ENTREVISTA
El periodista habla de su experiencia al frente del ciclo "Desayunos Informales" y de su nuevo rol en la conducción de "Telemundo sábado"
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Hace un año y medio, Ignacio Martirené volvió de Chile para sumarse a la primera mañana de Desayunos Informales (tras la salida de María Noel Marrone) y cubrir las noticias internacionales en la edición central de Telemundo.
Esta semana se supo que el comunicador dejará el periodístico de las mañanas para dedicarse de lleno al informativo de Canal 12. Si bien seguirá explicando las noticias del mundo, asumirá el rol de conductor de Telemundo sábado. Su llegada será en julio.
“Estoy contento con el cambio, la responsabilidad y la confianza que me han dado mis compañeros de Telemundo, como las autoridades de La Tele”, dijo Martirené a El País. “Es un lindo desafío para avanzar dentro del canal y para mi carrera”.
En sus dos décadas de trayectoria, ya sea en Uruguay o Chile, Martirené siempre se dedicó al trabajo en noticieros. Es, dice, de las cosas que más le gusta. Esa pasión se combina con el rol de entrevistador que desarrolló en el magazine periodístico de La Tele.
“Ahora me voy a focalizar en el trabajo del informativo que es algo que me apasiona. Me gusta asumir nuevos desafíos, evolucionar y por eso la experiencia en Telemundo va a ser enriquecedora, como lo fue conducir este año y medio Desayunos”, dijo.
Martirené se despide mañana de “Desayunos”
Mañana viernes Ignacio Martirené se despedirá del público de Desayunos Informales luego de un año y medio al frente de la conducción del periodístico matutino. En Canal 12 están trabajando para encontrar al nuevo conductor, o conductora, del ciclo.
—¿Te costó aceptar el desafío?
—Sentí que era un buen momento para avanzar, pasar a una siguiente etapa en el canal. Lo analicé en familia y me tomé unos días para responder.
—¿Qué balance hacés de este tiempo al frente de Desayunos informales?
—Es un balance más que positivo el de este año y medio que llevo en Uruguay y en Canal 12. Para mí ha significado un crecimiento como conductor, lo que me encanta. Después, a nivel personal ha sido un año con muchas cosas lindas. El volver a mi país, estar con mi familia, ver a mis hijos creciendo acá ha sido muy lindo.
—Es una tarea compleja la que hacés en Desayunos, intentando llevar calma cuando las entrevistas comienzan a tomar temperatura.
—Como conductor tengo que manejar los tiempos del programa y los de cada entrevistado para que todos podamos preguntar. Esa tarea la trabajamos en equipo. Como entrevistador siempre tuve claro que el protagonista es el entrevistado, no el periodista, y soy muy cuidadoso de eso. Hay días que uno no queda del todo conforme con el resultado de una entrevista, pero en líneas generales ofrecimos siempre un trabajo responsable. En mi rol de conductor estoy tranquilo de haber desarrollado una tarea cuidando mi trabajo y el del equipo. Me voy con la sensación de una tarea plenamente cumplida y conforme con lo que hemos hecho. Es un cambio en el canal así que voy a seguir estando en contacto con mis compañeros y viendo al equipo de la mañana.
—En las entrevistas, a veces se generaba un poco de tensión con los entrevistados. ¿Recibieron presiones de políticos o autoridades?
—No, presiones jamás. Alguna vez pudo haber aparecido algún comentario en redes sociales. No recuerdo cuestionamientos directos de actores políticos. Uno ve comentarios en las redes sociales de televidentes y hay de todo, están lo que dan para adelante y otros más críticos. En este rol te acusan de ser de un lado o del otro del espectro, de tener intención, de no haber preguntado lo suficiente o haberse puesto muy estricto en las preguntas. Hay opiniones diversas y uno trata de hacer el trabajo de manera profesional abarcando todas las opiniones.
—¿Cuál es tu mirada acerca de las redes sociales?
—En lo personal, leo y escucho las opiniones a favor y en contra. Respeto las distintas reacciones que pueda generar el trabajo que uno hace como periodista al aire. Pero no hay que dejarse llevar por todo lo que se dice, sino no podés trabajar tranquilo. Hago mi tarea con compromiso, estando informado, preguntando a los involucrados y dándole voz y lugar a todos los que puedan tener algo para informar.
—Igualmente hay algo de intolerancia y hostilidad en las redes.
—Hay una tendencia cada vez más agresiva, no quiero generalizar, por parte de actores importantes de la sociedad. Hay comentarios fuera de tono, innecesarios y que a veces incurren en falsedades y acusaciones sin pruebas. Esto es de un lado y del otro porque no me refiero a nadie en particular. Hay mucha tensión en las redes, por eso trato de no estar muy metido ahí porque lo considero poco sano. Creo que hay gente que pasa demasiado tiempo en las redes, no solo consumiendo y leyendo, sino participando de una manera que al final se vuelve enfermiza. Y se ve un bajo nivel de discusión o debate y con un tono que busca el enfrentamiento. Eso no le hace bien ni al trabajo periodístico ni a la sociedad en su conjunto.