Falleció Hilda Bernard, la gran villana de la televisión argentina, a los 101 años

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Hilda Bernard. Foto: La Nación. Crédito: Alejandro Pagni

ADIÓS

La reconocida actriz de cine, teatro, radio y televisión realizó más de mil radioteatros y 50 telenovelas en sus 70 años de carrera

En el último tiempo, la salud de Hilda Bernard estaba frágil por su edad, tenía 101 años, pero también porque había superado un ACV y el covid. Falleció este miércoles y las redes sociales se llenaron de emotivas despedidas para esta actriz que supo trabajar en cine, teatro, televisión y radio por siete décadas.

"Era nuestra afiliada más longeva, registrada en 1942 bajo el número 26", publicó la Asociación Argentina de Actores (AAA) en Twitter. En 1994, la Asociación y el Senado de la Nación le entregaron el Premio Podestá a la Trayectoria Honorable.

Había nacido como Hilda Sarah Bernard y gracias a una carrera que se extendió por siete décadas se convirtió en uno de los rostros más reconocidos de la televisión. 

Ficciones como Chiquititas, Alta Comedia, El amor tiene cara de mujer, Rosa... de lejos, Floricienta, Rebelde Way, La extraña dama, Cosecharás tu siembra, Celeste o Pobre Clara son alguno de los títulos que la hicieron conocida entre grandes y chicos.

Hilda Bernard en la serie "Chiquititas". Foto: Captura
Hilda Bernard en la serie "Chiquititas". Foto: Captura

Nunca le gustaron las peleas, jamás se involucró en un escándalo con sus compañeros de trabajo. Tenía una ética laboral intachable, hizo honor a lo más sagrado de su vida: la privacidad. Hilda Bernard fue una de las últimas mohicanas de una generación que formó parte de una época de oro del espectáculo argentino. "Hice trabajos muy hermosos en teatro y en cine, pero el cariño masivo del público fue gracias a los personajes de la radio y la televisión", explicó en el canal América en una de sus últimas apariciones públicas.

Cuando la televisión irrumpió en Argentina, Hilda Bernard fue convocada para participar en distintas ficciones. En ese reciente medio, la actriz se convirtió en una pieza fundamental. Eran tiempos donde la televisión se hacía en vivo y, claro, había mil inconvenientes que superar sin que se notaran demasiado. "No sabía qué decir, me fui de cámara mientras mi compañero de escena inventaba como loco. En realidad, salí porque no entendía lo que me soplaba el apuntador Francisco Morasano", recordó en Estamos en el aire, la historia de la televisión argentina escrita por Pablo Sirvén, Carlos Ulanovsky y Silvia Itkin.

Hilda Bernard en la serie "Chiquititas". Foto: Captura
Hilda Bernard en la serie "Chiquititas". Foto: Captura

Trabajó en radioteatros que también se volvieron un éxito. También se animó a hablar, en los años sesenta, sobre temas de actualidad y cuestiones femeninas en Mujeres a la hora del té, donde compartía las charlas con otras colegas y la periodista Valentina, pionera del género del chimento. En 1980, fue parte de Rosa de lejos, que protagonizó Leonor Benedetto en el canal ATC. 

Si bien tenía una carrera importante, no fue hasta que la llamó Cris Morena en 1995 para que interprete a Carmen Morán, que su nombre quedó asociado para siempre con el rol de villana. La actriz fue la villana dueña del hogar Rincón de luz, eje de la trama del éxito mundial: Chiquititas.

Durante tres años consecutivos, Hilda se divirtió conquistando a un público infantil que no la conocía. "Fue rarísimo lo que me sucedió, los chicos odiaban a mi personaje, algunos hasta se ponían a llorar cuando veían a Carmen en la tele, aunque si me cruzaban en la calle me adoraban", reconoció con orgullo.

Luego llegaron La niñera, Rebelde Way, Socias, Los exitosos Pells y Malparida, éxitos de un listado imposible de abarcar. 

En 2015, Aptra le entregó el Martín Fierro a la Trayectoria coronando una vida de reconocimientos. Dijo aquella noche ante el aplauso cerrado y la ovación de pie de todos sus colegas: "Me había propuesto trabajar hasta los cien años, no me faltan tantos, me faltan cinco nada más". Ante el salón colmado, ingresó al escenario con la dignidad y la elegancia de las grandes. Erguida con su bastón y un andar que solo conocen las grandes de la escena.

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