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El prestigioso violinista uruguayo presenta Enamorados del tango, el próximo domingo a las 20 horas en el Auditorio Nacional Adela Reta. Es la tercera vez que trae este espectáculo a Montevideo.

Enamorados del tango cuenta con más de treinta artistas en escena. Creado por Britos y el cantante Alfredo Lérida en Miami, lleva una década transitando escenarios. Para Montevideo es la tercera vez: debutó en Sala Zitarrosa y más recientemente estuvo en El Galpón. La música está a cargo de un cuarteto con violín, piano, bajo y contrabajo y bandoneón. Pero además participan bailarines, una cuerda de tambores y en esta oportunidad, hasta un coro de niños.

Federico Britos vive en Miami desde hace casi dos décadas. Ganó seis premios Grammy gracias a la ductilidad que desarrolló para pasearse con virtuosismo por el jazz, la música clásica y géneros populares como el tango, la bossa nova y ritmos cubanos. "El tango marcó el inicio de mi carrera hace 56 años, en Montevideo. Significa mucho para mí como uruguayo. De hecho, ahora estoy componiendo dentro de este estilo y el domingo estreno una pieza titulada Tanguito", adelantó en diálogo con El País.

Radicarse en Miami fue un acierto. "Es una ubicación geográfica extraordinaria porque viajo mucho por todo Estados Unidos, el Caribe y Europa. También facilita para venir a Uruguay, Argentina y Brasil. Yo siempre fui un gran amante del jazz y quise irme a la cuna. Me permite estar cerca de grandes artistas del género y con muchos de ellos toco permanentemente, hago giras por todos lados", agrega el artista, que tiene en su agenda recitales en Los Ángeles, Nueva York y Boston, en esta última ciudad invitado por la famosa escuela Berklee.

Son contados los violinistas que lograron destacarse en el jazz; de hecho, cuando Britos empezó su carrera hace sesenta años "había muy pocos" dando batalla y la mayoría eran franceses, como el caso de Jean Luc Ponty. "No es un instrumento muy utilizado en el jazz, ni el violín ni el vibráfono. Llegué a él por la familia, porque mi padre era violinista, además de maestro y abogado. Me pusieron el violín en la mano y me cayó muy bien. Me enamoré". Desde muy joven el uruguayo viaja por el mundo. Pero hizo paradas importantes que lo marcaron para siempre. Quizás el lapso más fructífero fue el que estuvo en Cuba donde aprendió "mucho" y se formó en ritmos autóctonos.

Hasta hace unos meses tocó en la banda de Israel López Cachao, el creador del mambo. También compartió escenario con el creador del cha cha chá, Enrique Jarrín, que era violinista. "El movimiento musical en Cuba es intenso", subraya, quien entre sus múltiples méritos cuenta con haber sido primer violín de la Orquesta Sinfónica de Miami. Sin embargo hoy disfruta la libertad que da no estar atado a un proyecto estable. "Entonces hago tango, música cubana, jazz y grabo lo que quiero", celebra. Ganar seis Grammy le sirvió para reforzar su prestigio a nivel internacional, pero no lo sobredimensiona. "En Estados Unidos hay mucho respeto hacia el trabajo con premios o sin ellos, incluso en Europa es así. Sin embargo, se valora el reconocimiento de la industria de la música y a mí me vino muy bien porque no soy norteamericano. Todos los galardones que gané los dediqué siempre a Uruguay y su gente". A pesar de estar radicado en el exterior y sin planes de volver, Britos confiesa que en su país se siente arropado. "Me siento bien acá; estuve un largo período sin venir, pero en los últimos años fui invitado por festivales, el Jazz Tour, el Sodre y la Filarmónica muchas veces. Para mí el mayor reconocimiento que recibí fue haber sido declarado Ciudadano Ilustre de Montevideo".

Actualmente prepara un disco "muy variado" que será el sucesor de Voyage. Contendrá un gran porcentaje de música uruguaya, brasilera, jazz y música cubana. Una síntesis de su trayectoria.

Britos planea invitar al guitarrista Paco De Lucía (pronto viajará a España y allí iniciará gestiones; hasta el momento es "una expresión de deseo") y ya tiene confirmada la colaboración del chelista chino Yo-Yo Ma.