A Jaime Clara le gustan los desafíos, eso es bien evidente. Desde el lunes 16, por ejemplo, asumeuno grande: estar al frente de un transformado Telenoche 4, una responsabilidad que, reconoce, lo asusta un poco. Pero, está más que claro, no es de los que rehuye a los desafíos.

Clara conducirá un informativo central (junto a Viviana Ruggiero y Emilio Izaguirre) con nueva escenografía, gráficos y manera de redactar las noticias. El periodista y conductor reconoce que, quizás, se busca con él algo de esa impronta que demostró en Buen día, el programa que lo llevó a Canal 4 en marzo de 2022 y que fue otro reto grande.

Su agenda seguirá siendo de las ocupadas y desde muy temprano. Comienza a las seis menos cuarto con un espacio musical, Antes de las noticias) en Sarandi, con Laura Rodríguez (que además será compañera de Telenoche) para a las seis conducir Es noticia; y en la misma emisora, de 14.00 a 16.00 se integró a Viva la Tarde y los sábados de mañana no pinesa abandonar su clásico magazine cultural, Sábado Sarandí (“eso no se toca”, dice como si hiciera falta la aclaración).

Continuará, sí, como asesor cultural de la Facultad de comunicación y diseño de Universidad ORT, aunque dejará su cargo, como, también, asesor, en la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación (“con mucha pena, porque estamos haciendo un trabajo estimulante”, dice). Los días son largos para Clara pero algo tiene que ceder.

Y está el desafío de Telenoche a donde llega con toda la humildad de aquel chiquilín que empezó en una radio en San José. “Quiero destacar a Marcelo Irachet, que en las últimas semanas ha sido un titán, junto a toda la redacción, llevando adelante la conducción de Telenoche”, dice, por ejemplo.

Sobre su ética de trabajo, cómo va a cambiar el informativo y si se va a agrandar con su nuevo rol en la televisión, Clara charló con El País.

-¿Cuán nervioso lo pone todo esto?

-Mucho.

-¿En qué lo nota?

-¡En mis uñas! (se ríe). Tengo mucha expectativa. No me imagino estar sentado en ese estudio conduciendo con dos profesionales como Emilio y Viviana. Es mucha responsabilidad ser la cara del informativo.

-¿Fue el primer sorprendido con la noticia que había sido elegido para conducir Telenoche?

-Todo 2022 fue una caja de sorpresas. Estaba tranquilamente haciendo radio y viene la oferta de hacer Buen día. Habíamos conversado algún otro proyecto pero eso fue lo primero que me sorprendió. Acepté con muchas dudas sobre todo porque era estar dos horas de mañana haciendo otra cosa que no era lo mío y conduciendo un equipo. La verdad es que nunca pensé que me adaptara tan rápido y que me iba a sentir tan cómodo. Entré el 28 de marzo y en un momento llegó el ofrecimiento de Telenoche. No lo sé, pero supongo que el desempeño en Buen día debe haber tenido mucho que ver. Es un público nuevo para mi pero hay oportunidades que no se pueden dejar pasar.

-¿Igual le costó aceptar?

-Muchísimo. Principalmente por el peso de la marca Telenoche...

-Estará en la silla de, para nuestra generación, gente como Carlos Giacosa o Jorge Arellano.

-Y los informativos son los buque insignia de los canales en todo el mundo. Estar al frente (junto con Izaguirre y Ruggiero) de ese equipo tiene un gran peso.

-¿Cuál es tu tarea como conductor?

-En esta concepción del informativo es la de no ser un mero presentador de noticias. Una de las claves es seguir apostando a que la gente se informa a través de la televisión y de un informativo. Hay mucha competencia con las redes, las plataformas, así que la idea es que hay que hacer un producto confiable donde el vínculo con la gente sea amable, más cercano. Cómo contarle lo que está en las redes de una manera interesante es un desafío. Es lo que pretendía hacer en Buen día aunque esto es distinto. El formato te exige ser muy claro a la hora de transmitir la noticia y en el caso que haya que opinar algo decirlo sin problemas. Que el formato no condicione el vínculo con el televidente. Y sospecho que elegirme tiene que ver con eso.

-¿Qué ofrece usted de distinto?

-No soy un tipo de la televisión y el hecho de estar haciendo radio durante tantos años y sobre todo en el programa de los sábados -solo, sin tener interlocutores- sospecho que me ha llevado a generar un diálogo con un público que puedo llegar a trasladarlo al informativo. Y además, sí, voy a tener interlocutores. A Emilio lo conocí en Sarandí y Viviana es una gran periodista y entre los tres vamos a generar una empatía que permitirá que nos acerquemos al televidente de una forma más efectiva.

-Una de las consignas publicitarias del nuevo Telenoche es “más simple”. ¿Pasa por ahí eso que dice?

-Es eso. A veces la sucesión de noticias te lleva a ir una tras otras y si venís de una noticia muy fuerte desde el punto de vista social, no podés saltar al aumento del boleto o el funeral de Pelé.

-Una mirada periodística distinta...

-Más empática con el televidente. A todos nos pasa que, o le hablamos a la televisión (tipo “no puede ser esto”) o al que tenemos al lado (“mirá lo que pasó con esta gente”). Bueno, poder decirle también esas cosas al televidente desde el propio estudio de Telenoche. Será un Telenoche 2023 al que se llega después de un trabajo de muchos meses de ir generando una batería de propuestas que modernizara la forma de decir las noticias. La escenografía y los gráficos, por ejemplo, cambian. Y también cómo contamos las noticias.

-Y la exposición es grande y lo pondrá en otro lugar como figura pública.

-Intentaré no desperfilarme de la impronta de Sábado Sarandí, al que le debo todo lo que soy periodísticamente.

-Es una nueva generación de informativista...

-En su momento, fíjate vos, los informativos tenían a Néber, a Traverso y Arellano que eran tres productos de la Radio Sarandí de Jorge Nelson Mullins. Después vino el recambio con Aldo Silva y Blanca Rodríguez. Lo que tiene este grupo de Telenoche es un buen mix entre nuestra generación y una cantidad de gente joven. El promedio de edad es 30 y poco y, muchos de ellos están saliendo al aire.

-Su carrera no para de avanzar ¿Cómo ve eso?

-Mi papá estaría orgulloso. Nunca lo imaginé. He pensado mucho en eso. Solo pretendía hacer radio y si me apuras solo quería hacer Sábado Sarandí y era el tipo más feliz del mundo. Jamás hubiera pensado que iba a estar pero hasta acá me trajo la pasión por el periodismo y al final, la gente, los directivos, terminan dándose cuenta de eso. No madrugo a las tres y media de la mañana al santo botón. Lo hago porque aprovecho al máximo el tiempo y sacrifico cosas por el periodismo.

-Recién mencionaba a su padre. ¿Esa cosa de trabajar tanto viene de sus padres?

-Mi mamá llegando toda embarrada de la escuela rural en San José, de la que tenía que volver haciendo dedo. Si eso no es amor por la vocación, no sé qué es. O mi padre después de haber sido destituido volver enfermo de cáncer a trabajar de inspector de escuelas. Si eso no es por vocación. Esas cosas me viene de ellos pero por sobre todo es vocación. Hay que confiar en la vocación.

-Ahora que es conductor de un informativo central.¿ Se va a agrandar?

-(se ríe) Usted me conoce. Sabe que no soy de agrandarme.