Cómo "El hormiguero", el programa más visto de España, se convirtió en el más criticado

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Pablo Motos conduce "El hormiguero". Foto: captura

TELEVISIÓN

El simpático Pablo Motos conduce este ciclo, un éxito en España donde se mezclan entrevistas, juegos y magia, y no faltan las polémicas.

Lleva 16 años al aire y más de 2.500 programas. Ha tenido versiones en Portugal, Chile, Brasil, México, China e incluso se intentó adaptar en Estados Unidos. Acumula varios Premios Iris de la Academia de la Televisión y ha estado nominado al Emmy Internacional en dos ocasiones. Acaba de verse en Uruguay, en Canal 4. En junio completó su octava temporada como el espacio líder de su franja, con 2,4 millones de espectadores de promedio. Es el lugar donde quieren ir los políticos en campaña, donde las productoras intentan que sus actores hagan promoción y uno de los objetivos prioritarios para los artistas internacionales de paso por España. Pero también es un continuo foco de polémicas por actitudes y comentarios de su presentador, Pablo Motos, calificados de machistas e irrespetuosos con sus invitadas. La última ha sido a raíz de una campaña del Ministerio de Igualdad que ha ofendido a Motos por considerarse aludido, lo que ha desatado una gran controversia.

El éxito de El hormiguero es incuestionable. Formato hecho a medida de su presentador, su fórmula puede parecer sencilla, pero no lo es tanto. Creado por Motos, Jorge Salvador y Juan Herrera, dirigido por los dos primeros y presentado por Motos, nació en 2006 en un jovencísimo Cuatro (el canal solo tenía un año) como programa semanal. Aquella primera temporada no llamó demasiado la atención, pero su conversión en formato diario, con un modelo más parecido al actual, logró captar a un público masivo. Ya entonces, El hormiguero corría a cargo de la productora 7 y Acción, empresa creada en 2007 por Motos y Salvador. En 2011, el programa abandonó Mediaset para trasladarse a Antena 3.

Lali en "El Hormiguero". Foto: Captura de YouTube.
Lali en "El Hormiguero". Foto: Captura de YouTube.

El rey del access prime time (la franja previa a la emisión del contenido principal de la noche) ha podido con todos los adversarios que se han puesto enfrente en las cadenas rivales. El público se mantiene fiel a El hormiguero, tanto que la temporada pasada fue su segunda mejor en datos de audiencia. El espacio engancha con una propuesta de entretenimiento blanco, dirigido a toda la familia, con mucho humor. El ritmo no puede decaer nunca y las secciones se suceden: entrevista con invitado, aparición de las hormigas Trancas y Barrancas, experimentos científicos, magia, bailes de TikTok, tendencias de moda, trucos prácticos para el hogar, retos casi imposibles, premios para el público, tertulias cómicas y de actualidad… Todo en favor del entretenimiento. Ni el covid pudo frenarlo: en solo una semana, el equipo fue capaz de reorganizarse para seguir emitiendo.

Trabajan a destajo. Motos ha explicado alguna vez que su vida está dedicada casi en exclusiva al programa. A cambio, él y su socio están consiguiendo una gran rentabilidad a través de su productor: en 2021 se repartieron ocho millones de euros en dividendos de su empresa, según cuentas presentadas en el Registro Mercantil. Poco más se sabe sobre Motos que lo que él mismo cuenta: apenas concede entrevistas.

Cada noche, de lunes a jueves, presenta a su invitado con la misma fórmula: “Hoy ha venido a divertirse a El hormiguero…”. Pero cada tanto, no hay diversión: invitados o espectadores señalan momentos incómodos que tienen por protagonistas, sobre todo, a mujeres.

Pablo Iglesias en El Hormiguero. Foto: captura
El político Pablo Iglesias en "El hormiguero". Foto: Captura

El jueves 22 de noviembre, Motos dedicó casi 10 minutos del programa a responder lo que consideraba una referencia directa en una campaña del Ministerio de Igualdad. En el anuncio, un presentador formulaba a una invitada la misma pregunta que él le hizo a Elsa Pataky en 2016, mientras la modelo y actriz promocionaba una marca de lencería. Su defensa, poniendo en contexto la entrevista y rememorando preguntas similares a invitados hombres, despertó la memoria de los tuiteros. Un video que circula por Twitter (y que desaparecería de forma reiterada tras ser denunciado por derechos de autor) recopilaba muchos de los momentos más cuestionados.

Una de las visitas que más se ha recordado fue la de Charlize Theron y Kristen Stewart en mayo de 2012. O más bien, se ha rememorado la explicación que Theron dio pocos días después, en Estados Unidos, en el programa de Jimmy Kimmel sobre su experiencia. La actriz se vio sorprendida por el hecho de que el programa se dirigiera a todos los públicos y que mezclara, por tanto, contenidos inocentes y blancos con otros de tinte erótico. “Por alguna razón, a todo lo que respondíamos ponían una música como sexy. Así que pensé, ah, este es el público”, contó.

Años más tarde, las protagonistas de la serie Las chicas del cable también protagonizaron una entrevista cuestionada. Motos preguntó a Blanca Suárez, Maggie Civantos, Nadia de Santiago y Ana Fernández si sabían bailar reggaetón, porque “las chicas se dividen entre las que saben perrear y las que no”. Civantos replicó que no era una cuestión de género.

Meses antes, Motos había preguntado a la presentadora de informativos Mónica Carrillo: “¿Crees que los hombres te leen por lo que escribes o porque les atraes?”.

El efecto Streisand (como se conoce al intento de censura de una información que acaba logrando que se difunda más) ha provocado que incluso algunas entrevistadas, como Virginia Maestro, hayan hecho público su disgusto con su paso por El hormiguero hace años. “Pues sí, fue machista, violento, incómodo, cutre, vergonzoso y muy lamentable. Qué fácil hacer eso desde el poder. Menos borrar y más disculpas. Todos nos equivocamos y reconocerlo sería más sabio”, dijo la cantante en un tuit reciente. En la nota, el presentador comentó de su vestido y escote.

En 2017, Motos besó en el cuello a la cantante Anastacia y bailó con ella mientras apoyaba su cara en la de la artista. En otra ocasión robó un besó a Chenoa y le tocó el culo a Mónica Naranjo. Muy criticada fue su pregunta a la joven actriz Luna Fulgencio, entonces de nueve años, sobre si tenía novio. “Tengo nueve, no tengo 26?, respondió la pequeña. En 2014, el programa propuso un juego a Kylie Minogue: atrapar pelotas de ping-pong con la boca entre ella y el presentador. Lo mismo hizo con la supermodelo Alessandra Ambrosio.

No solo las mujeres se han sentido incómodas o no han entendido el humor del programa en sus 16 años de vida. En 2010, Jesse Eisenberg, protagonista de La red social, contó en el programa de Conan O’Brien, poco después de su visita a El hormiguero: “El programa está diseñado para humillar al invitado americano. En cierto modo se ríen de ti. Cuando escuchas la traducción, ya no tienes tiempo de responder porque han pasado a otra cosa en español”. Parece que no todo el mundo consigue divertirse en El hormiguero.

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