ESTRENO
Patricia Martín habla de los cambios en el programa que conduce Ignacio Alvarez y adelanta el informe con el que debutan este domingo
Este domingo Canal 4 estrena la nueva temporada de Santo y Seña, el periodístico que conduce Ignacio Álvarez y que está llegando a sus 10 años.
El informe de este primer programa estará dedicado a “los entretelones del caso Mutio”, o sea todo que rodeó a la mayor incautación de droga salida de Uruguay que terminó en Alemania.
“Hay indicios de lavado de dinero de una empresa de Minas y tenemos el testimonio de un testigo protegido por la justicia que terminó ahorcado”, la adelantó a El País, Patricia Martín, que además de integrar el equipo de periodistas que sale al aire es, desde hace 10 años productora general. “Y dentro de la investigación se va a mostrar lo que se piensa de un lado y del otro sobre ese suicidio”.
El año pasado, Santo y Seña tuvo un cambio radical, más inclinado hacia el late night show con música en vivo a cargo de Nacho Obes, pero sin perder sus característicos informes.
Si bien se mantuvo la esencia, “se abrió a poder de tener entrevistas más descontracturadas y hacer mesas de debates, que no lo teníamos en el viejo formato”, agregó Martín.
“Seguimos siendo los mismos, Bernardo Wolloch que hace la cartelera de chantas, Pablo Fernández con sus análisis políticos pero también puede participar de mesas con el tema de la semana junto a Nacho, Leonardo Pereyra y Alejandro ‘Bicho’ Amaral”, dijo Martín.
Así la única ausencia es la de la venezolana Mariale Jaimes, quien no estará más en el elenco por decisión del canal, dice Martín, “por un tema de formato, que quería virar más a los periodistas y a la actualidad”.
La productora reconoce, que, desde el plano laboral, dice que las exigencias de hacer este programa no son las de un trabajo full-time, sino “full-life”.
“He tenido investigaciones en las que son las tres de la madrugada y estoy haciendo una guardia, o atiendo el teléfono a la una de la mañana”, dijo Martín, quien destaca al equipo de periodistas y técnicos.
“Me apoyo mucho en el equipo, porque para mí hablar de comunicación es hablar de equipo de trabajo”, dice la productora. “No sé si podría sola hacer este programa que demanda mucho tiempo y esfuerzo. Quien no es del palo puede no verlo, pero realmente hay mucho trabajo atrás de cada informe o cada invitado que viene al programa”.
Por ser semanal, Santo y Seña corre contra los informativos y programas de actualidad. “Las personas a entrevistar estuvieron toda la semana en los medios y nosotros tenemos que encontrar de qué manera vamos a hacer para que sea distinto a lo que ya se hizo, ni mejor ni peor”.
Por eso, hay informes que llevan varios meses de dedicación que terminan descartados porque la noticia ya apareció en los medios. O deciden no emitir una investigación por falta de pruebas o de elementos más contundentes. “Ahí tenés que descartar, volver a cero y elegir otro tema”, dijo Martín.
Y la productora entiende que muchas veces la gente no se da cuenta el trabajo que hay detrás de un informe de 15 minutos. “Hay que hablar con muchas personas e intentar tocar todas las campanas, porque son un programa de televisión pero con todo el rigor periodístico”, dice.
Ser testigo de la justicia
A lo largo de estos, el programa ha realizado informes y presentado denuncias sobre muchos temas. Algunos incluso llegan a la Justicia, y han sido los periodistas quienes han tenido que ir a declarar al juzgado.
“Me pasó de tener que ir a declarar en juicios como testigo por haber hecho la investigación. Han sido unas seis o siete veces”, dijo Martín. Una de ellas fue cuando emitieron un informe contra una residencia de tercera edad, que luego fue uno de los primeros en tener brotes de covid, señaló Martín
“Nosotros encontramos muchas irregularidades, trabajadoras en negro, y me llamaron para que fuera a declarar y dijera cómo había accedido a cierta información y diera todo lo que podía aportar. Dentro de mi rol, no solo como periodista sino como persona, doy todo lo que pueda aportar, soy así”, dijo.
Igualmente, reconoce que se ha llevado algunas desilusiones cuando planteó denuncias a autoridades, que luego no se investigaron. “Tengo un montón de denuncias que no pude probar porque no soy Policía, no soy Juez y hay cosas que no puedo hacer. Tengo esas denuncias pero no las puedo probar, entonces no voy a hacer un informe para pasarlo en televisión, pero se las doy para que investiguen”, algunas tuvieron eco en la justicia, otras no.
“Con los años te vas curtiendo y ya no te desilusiona, porque al principio decís una persona con autoridad, del gobierno o la oposición, lo mínimo que debería ser es decir: ‘gracias, lo vamos a ver y estudiar’. También ha pasado con muchas investigaciones que salen al aire y después no pasa nada”, dijo. “Es un poco frustrante, que después de tanto trabajar en un tema, quede en la nada”, agregó.
La historia
Desde su estreno, en 2012, Santo y Seña se posicionó en uno de los programas de mayor audiencia de nuestro país los días miércoles, siguiendo una tradición que se inició con Zona Urbana y siguió con Pan y Circo (ambos en Canal 10). El año pasado encontró su nuevo día horario, los domingos luego del informativo Telenoche.
Lo que no ha cambiado en este tiempo es la polarización que genera la figura de Álvarez, quien es elogiado y criticado en las redes sociales por sus comentarios e informes, que hacen que el programa sea una de las tendencias en Twitter cada domingo.
Ese éxito, que Álvarez ha sabido ganarse gracias a un periodismo de investigación incisivo, también ha sido un éxito en las redes sociales. A modo de ejemplo, sólo en Facebook, la página del programa supera los 219.000 seguidores.
Este domingo inicia un nuevo ciclo de este programa, premiado, criticado y admirado, pero que ha sabido mantener una audiencia fiel.