Redacción El País
La convivencia en la casa de Gran Hermano Argentina (Canal 10) sumó un nuevo conflicto, y esta vez la protagonista es la uruguaya Selva Pérez. La participante, conocida por su energía arrolladora y su sentido del humor, protagonizó una fuerte discusión luego de denunciar un insólito episodio: alguien le vació su gaseosa y la reemplazó con agua.

"Me tomaron el refresco, no quiero decir la marca, y le pusieron agua a la botella", lanzó indignada en plena gala. Pérez, que aseguró que estaba racionando la bebida para que le durara, describió su sorpresa al notar el cambio: "Aunque no tuviera efervescencia, yo la tomaba y la disfrutaba. Hoy me fui a servir y resulta que no era gaseosa, era un agua sucia".

Lejos de quedarse callada, la uruguaya advirtió que este episodio despertó su lado más combativo. "Me encantó que ocurriera eso, porque desataron a la diablilla que hay dentro de mí", exclamó entre risas, dejando entrever que su actitud en el juego iba a cambiar.

El conductor Santiago del Moro comparó la situación con lo que sentiría un fumador si le adulteraran sus cigarrillos y le pusieran yerba adentro. Sin pruebas sobre quién fue el responsable, Selva apeló al ojo del público: "Ustedes, que todo lo ven, vayan contra quien me sacó la gaseosa".

Foto: captura de pantalla

El malestar de Selva escaló en una fuerte discusión con su compañera Eugenia Ruiz, quien minimizó su enojo. "Lo tuyo no es una adicción, lo tuyo es un gusto", le reprochó la médica oriunda de Santiago del Estero señalando que en la casa sí hay extras para quienes fuman.

El cruce fue subiendo de tono, con Eugenia acusando a Selva de ser "insoportable" y de tener una forma "irritante" de hablar. "No te das cuenta de lo molesta que sos con tu sonrisita cínica", disparó la argentina, mientras que Selva le reclamó que la tratara con más respeto.

Entre lágrimas, la uruguaya le recriminó su actitud: "Vos tenés un gran problema, Eugenia, no sabés diferenciar las cosas". A lo que su compañera le contestó con ironía: "Y ahora te victimizás y llorás".

Finalmente, Eugenia dio por cerrado el tema, pero no sin antes dejarle un último comentario: "No es el momento para discutir. Te dejo un rato sola ahí lloriqueando".