Redacción El País
Este lunes se celebró una nueva gala de eliminación en Gran Hermano: Argentina, y ocho participantes compitieron por mantener su lugar en el reality show que conduce Santiago del Moro. La lista incluía a los uruguayos Santiago "Tato" Algorta y Selva Pérez, y luego de una reñida votación se confirmó la salida de Luciana Martínez.

Luego de que se conociera la decisión del público, Algorta —conocido por ser uno de los participantes más estrategas y distantes de esta edición— no pudo aguantar el llanto desconsolado. Luz Tito, una de sus compañeras, lo acompañó en ese momento.

La primera en ponerse mal por la decisión del público de eliminar a Luciana fue Luz, quien no dejaba de llorar mientras su amiga caminaba por el pasillo de la casa hasta la puerta. Luego, en la habitación, Tato y Luz se alejaron del resto de sus compañeros y se quedaron en una de las camas dándose fuerza. El uruguayo se quedó con el pingüino de peluche que tenía Luciana.

Mientras miraba al peluche, al líder del llamado "Tridente" se le caían las lágrimas. Durante todo el juego, Santiago dijo que él no era de expresar sentimientos, pero la pérdida de una de sus amigas fue muy dura. Entonces, Juan Pablo De Vigili, se acercó para abrazarlos. Durante mucho tiempo ambos estuvieron enfrentados, pero en las últimas semanas, con varias charlas de por medio, se relacionaron bastante.

“Largá todo que te va a hacer bien”, le dijo De Vigilii al uruguayo, antes de ir y abrazarlo con mucha fuerza. “Sos una gran persona”, agregó.

La historia de Luciana es una de las más conmovedoras de esta edición. Es la primera mujer trans en participar de Gran Hermano Argentina y le reveló su identidad a la familia en su ingreso al programa. Se presentó al casting como Jorge Barrionuevo y dijo que es oriunda de la ciudad Pico Truncado, que es una localidad de 50 mil habitantes de la provincia de Santa Cruz. Contó en el primer programa que su verdadera identidad era la de Luciana, lo que sorprendió a su círculo más íntimo.