MIRÁ EL PROGRAMA
El trapero nacido Facundo Cedrés fue el entrevistado de este viernes en el programa que se emite por la web de El País y por Canal 10
El que se presentó esta semana fue, como se dijo al comienzo, un legado “atípico”, el de un joven de apenas 22 años y una carrera meteórica. Es el caso de Facundo Cedrés, o sea Pekeño 77, o Peke a secas.
El trapero de Ciudad de la Costa, una de las últimas estrellas con proyección internacional de la música uruguaya, fue la figura celebrada en el programa El legado que se emite cada viernes por la web de El País, y sus perfiles de Facebook y YouTube.
Conducido por Ignacio González, el ciclo de entrevistas que también va por Canal 10 tiene en marcha su segunda temporada, esta vez filmada en el Teatro Solís. Hasta ahí llegó el cantante de “Pistola II”, que terminó soltando barras en uno de los escenarios fundamentales de la cultura uruguaya.
A lo largo de la entrevista, Peke fue fiel a su estilo. De respuestas sencillas, concretas y esquivas a cualquier polémica, el cantante compartió desde el inicio ese mensaje de perseverancia que lleva como filosofía de vida. “Siempre va a haber que tirar pa’ adelante, va a haber que lucharla, va a tener sus lados buenos y sus lados malos. Como todo en la vida”, dijo e invitó a las personas a “no quedarse”.
El viaje del músico por el Solís fue desde su infancia hasta su fama actual, que lo encuentra con el tiempo repartido entre Uruguay y Miami y con fuerte impacto en Argentina. A lo largo del recorrido, la entrevista volvió una y otra vez sobre su relación con la delincuencia. El “77” de su nombre artístico es un código para identificar a personas sin prontuario criminal.
“Nunca estuve preso ni pienso estarlo”, afirmó el trapero. “Por las amistades que uno tiene, las cosas que uno va viviendo, resulta ser que descubre que existe eso también. Una cosa va llevando a la otra y cuando querés acordar, uno sabe que eso también es una realidad. Y tampoco es un misterio, todo el mundo lo sabe”, dijo en referencia a la criminalidad. “Si uno se deja llevar, ahí es cuando están los problemas. Pero bueno, de ahí surgen las canciones, las inspiraciones para lo que hago yo”.
Más adelante, en otro de los actos en que se divide el programa, al cantante le tocó presenciar la recreación de una escena de su vida. Dos actores interpretaron un momento que le tocó vivir de camino a Punta del Este, adonde viajó junto a sus amigos, en la camioneta de su madre, para rodar el videoclip de “Pistola II” que fue un punto de quiebre en su carrera.
Esa escena reveló cómo, en el trayecto, uno de sus compinches intentó persuadirlo de entrar a robar una casa, a lo que Peke se opuso mientras explicaba que tenía una pasión, un objetivo que era hacer música, y que lo iba a lograr por mérito propio, trabajando y ganando peso por peso.
Terminada la recreación, Peke 77 le admitió a González que los hechos fueron “un poquito así. Un poquito bastante”. Y declaró: “Tengo muchos amigos que no han optado por el mejor camino, pero está bueno siempre decirle lo real. Y pienso que mis palabras no fueron tiradas al viento”.
Y más hacia el final, el conductor le preguntó qué se sentía ser apuntado con un arma en la cabeza (“lindo no es”) y qué le decía a quienes entendían que su música era una apología al delito. “Les digo que esta bueno su punto de vista, los felicito y tampoco me interesa. Yo hago mi música porque es lo que me hace feliz”, dijo.
Sobre el vínculo con la policía, además, dijo que ha tenido “muchos problemas por la apariencia y eso”, aunque ahora ya no da “pelota” como antes. Respecto a la discriminación y el maltrato que han llegado a sufrir él y su entorno de parte de los agentes, agregó: “Uno siente rabia, no es lindo que te discriminen. Y menos que te traten así, violentamente, tipo perro”.
Cuando el programa no rondó por esas temáticas, Peke —que tiene casi un millón de oyentes mensuales en Spotify y acumula otro tanto en YouTube, además de colaboraciones con Ruben Rada y el trapstar argentino Duki— mostró otros aspectos de su personalidad. Habló, por ejemplo, de la importancia de sus padres; confesó que añora la infancia y que no le gusta la tecnología, más allá de que ha sido clave para su ascenso profesional; y contó que disfruta mucho de la naturaleza y el campo.
También dijo que “varias veces” dudó de sí mismo, que ha cometido “varios errores” y compartió su experiencia con la ansiedad y los ataques de pánico que experimentó durante un buen tiempo. En ese sentido, admitió que entre sus temores, “el miedo al fracaso puede estar”, así como “el miedo a la muerte, a que te quiten la vida”.
En su paso por El legado, que se terminó con una versión de “Rangos” en la penumbra del Solís, el artista aseguró que “el verdadero Peke y el verdadero Facu son lo mismo, lo que ves acá”, y que no hay varios roles sino distintos matices de su personalidad, que ganan protagonismo según la necesidad y la circunstancia.
“Hoy en día, el éxito para mí es estar bien conmigo mismo. Ese es mi mayor éxito”, dijo Peke 77 en el programa. Y envió un mensaje a los chicos que sienten que nada les sale, y que se vienen abajo: “Que no se ahoguen solos. Que no se ahoguen solos y le busquen la vuelta para salir adelante. que siempre hay una vuelta”.
El trap y la crítica sobre su carácter machista
Durante el mano a mano en el Teatro Solís, Ignacio González le preguntó a su entrevistado qué pensaba respecto a la crítica generalizada de que el trap, el subgénero musical en el que se insertan sus canciones, es de corte machista.
“Depende cómo uno lo mire. Yo lo miro del lado de que es música y ya está, no le busco el pelo al huevo desde ese lado. Para mí la música es música, está hecha para disfrutar, compartir y alegrarse. Y capaz que sí tiene mensajes que pueden ofender a cierto sector de la población, en todo sentido, como cualquier tipo de letra que uno escriba. Pero no lo veo por ese lado”, respondió Peke 77.
El conductor quiso saber qué opinaba acerca de “toda esta movida que está pasando con el feminismo” y, sincero, contestó: “La verdad, verdad, no estoy tan al tanto de todo eso, pero yo apoyo. Apoyo mientras sea por respeto, está todo bien. No doy mucha opinión, pero respeto todo lo que abarca eso”.