ENTREVISTA
La comunicadora habla de "El último pasajero", su trabajo en "¿Quién es la máscara?" y lo aprendido en "Desayunos informales" de La Tele
Atiende a El País desde Buenos Aires, donde el viernes comenzaron las grabaciones de El último pasajero, el programa que marcará su debut en la conducción y que la hizo llorar de felicidad. “Literalmente”, dice Camila Rajchman vía telefónica.
“Cuando me convocaron estaba, literalmente, saltando en la cama y me caían lágrimas de felicidad porque es un proyecto ideal para mí. A veces te llegan oportunidades que te hacen dudar, pero con esto todo me gustaba”, dice. “Y me convenció el trabajar con Coco, a quien conozco, es alguien que domina todo, es el rey de la televisión”.
El último pasajero es una de las nuevas apuestas de La Tele para este año. Aún no tiene fecha de estreno, pero es un concurso donde varios grupos de liceales compiten para ganarse un viaje a Bariloche. Llegará en las próximas semanas y lo presentará la cantante junto a Coco Echagüe.
Además, Rajchman tiene una participación en ¿Quién es la máscara?, el último éxito de Canal 12. La convocaron para hacer el segmento donde habla con los famosos enmascarados después de sus presentaciones y aceptó “de una”, dice entre risas.
“Conocía el formato y si bien sabía que La máscara iba a estar bueno, nunca imaginé lo que está generando. Es impresionante”.
Rajchman, que saltó a la fama como “la rubia de Rombai” y luego tuvo otra incursión en la música, de la mano de su proyecto personal Blonda, ahora es una figura recurrente en la pantalla local. De eso charló en esta nota.
—Debido a tu función en El último pasajero vas a estar alejada de Desayunos informales varias semanas. ¿Qué te atrae del magazine?
—Me gusta que sea en vivo, eso es fantástico. No hay nada como la televisión en vivo porque lo dejás todo en ese momento, sabiendo que no podés hacer otra toma. Los programas que son grabados también tienen su parte buena, porque podés hacer tomas hasta que te salga perfecto, pero las grabaciones se pueden extender más. Todo tiene su lado positivo y negativo.
—¿Te acordás de aquellas primeras salidas al aire?
—Me acuerdo de que me controlaba en cada palabra que decía, igual a las pocas semanas ya pude ser yo, que no le tengo miedo a decir cualquier cosa. Siento que ahora le agarré la mano y me siento más segura. Lo que me ha dado Desayunos ha sido tremendo. Tengo que salir a la calle y hacer notas distintas todos los días, porque un día puede ser la inauguración de una biblioteca y otro día, una entrevista con un actor famoso. Hay de todo y eso me encanta.
—¿Te imaginabas, hace unos años, siendo parte de tres programas de la televisión uruguaya??
—No. Lo que pasa es que soñé con esto toda la vida: pararme arriba de un escenario, que la gente cantara mis canciones, tener pantalla a diario. Ese era el sueño de mi vida y hubo un momento donde pensé que nunca lo iba a lograr. Y cuando te empieza a pasar hay que disfrutarlo. Por eso me pellizco, porque estuve trabajando mucho para tener este presente laboral.
—Has dicho que no tenés buena memoria, pero ¿te acordás de alguna anécdota de estos años en la tele?
—Sí, tengo la peor memoria del mundo. Igual me acuerdo de una cosa que me marcó mucho, que fue cuando entrevisté a Tini para Desayunos. Ella venía a hacer un Antel Arena y yo estaba con un nivel de fanática inexplicable. Me contenía porque estaba en rol entrevistadora pero en un momento me dice: “¿De dónde te conozco?”. Le dije que cantaba en Rombai y me dice que cantaba las canciones en la gira. Casi me muero porque estaba ahí, haciéndole una nota, compartiendo mates con Tini y muriéndome como fanática.
—¿Y dónde querés estar en unos años?
—Por ahora estoy viviendo todo lo que soñé durante mucho tiempo, así que hoy no tengo la cabeza puesta en el futuro. No me gana esa ambición. Quiero aprender de mi experiencia porque ahora que estoy grabando pienso cómo mejorar tal cosa o decir mejor tal otra. Después iré viendo cómo sigue todo esto.
Como todos, también juega con "¿Quién es la máscara?"
"Miro el programa y, como todos, juego a ver quién está escondido. No me imaginé que el ‘Cebolla’ Rodríguez era Pingüino, pero cuando Helado empezó a cantar, me transportó a mi infancia. Me dije que tenía que ser la China Suárez, y era ella", dijo.