Escrita y estrenada en 1992, Sus ojos se cerraron es un sainete de Dino Armas que se ha presentado varias veces en las tablas de Uruguay. También en Argentina, donde se hizo una versión musical de esta comedia que se desarrolla en dos casas pegadas y con presentes muy distintos: en una se está velando a la Tita, en la otra se festeja el casamiento del Natalio.

Ahora, del viernes al domingo, la comedia tendrá una nueva puesta y estará a cargo de una compañía rochense. Se trata de Contraescena, que la hará en el Teatro Stella con entradas a la venta por Redtickets a $ 550.

“Es un clásico del teatro uruguayo, como Esperando la carroza, de un grotesco que nos define a todos”, dice a El País José Pereyra, director de la compañía teatral Contraescena, nacida hace 23 años en Rocha.

 
En Montevideo, los Contraescena ya se han presentado en centros culturales y recibieron una nominación al Premio Florencio en 2021, en la categoría de teatro del interior en la capital, por Made in Lanús de Nelly Fernández Tiscornia. Esta será la primera vez que llegarán a un circuito comercial.

“El premio mayor es que la gente acompañe. Para el artista y para mí como director, lo mejor es sentir la risa, el aplauso y la identificación, porque sin público, la magia del teatro no se completa”, dice Pereyra.

Su llegada al Teatro Stella surgió luego de un encuentro con Dino Armas, tras el estreno de la comedia en el Teatro 25 de Mayo de la ciudad de Rocha. “¿Por qué no llevan la obra a Montevideo?”, le consultó Armas. La pregunta lo dejó pensando.
 

Foto: Gentileza.

“Cuando vinimos la vez pasada ya nos visualizaron un poquito. Ahora damos otro paso: ir a Montevideo y que nos vean”, resalta Pereyra.

“Tengo 30 años trabajando en un teatro, y como teatrero me encanta recibir espectáculos, gente, en fin, teatro; y recibimos mucho. Ahora estamos devolviendo un poco al salir nosotros”, dice. “Es muy difícil y no debería ser así, porque son dos horas y media de Rocha a Montevideo. No tendría que ser difícil, porque si compañías de más lejos pueden hacerlo, entonces no es imposible”, agrega.

 
Sin embargo, cuando Armas le hizo esa pregunta, lo primero que Pereyra y su elenco pensaron fue: “Está loco, está mal”. Luego, con la mente fría comenzaron a sacar cuentas, para dimensionar qué implicaba para un equipo independiente y del interior estar en una sala capitalina y privada. Ahí empezaron a golpear puertas. La Intendencia de Rocha puso una parte del dinero y la compañía aportó otro monto para cubrir traslado, comida y alojamiento para los 13 intérpretes embarcados en esta pequeña travesía.

“Ninguno de nosotros vive del teatro, si no la historia sería diferente y estaríamos trayendo tres espectáculos distintos con obras de uno o dos actores cada una”, agrega Pereyra.

Graciela Fernández, quien trabaja como periodista en Rocha y es actriz en Contraescena, interpreta a Hortensia en la obra y comenta que el elenco se ha convertido en una gran familia que, sobre todo, se divierte mucho.

“Creo que hay una conexión con esta comedia, porque uno se puede identificar con algún personaje de la obra, pero en esta nos sentimos identificados en varios personajes. En el que me toca a mí, es una vieja chusma que critica todo, pero es muy católica y, porque en la casa de al lado están festejando un casamiento, se desata el drama”, comenta la actriz al respecto.

“El teatro es terapia pura, y me sacó las inhibiciones porque nadie cree que era tímida”, dice Fernández. “Puedo ir a la función con mil problemas, pero me subo a las tablas a ensayar y me olvido de todo”, agrega.

José Pereyra trabaja como iluminador en un teatro, otro de los actores trabaja en el campo, y en el plantel también hay docentes, psicólogos, un mago y un fotógrafo que, en la obra, hace del fotógrafo. “Somos independientes y todos tenemos el mismo objetivo: poder mostrarnos”, dice el director.

“Tenemos un teatro hermoso que la gente lo disfruta, porque el teatro de Rocha es uno de los mejores del interior. Y si bien se dice que nadie es profeta en su tierra, nosotros, en nuestra tierra, somos profetas y ahora queremos expandir eso un poco más”, agrega Pereyra.

Así, la llegada a Montevideo, además de permitir visibilizar a la compañía, sirve para generar redes de intercambio con otros elencos y teatros. “Nosotros venimos, ustedes van, y eso nos enriquece a todos. Todos tenemos que ir a todos lados para llevar distintas propuestas. Y si nos conocen hoy capaz que podemos volver más adelante con otra obra”, dice Pereyra.

“Todos tenemos la necesidad de disfrutar, de reírnos, de pasar un buen momento, y qué mejor que explotar de la carcajada, reírte, porque después te acostaste feliz”, agrega Fernández.

“Con esta comedia te ríes, pero después si vas a cenar y empiezas entender que tal personaje se parece a tu tía, el otro a un amigo, y ya no solo te acordás del chiste", valora Pereyra, "porque por lo bajo te hace reflexionar sobre un montón de temas”.