Redacción El País
Este jueves se terminó de definir la placa de nominados de Gran Hermano: Argentina para este domingo. Al comienzo del programa que conduce Santiago del Moro, la selección de jugadores que debían enfrentarse a la votación telefónica estaba conformada por Nicolás Grosman, Lisandro "Licha" Navarro, Carla Destéfano, Florencia Cabrera e Isabel Denegris.

Sin embargo, Alan Simone, el líder de esta semana, tuvo que establecer dos cambios en la placa. Además de salvarse de la eliminación, tuvo que sacar a uno de los jugadores de la lista de nominados y colocar a otro que no había quedado por los votos de sus compañeros.

"Es algo muy difícil porque los quiero mucho a todos, pero... voy a salvar a Lisandro", dijo Simone, sin sorpresas. Luego, ambos se dirigieron al SUM para debatir sobre la estrategia que iban a seguir para enviar a otro miembro a la placa.

Alan tuvo que nombrar uno a uno a sus compañeros para revelar a quiénes dejaría fuera de la zona de eliminación. La definición quedó entre Juliana "Furia" Scaglione, y la uruguaya Rosina Beltrán. Según el líder de la semana, el voto fue por "nada en especial", aunque en redes varios lo vincularon al fallido coqueteo de las semanas anteriores. En la instancia de nominación, Alan ya le había dado un voto.

La reacción de la uruguaya fue contundente. Prácticamente no cambió el gesto cuando Alan dio su nombre y, cuando Del Moro le preguntó qué opinaba, Rosina dijo que "sentía" que sería ella la elegida. No se equivocó: el domingo se enfrentará por primera vez al voto telefónico.

Pero no fue lo único que ocurrió anoche. Unos minutos antes de que terminara el programa, Del Moro sorprendió con un anuncio para los televidentes: el regreso del teléfono rojo. Aunque los participantes todavía no conocen la novedad, según se especula en redes que el teléfono ingrese a la casa el lunes, un día después de la cuarta gala de eliminación de Gran Hermano: Argentina.

En ediciones anteriores, el teléfono rojo podía salvar a un participante, enviarlo directamente a placa de nominación u obligarlo a cumplir un desafío. Lo importante era atenderlo antes de los 10 segundos.

"El teléfono va a sonar con cosas buenas, no tan buenas y otras tremendas", explicó el conductor. "Hay que animarse a atenderlo... No es para cualquiera", dijo sobre el desafío que se había usado en la edición de 2007 del reality.