, y después de ir a lo de Mirtha fueron cinco mil. Y después empezás a ir con Tinelli, Susana y de ahí a América.

—El espectáculo se llama Miguel y Chino en banda. ¿Por qué no usar el nombre Midachi?
Volpato: Fue una de las primeras cosas que hablamos. Lo de Midachi es tan fuerte para el público, y no tenemos ninguna intención de modificar lo que fuimos, somos o volveremos a ser. Es parte de nuestra trayectoria, y lo que el público viene a ver. Seguimos teniendo ese código, esa manera de tratar al humor improvisado y un hilo conductor que nos hace ser Midachi, pero nos guardamos algunas sorpresas. Ahora venimos como un Caballo de Troya, nos dejan entrar porque somos nosotros, y de golpe aparece una cantante, un humorista, gente muy buena en lo suyo. Se incorporaron y no desentonaron, le dan ese valor agregado que nosotros no tenemos. Además, tampoco queremos salir con cosas nuevas, o modificar tanto nuestro sello, sino que al contrario, al incorporarlos le damos otro estilo y permite que nosotros sigamos jugando, especialmente Miguel. Nosotros nos divertimos.

Captura del espectáculo "Miguel y Chino en Banda".
Captura del espectáculo "Miguel y Chino en Banda".
Foto: Julian Roldan

—¿En qué se invierte lo que han ganado?
Del Sel: Yo invertí en ganadería, el Chino en un tambo. Hemos sido coherentes y sanos. El famoso que es adicto a algo es un problema, porque lo que ganás lo rompés con los vicios. Y hemos sido, a pesar de nuestra ignorancia, muy inteligentes de ser dueños de nuestros productos: somos dueños de Midachi, de nuestra empresa. Por eso un consejo que le doy a los humoristas es: armen un grupo, sean ustedes y no dependan del otro. Es un esfuerzo mayor porque tenés que producir, y muchos prefieren no arriesgar y que los contraten. Nosotros siempre hemos tratado de superarnos, de hacer un mejor show al anterior. Eso no significa que generes más risa o que hagas reír más que en otro, pero hemos tratado de mejorar, poner bandas en vivo, pantallas. Nos hemos preocupado porque el público salga conforme, y los resultados no hay más que verlos.

—Miguel, ¿y la faceta de cantante continúa?
Del Sel: Sí, sigue. Estoy trabajando con un colombiano que está armando un grupo de canciones, porque yo soy muy amigo de Luis Enrique, de Oscar de León, de todos estos salseros, para hacer un dúo con ellos. Ese es un proyectito para el año que viene, elegir 10 buenas canciones para hacer seis con mis amigos. Por ahora está en pañales el proyecto. Vamos a ver cómo sale.

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