Este jueves por la noche fue clave en la recta final de Gran Hermano. Julieta Poggio comunicó su decisión de salvar de placa a un compañero y generó controversias, ya que no fue el que muchos esperaban. “No fue por afinidad”, expresó antes de definir entre los nominados Romina, Alfa, Camila y Lucila.
Por primera vez, la jugadora se consagró líder de la semana al superar un exigente desafío. Este título le dio inmunidad en la votación y la posibilidad de salvar a un compañero de la placa de nominación, entre los que se encontraba su gran amiga, Romina, a quien se estipulaba que salvaría. No obstante, su decisión fue determinante por estrategia: quitó de la placa a Camila.
Como es habitual, Santiago del Moro le pidió a la líder de la semana que mencionara a las personas que no salvaría. Conforme al pedido, Julieta dejó a Romina en la placa, ya que ella necesitaba un “empujoncito” de la gente y quería pasar por esa instancia. Luego, descartó a Alfa.
En la instancia final, optó entre Lucila y Camila y se inclinó por la joven de Ituzaingó, una de las últimas en ingresar al programa. Esto generó una gran sorpresa, incluso para la propia salvada, que quedó en shock.
En medio del clima tenso que se generó porque no eligió a Lucila, Julieta tuvo una charla con Daniela y le contó cuál fue su estrategia al momento de votar. “Yo pienso que esta semana Alfa tiene muchas chances de irse, y yo tenía miedo de que se vaya Camila y no él. También siento que con La Tora se unifican los votos para que se vaya él. Ya está, el que se quiera ofender que se ofenda”, expresó contundente.
En base a La NACION (GDA)