Redacción El País
Este domingo, Uruguay se quedó sin la mitad de su representación en Gran Hermano Argentina. Rosina Beltrán fue eliminada con casi el 60 por ciento de los votos, en una noche sorpresiva que cambió el rumbo de quien se perfilaba como una de las potenciales finalistas.
La morocha terminó abandonando el reality por el impulso de los fanáticos de Juliana "Furia" Scaglione, que la veían como una rival fuerte, pero además condenaban su personalidad que, en el programa, mostró facetas aniñadas e inocentes que dividieron agua.
Ayer, la salida de Rosina causó sensación entre los participantes del programa que emite Canal 10, en tanto ninguno esperaba que ocurriera. Sin embargo, lo que más sorprendió fue la reacción de la uruguaya que, lejos de romper en llanto, como sí hizo su amiga Zoe Bogach (su amiga más íntima dentro del juego), se mostró extremadamente sonriente y eufórica.
Apenas Santiago del Moro anunció que era quien debía abandonar el reality, Rosina desplegó su sonrisa y la mantuvo hasta último minuto. Repartió abrazos ante las caras estupefactas de sus compañeros, que se preguntaban qué había pasado. Y mientras recorría el pasillo para salir de la casa, lanzó gritos incesantes, algunos de frenesí y otros que decían "¡Los amo! ¡Los quiero! ¡Que gane el mejor!", al tiempo que corría con la energía que la caracteriza.
Además, ni bien se escuchó que era la eliminada, Rosina reveló: "Yo lo sentía, no sé por qué", y enseguida acotó: "Me enteraré afuera". Este lunes se la espera en la gala de debate para conversar sobre su partida.