Redacción El País
Este martes se anunció formalmente el retiro de Rosina Gil, primera bailarina del Ballet Nacional del Sodre, en una conferencia de prensa cargada de emociones y aplausos de la que formaron parte, además de la artista, la directora de la compañía, María Noel Riccetto, y el ministro de Educación y Cultura Pablo da Silveira.

"Es un día superespecial para mí, anunciar el retiro de una amiga, de una primerísima bailarina que ha hecho muchísimo por el Uruguay y seguirá haciendo", abrió Riccetto que avisó: "Yo no quiero hablar mucho, porque me emociono fácil".

"Rosina ha hecho muchísimo por la danza y por la institución. El que la conoce de cerca sabe lo trabajadora y lo buena persona que es. Creo que no hay persona en el Auditorio que no la quiera, y eso no se logra todos los días", dijo la directora del BNS, y eso arrancó un aplauso cerrado de todos los presentes en el Auditorio Adela Reta. "Siempre hablo de lo mismo: un gran bailarín tiene que tener un corazón muy especial, sino todo ese arte y ese talento no sale, y en el caso de ella lo tiene. Creo que vos tenés dos corazones".

Antes de darle la palabra, Riccetto quiso "agradecerle el trabajo, la amistad de todos estos años", ya que se conocen desde sus años en la Escuela Nacional de Danza. "Nos admiramos y queremos muchísimo", dijo y aseguró que "las puertas de este lugar están abiertas".

Foto: Francisco Flores / El País

"Es un día muy importante, muy fuerte, muchas emociones. Estoy feliz, creo que estoy siendo responsable y en concordancia con los intereses que tengo", dijo Rosina cuando tomó la palabra, para justificar su decisión. "Soy muy inquieta, me gusta aprender mucho, hacer otras cosas. Me gusta mucho la danza contemporánea, y me parece que es momento, con la vitalidad y las ganas que tengo y con lo que amo bailar, de poder seguir por ese camino y también abrir camino a artistas jóvenes que quieren seguir trabajando".

Meses después de haber cumplido 40 años, Gil consideró que lo que deja en este recorrido en el BNS es "el poder de la singularidad, de hacer las cosas diferentes, de arriesgarse, la valentía, la curiosidad por lo versátil".

Exintegrante de la compañía internacional Cirque du Soleil, resaltó la importancia de llevar el arte a otros espacios como los hospitales, y también la apertura del Ballet hacia los niños de escuelas rurales; de hecho, reconoció que lo que más extrañará son las funciones para ese público especial.

"Me llevo todo el cariño de este enorme animal que es el Sodre. Es una casa donde se hace magia", valoró Rosina, que adelantó que se está preparando para el futuro, estudiando gestión cultural y escribiendo un libro sobre su vida, aunque su gran sueño es crear una compañía de contemporáneo. "Confío en mi experiencia y camino para lo que viene, es una decisión muy fuerte arriesgarse cuando no se sabe", admitió.

Con la voz quebrada leyó, a modo de despedida, un fragmento del libro que vendrá: "Que honre las decisiones que un día me generaron arrepentimiento, que cada dolor sea como la cicatriz de una batalla ganada, que reconozca el aplauso de ella como el único que me importaba. Que corone la disciplina como cómplice de todas mis liberaciones, que festeje que el rigor por buscar lo extasiante nunca me soltara la mano, que decida caminar un poco más lento pero agarrada de tu mano, que desistir de la búsqueda de la perfección me encuentre finalmente con ella, que ni con el cuerpo quieto me haya traicionado".

La despedida de Rosina Gil es inminente. Tras el final de El mago de Oz, la bailarina se retirará con la próxima puesta del Ballet Nacional del Sodre, que será en agosto y tendrá dos coreografías a la altura de la versatilidad y excelencia de la artista: Minus 16, del israelí Ohad Naharin y que ya fue un éxito rupturista en la compañía; y una versión en formato suite de El lago de los cisnes creada especialmente por el brasileño Juliano Nunes.

La doble puesta se estrenará el miércoles 21 de agosto y tendrá funciones hasta el domingo 1 de setiembre, todos los días a las 20.00 salvo el 1° que va a las 17 (los días 25 y 26 no habrá gala). Las entradas ya están a la venta a través de Tickantel, desde 150 pesos.

Santiago Barreiro

A los 4 años empezó a hacer expresión corporal y con 7 arrancó clases de ballet en una academia de su barrio, con Silvia Fernández. Fue su profesora, que también era bailarina del BNS, que le comentó a su mamá que le veía condiciones para que hiciera la Escuela Nacional de Danza.

"Iba a la escuela y después estaba toda la tarde en el Sodre. Te tiene que gustar mucho, sino desistís. A mí me motivó la diversión, había algo de que era lo que me gustaba y me hacía feliz", expresó en programa Punto de Encuentro, de Radio Universal.

Al egresar de la Escuela Nacional de Danza, con 17 años, estuvo un año en el Sodre, y luego bailó en Paraguay, en el Ballet Carmen Roche en Barcelona, y en la Companhia de Dança Deborah Colker en Río de Janeiro, donde representó roles principales en todas las obras.

Fue la primera bailarina uruguaya en ser contratada por el Cirque Du Soleil, mientras estaba en Barcelona, y en 2018 se instaló un tiempo en California para representar un papel en el espectáculo Volta con dicha compañía.

"Me gusta el circo porque es un mundo diferente, más divertido, más amplio. Siempre me encantó el ballet pero me sentía un poco presa dentro de los cánones de lo que tiene que ser una bailarina clásica", declaró en una entrevista con El País publicada en 2019.

En esa misma nota, manifestaba su deseo de poder terminar su carrera en Montevideo, con el único fin de poder bailar para su gente, en especial su abuela, su madre y sus amigos. Su anhelo se volvió realidad en 2021, cuando retornó al BNS como Primera Bailarina. Allí realizó múltiples espectáculos, como La bella durmiente, La Tregua, La Viuda Alegre, El Mago de Oz, y más.

En este retorno a Uruguay también desarrolló Varada, su propio espectáculo que escribió y protagonizó.

En setiembre de 2023 adelantó en una entrevista en Radio Universal que su retiro del ballet ya estaba planeado y se concretaría en algún momento del 2024. Finalmente llegó la hora.