ESTRENO

Hace años que Canal 10 planeaba hacer una versión local de La Voz, el certamen de canto surgido en Holanda y que ha tenido más de 50 adaptaciones en el mundo desde su creación, en 2011.

Se trata de uno de esos formatos exitosos; y globales. En una de las versiones hechas en Argentina (que emitió Canal 4) ganó un uruguayo, Braulio Assanelli.

Hoy, a las 21.00 (o mejor dicho después de Subrayado que esas cosas no suelen ser puntuales) se estrena la versión local, apropiadamente titulada La Voz Uruguay.

Lo conduce Natalia Oreiro y el jurado, que desde hoy selecciona “a ciegas” los integrantes de su equipo lo integran Ruben Rada, Agustín Casanova, Lucas Sugo y la argentina Valeria Lynch.

“Necesitás una formación previa para poder hacerlo bien”, reconoció a El País Ignacio Varela, productor general del programa, quien ya se encargó de otro peso pesado, Got Talent. Esa formación previas la aportaon las adaptaciones que hizo el canal de Salven el millón, Escape perfecto, Masterchef y Got Talent.

La llegada de La Voz se viene preparando desde el año pasado. Se anunció en la final de Got Talent y ya en noviembre se abrieron las inscripciones. Ya por entonces, la producción hizo una gira de audiciones por el interior para las que se anotaron más de 5.000 aspirantes.

De allí salieron los seleccionados para enfrentar, con una canción como única arma de seducción, a los cuatro jurados con la esperanza de que al menos uno de de vuelta su silla y los incluya en su equipo.

El primero en integrarse fue Agustín Casanova, quien es de la casa y tenía experiencia en evaluar participantes en dos temporadas de Got Talent. Además, ha dicho ser un confeso fanático del formato.

Para que estuviera Oreiro se lograron compaginar agendas, ya que la uruguaya, que condujo todas las temporadas de Got Talent también estará al frente de la versión argentina de ¿Quién es la máscara? que produce Telefé.

La búsqueda de los restantes jurados fue por artistas conocidos, con trayectoria y queridos y, cómo ordena el protocolo del programa, uno debía ser una figura internacional. De inmediato se pensó en Lynch, quien es argentina aunque está radicada en Uruguay.

“Era la indicada, y ahora trabajando con ella, es un placer, porque sabe mucho y todos aprendemos de lo que sabe”, dijo Varela.

Convencer a Sugo -quien en 2019 condujo un ciclo de entrevistas músicos en Canal 4, A solas con Lucas Sugo- llevó varias reuniones: estaba entusiasmado pero nervioso. Al final accedió y, de acuerdo a Varela, “es un descubrimiento mágico”

A Rada también “le copó la idea y es una eminencia, un maestro y muy cómico, un profesional de primera categoría, y la comunicación que tiene con los participantes es mágico”, dijo el productor del ciclo.

Con el quinteto de estrellas completado había que conseguir un lugar lo suficientemente grande como para para alojar la imponente escenografía de mil metros cuadrados que se requiere. Sería, dicen desde la producción, la más grande para un programa uruguayo.

Finalmente eso se encontró en Centro de Eventos del Latu donde el canal ya había producido Escape perfecto y, por lo tanto, estaba familiarizado con la infraestructura. Allí se armó el plató que, además de las clásicas sillas giratorias y el escenario tiene muchos detalles decorativos que se repiten en todas las versiones del mundo.

“Llevó un trabajo inmenso, y por momentos daba un poco de miedo porque parece todo tan grande que pensás que no llegás a tiempo, pero el trabajo humano que hicieron los técnicos fue fabuloso”, dijo Varela.

La escenografía y luces son importantes para el programa, dice, pero fue en el sonido donde se puso el mayor énfasis. “Tiene que ser algo particularmente bien logrado. La imagen tiene que brillar, pero el sonido tiene que ser muy bueno y eso requirió mucho trabajo”, de acuerdo al productor.

Una parte divertida en las audiciones a ciegas es cuando los jurados se pelean por lograr que un participante sea parte de su equipo. Varela adelantó que eso, claro, va a ser parte de este show.

“Es una dinámica muy divertida y puedo adelantar que el más peleador es Agustín” dijo Varela. “Es el que se levanta de la silla y pelea. Valeria también es muy buena peleando y tiene una trayectoria que pesa sobre sus hombros, al igual que Ruben. Lucas, por su parte, es el representante del interior del país, y es más tranquilo. Eso hace que haya cuatro coaches con características muy distintas peleando con sus armas para conseguir los mejores participantes para su equipo”.

Para los participantes, en todo caso, debe ser entusiasmante ver cómo esos cuatro nombres importantes en la música se pelean para que se vayan con ellos. El cantar sin que se conozca la historia de vida de los participantes, y donde únicamente importe la voz es uno de los diferenciales de La Voz, lo que a su vez hace más emocionante la tarea del jurado.

El ganador o ganadora de La Voz se llevará un millón de pesos. Pero más allá de ese premio, los participantes suelen dar por satisfechos por llegar al escenario y enfrentar al tribunal.

El nivel de exposición es visto como una puerta de entrada para que muchos cantantes consigan tener unos minutos para mostrar su arte en horario centra. Para eso basta conseguir las cuatro sillas del jurado o protagonizar esos videos virales que aparecen en YouTube con participaciones de esas asombrosas.

Es cuestión de esperar que, seguro, que va a haber alguna de esas en esta La Voz Uruguay.