FINAL
El pequeño campeón del concurso de talentos de Canal 10 habló con El País y dijo que quiere ayudar a que otros niños aprendan a tocar el acordeón

Enzo Castro, el niño de Rivera que supo brillar desde la primera instancia del programa, le dijo a El País, después de ganar Got Talent Uruguay y asegurarse, con eso, un millón de pesos, que su sueño era comprarse un acordeón nuevo. “Si puedo”, comentó, contento y sin dimensionar lo que acababa de suceder en el Auditorio del Sodre.
El programa más popular de Canal 10 cerró el lunes su segunda temporada, con una transmisión en vivo que tuvo presencia de público -protocolos mediante- y 12 actuaciones. Para el joven acordeonista, la noche comenzó con el jurado y la audiencia de pie después de su número artístico, y con una versión colectiva del “Feliz cumpleaños” para celebrar que el día antes había llegado a los 8.

Y terminó a lo grande. Minutos antes de la una de la madrugada, Natalia Oreiro llamó a los cuatro números artísticos más votados por el público -Saydis, Bernardo, Wendy Silveira y Enzo- y anunció que este último era el gran ganador.
Luego de conocerse el resultado, y finalizada la transmisión, Enzo y su familia, los jurados y demás participantes, fueron detrás del escenario para continuar con los festejos. Entre medio de todos ellos, este periodista.
Luego del saludo de los otros finalistas, después de que Claudia Fernández le dijera que ahora podía comprarse un millón de pesos en caramelos, y mientras sus padres esperaban para descansar un poco, el pequeño habló con El País.

—¿Qué sentiste cuando Oreiro empezó a llamarlos al escenario?
—Yo me dije: de entre todos estos, acá no salgo, porque nombraron a los otros antes. Y cuando me llamaron, me caí de la emoción.
—¿Siempre te gustó tocar el acordeón?
—Antes no me gustaba el acordeón, pero después me empezó a gustar y ahi comenzó todo esto que terminó con esta locura.
—¿Tenés alguna canción que te guste tocar más que otra?
—Para ser sincero, me gustan todas.
—¿Y cómo te va en la escuela?
—Me va muy bien, saco notas buenas y me gustan Razonamientos y Matemáticas.
—¿Y cómo te portás en casa?
—Más o menos.

—¿Qué vas a hacer con el premio que ganaste?
—Voy a ayudar a los niños que quieren aprender a tocar el acordeón, y me voy a comprar uno nuevo, si puedo.
—¿Qué querés decirle a otro niño que quiere aprender a tocar, el acordeón u otro instrumento?
—Que sigan sus sueños y que el día que tengan la oportunidad, la aprovechen.

Así fue la velada
La celebración de Enzo y su espontaneidad fueron apenas la cereza de la torta para una noche donde no faltaron ni la emoción, ni los anuncios. Acerca de estos últimos, y luego de varios minutos de suspenso, el más joven de los jurados de Got Talent, Agustín Casanova, anunció formalmente el regreso de la banda Márama después de cuatro años ausentes, dato que ya se había confirmado extraoficialmente.

La conductora del ciclo también lanzó otra “primicia” con trascendencia pública: comunicó que el año próximo se realizará en el 10 el formato La Voz Uruguay, y que las audiciones ya estaban abiertas.
Más adelante, Oreiro también reveló que habrá una tercera temporada de Got Talent, lo que fue celebrado por los espectadores presentes.

Pero la final tuvo emoción desde el inicio, minutos después de las 21.00, cuando se presentó a los cuatro jurados, que atravesaron la sala Eduardo Fabini para llegar a sus lugares vitoreados como si fuesen estrellas de rock. Entre los asistentes había autoridades y figuras del canal, el presidente del Sodre, Martín Inthamnoussu; y el ganador de la primera temporada de Got Talent, el cantante de ópera Diego Coronel.

La maratónica jornada -12 números artísticos con sus respectivas escenografías, preparaciones y devoluciones-, se realizó sin inconvenientes, con el público en sus lugares y manteniendo los protocolos que comenzaban en la puerta (se pedía cédula de identidad y certificado de vacunación contra el COVID-19 para ingresar). En las pausas, eso sí, no faltaron los que se arrimaron al jurado para chocar los puños o pedir una foto, todo parte del color de una noche de alegría que terminó con un liderazgo en el rating, y con la consagración de un pequeño gran talento.