Lucía Rodríguez: "Lo que siempre soñé es esto, poder vivir de lo que me gusta hacer"

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Lucia Rodriguez

ENTREVISTA

La comediante habla de su aprendizaje en "Desayunos Informales" y cuenta cómo es hacer humor junto a sus colegas de "La culpa es de Colón"

Lucía Rodríguez está en un gran momento profesional con participaciones en dos programas de La Tele donde desarrolla su faceta como humorista, y crece como comunicadora. Es parte del ciclo de humor La culpa es de Colón (las chicas van viernes a las 23.00 y un domingo por medio a las 22.30) y se integró al magazine Desayunos informales, lo que representa para esta comediante y carnavalera, una dinámica distinta.

“En Desayunos me tengo que adaptar a que a veces el humor cuadra y a veces hay que ponerse serios, investigar y hacer preguntas. Igual estoy encantada como una niña en Disney”, dice a El País.

Rodríguez había llegado al magazine para hacer una suplencia de pocos días, y fueron sus compañeros los que hicieron fuerza para que se quedara. “Eso me emociona”, señala.

“Sé que tengo un montón para aprender, pero estoy re contenta de estar ahí. Es otra herramienta la que me están dando. Encima me peinan, me maquillan y me pagan por ir, es como ideal”, agrega con humor.

La culpa es de Colon
Las mujeres de "La culpa es de Colón". Foto; Marcelo Bonjour

La comediante afirma que su llegada a la televisión fue un doble golpe de suerte porque por un lado le permite crecer como humorista y comunicadora. Por otro, este tiempo de pandemia sin espectáculos públicos hubiera sido fatal para ella, como lo es para otros artistas. “Vivía de hacer shows, fiestas y espectáculos por el interior y no hubiera tenido con qué comer”, dice. Por eso, hacer televisión “me cayó del cielo”.

Si bien afirma que su zona de confort es sobre los escenarios y haciendo humor, “lo que siempre soñé es esto, poder vivir de lo que me gusta hacer”.

Cuando comenzó a estudiar teatro, todo el mundo le decía que no iba a poder vivir del arte y que tenía que buscarse un trabajo estable. “Durante muchos años hice teatro y tenía trabajos convencionales en una oficina; terminaba y me iba a ensayar”, dice. Y aunque entiende que está en un buen momento, “sé que esto es variable, por eso intento disfrutar del momento y recordarme que esto es lo que siempre soñé”.

—¿Cuándo tenés que recordártelo?

—Cuando estoy un poco cansada, o se me acaban las ideas para hacer chistes para La culpa..., y me frustro. Por eso intento ser consciente de que estoy viviendo lo que siempre soñé. Pero es como para no perdérmelo y que dentro de 10 años diga: ‘viví mi sueño y no me di cuenta’.

—¿Y por qué no te darías cuenta?

—Por la vorágine en la que vivimos y las redes sociales. Al estar en la tele, las redes tienen un lado divino, el reconocimiento, pero tiene un costado en el que estás expuesto y yo soy muy sensible, y en las redes estamos a un clic de decir algo con total liviandad sobre alguien sin saber que al otro le afectan Ese otro costado hace que muchas veces quiera ponerme un kiosco y no seguir con esto.

—¿Cómo te llevás con los haters?

—Por lo general no leo ni veo nada. El otro día entré a Twitter, tengo una cuenta que ni uso, pero entré porque quería hacer chistes con los comentarios de la gente. Entré, puse la nariz y salí corriendo como perrito cuando le pegan, porque la gente es muy dura.

Lucía Rodríguez. Foto: Difusión
Lucía Rodríguez. Foto: Difusión

—¿La gente necesita más humor?

—Creo que sí, y la mayoría se la gente agradece el espacio de humor. Canal 12 se la recontra jugó con La culpa es de Colón con dos elencos completamente uruguayos y nunca nos prohibieron decir nada. Está bueno eso, que se la hayan jugado a hacer un humor actual y distinto a lo que se acostumbraba hacer. Eso genera alguna resistencia, pero creo que al final la mayoría de la gente agradece que en estos tiempos donde estamos monotemáticos, tengamos un respiro, al menos durante un rato.

—¿Y a vos, qué te hace reír?

—Soy brava para hacer reír. Me causa mucha gracia el humor inocentón, el típico chiste bobo, el simple. Pero no puedo hacer un chiste común y corriente, soy horrible. No me sale o me olvido del remate, el contar chistes es todo un arte.

Ella y las Colonas.

La Culpa es de Colón.
Vázquez, Da Silveira, Ferrand, Acuña y Rodríguez, el elenco inicial de "La Culpa es de Colón". Foto: Archivo

Rodríguez dice con sus cuatro compañeras (Jimena Vázquez, Leticia Cohen, Catalina Ferrand, Luciana Acuña) se divierten haciendo La culpa es de Colón, y eso se nota. Aunque ser mujeres haciendo humor en televisión, lo sienten como una rareza. “Sobre todo porque el viernes estuvimos después de Tinelli, donde todos eran hombres”, señala.

—¿Hacer humor en pandemia es igual que antes de 2020?

—Nos tenemos que aggiornar. Siempre hablé de mis vivencias, de lo que me pasa a mí para hacer humor. Entonces lo que intento es que la gente se sienta identificada con lo que estamos viviendo para generar el humor desde ahí. Pero estamos todos muy sensibles por esto que no sabemos cuándo va a terminar. Por eso hay que tener cuidado y ver de qué nos reímos. Por ese lado es más difícil, pero tenés un montón de cosas nuevas para hacer humor. Ahora empecé a hacer canciones para pedirle a Luis (Lacalle Pou) que abra cosas. Obviamente lo hago desde el humor, porque sé que no se pueden abrir los espectáculos. Así que utilizo la pandemia a mi favor.

Lucía Rodríguez
Foto: Darwin Borrelli

—¿El uruguayo se ríe fácil?

—No, cuesta. El uruguayo es sumamente exigente, aunque lo que cuesta es hacer humor, porque la gente no se ríe de lo mismo, y lo que a uno le parece gracioso a otro le puede parecer espantoso. Hay gente que dice que se mata de la risa conmigo y otros que no se ríen. Y es más complicado hacer humor siendo cinco mujeres. Uno de los comentarios que leí en Twitter decía: ‘las mujeres no son graciosas, punto’, y hay mucha gente que cree eso. Entonces empezamos perdiendo porque nos ven con el prejuicio de que las mujeres no son graciosas. Eso es lo más difícil que nos toca.

Hacer humor con la maternidad

No hay edición de La culpa es de Colón en la que Lucía Rodríguez no se refiera a sus hijos para generar humor.

“El humor me salvó, porque cuando quedé embarazada de Felipe (su hijo mayor, de 12 años), no se hablaba de lo políticamente incorrecto de la maternidad. Siempre se hablaba de las cosas buenas, se la endulza, se la envuelve en colores pastel y todo es lindo”, dice.

Pero eso no fue lo que vivió Rodríguez. “Sentía que mi maternidad no era así, mi embarazo no fue todo lindo y dulce”, dice y aclara que ser madre es lo más lindo de la vida, “pero entiendo que hay un lado B que nadie me lo había contado”.

“Me decían que estar embarazada era el momento de mayor plenitud de la mujer y yo me encontré que había engordado 30 kilos, el bebé me pateaba las costillas, no podía respirar, me desconocía, tambaleaba. Después la cesáreas y el momento de dar la teta, sobre todo eso, me habían contado que era tan maravilloso, y lo que vivía no tenía nada que ver con eso”, dijo.

Entonces decidió que tenía que hacer algo y comenzó a escribir sus primeros monólogos de humor. Cuando hizo su primer curso de stand up, todo el material fue sobre la maternidad, y “todavía lo uso porque siento que el humor hace que muchas madres nos encontremos”, dice. “Me han dicho ‘gracias’, porque nadie les decía que les dolía el dar la teta o que hay momentos en los que no aguantás más a tus hijos. Es normal y está bien que te pase, porque las madres no podemos ir más al baño solas, y querés volver a tener esa libertad de antes. Por eso, hacer humor con la maternidad siento que me salvó de no enloquecer, sobre todo en la pandemia cuando estamos todo el día con los niños, y si no me río o hago un chiste, terminamos todos locos”, dice.

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