RESEÑA
Se puso en marcha la competencia en la segunda temporada del programa uruguayo. Debutó el equipo rojo y ya despidió a un concursante
Las cocinas de MasterChef: Celebrity Uruguay se encendieron en una nueva temporada de la competencia. Superadas las audiciones, 23 de los 32 participantes siguieron en carrera; fueron divididos en dos grupos y, se anunció, los cinco mejores de cada plantel serán los que clasificarán a la etapa final de la competencia.
Este martes, rompieron el hielo los integrantes del equipo rojo: Marcelo "Pato" Sosa, Alejandro "Lali" Sonsol, Josefina Damiani, Vanina Escudero, Gerardo Nieto, Patricia Pita, Florencia Infante, Juan Andrés "Gordo" Verde, Robert Moré, Patricia Madrid, Denis Ramos y Carmen Morán.
"Tienen que tomarlo como un gran divertimento y un disfrute enorme", fue uno de los consejos que le dio Sergio Puglia a los presentes antes de que, con sus compañeros de jurado Ximena Torres y Laurent Lainé, presentaran la temática de la jornada: la cocina asiática.
Unas galletas de la fortuna definieron la conformación de cuatro subgrupos que tuvieron que sortear un desafío inicial. Como si de se tratara de una carrera de postas, de a tres integrantes tenían que trasladar 12 piezas de sushi de una punta de la mesa a la otra, pero solo podían moverlas usando los palillos tradicionales de la comida china, es decir, sin tocarlas con las manos. El Pato Sosa, Moré y Ramos fueron los ganadores de un premio importante: zafaron de la prueba de eliminación y subieron directo al balcón.
El resto tuvo que echar manos a la obra de un típico platillo asiático, a elección. Sesenta minutos después de haber pasado por un supermercado donde los nervios se hicieron sentir, los procesos y resultados fueron de lo más variados y al final, el plato menos logrado determinó al primer eliminado de la temporada 2.
El desafío tuvo de todo: canciones a capella, accidentes y hasta un pico de ansiedad, como el de Josefina Damiani cuando se dio cuenta de que se había olvidado del arroz para preparar su wok. La cantante de agropop no tuvo una noche fácil porque luego de superar ese inconveniente, utilizó jengibre en polvo creyendo que era pimienta blanca y se pasó con la cantidad de salsa de soja. Pintaba para el peor final, pero no fue así.
Damiani recibió 10 minutos de ayuda del Pato Sosa, un comprometido asistente de cocina. Moré colaboró con Infante, que se lastimó mientras cortaba la verdura pero mantuvo intacto su buen humor y su solidaridad —le prestó ingredientes a todos—, y Denis Ramos demostró sus dotes culinarios dándole buenos consejos a Lali Sonsol.
El primero en presentarle su propuesta al jurado fue El Gordo Verde, que no se llevó el "¡Aleluya!" de Puglia pero casi. Hizo un pollo frito japonés, en el que aplicó los conocimientos adquiridos en un viaje a tierras niponas para jugar al rugby con la selección uruguaya. "Los sabores realmente transportan", elogió Ximena Torres y eso es bastante. Lainé lo felicitó.
Infante no perdió la sonrisa cuando el jurado le hizo notar todos los errores que había cometido en su preparación. ¿El principal? Hizo un wok pero no cocinó en un wok, y los fideos de arroz le quedaron demasiado similares a los fideos italianos, cuando en verdad "no se mastican, se degluten", según enseñó Puglia. El espectador puede quedarse con ese tip.
El de Damiani resultó ser un plato irregular, dijo el jurado, pero con lo justo para asegurarle la permanencia en la competencia. Carmen Morán también recibió una devolución mixta, pero en general le destacaron el uso de condimentos más allá de que a la vista, su receta no era la más atractiva.
Patricia Madrid se arriesgó con un curry de cerdo con arroz al coco sobre tempura de cebolla, un plato que logró eso que pocas veces ha pasado en MasterChef: una coincidencia en las opiniones de Lainé y Puglia, que no se habían dado cuenta de que casi no había usado sal. Eso habla bien de su preparación, que la mantuvo en el certamen.
Luego fue el turno de la otra Patricia del grupo, la campeona de rally Pita, que ofreció un pollo agridulce al wok con arroz al curry que solo recibió piropos. Tanto que Lainé, que no es fanático de lo agridulce, le comentó que todo estaba "muy bueno". Torres, incluso, le señaló "un toque de autor" en el uso de su salsa barbacoa. Un debut prometedor.
Sonsol, reincidente en esto de MasterChef, fue confiadísimo y lleno de entusiasmo a presentar su plato, pero el jurado lo destrozó. A su pollo al curry le criticaron el exceso de tomate y la falta de vegetales y verduras. "Es una salsa de tomate con un poco de pollo", resumió Lainé, y con esa sintesis dejó entrever el destino el relator en el reality.
Los últimos en ser juzgados fueron Gerardo Nieto, que hizo un salteado de verduras con pollo, miel y arroz frito; y Vanina Escudero, con su wok de cerdo sobre colchón de arroz y salsa de naranja agridulce. Las críticas que recibieron se sintieron más constructivas que lapidarias y eso fue todo.
A la hora de decidir, el jurado señaló que la tendencia fue irse al lugar común de la cocina asiática —mucho pollo, mucho arroz y mucho wok; poca creatividad— y coincidió en que el plato más logrado de esta primera eliminación fue el de El Gordo Verde. Subió al balcón seguido de Pita, la otra figura destacada de la etapa.
Al balcón, en este orden, también subieron Madrid (le resaltaron "la buena idea, el riesgo, el entusiasmo a la hora de trabajar y la inteligencia"); Morán, Nieto y Escudero, que estuvieron "lejos de ser perfectos" pero tuvieron algunos puntos destacables.
De los tres peores, Damiani trepó al balcón y en el mano a mano definitorio, el jurado anunció que el primer eliminado de la temporada era Lali Sonsol, que el domingo debutará en Canal 4 con Vamo' arriba que es domingo. Se fue del programa tras escuchar un discurso emotivo de Puglia, que le celebró el buen humor y la onda que le puso al reality show a pesar del año difícil que ha tenido, en referencia a la muerte de su padre, Alberto Sonsol, una figura de Canal 10.
Las palabras del chef arrancaron lágrimas entre varios en el balcón, pero Lali descomprimió con un par de comentarios graciosos y una despedida bien enérgica, fiel a su estilo. Fue el broche de oro de un arranque que dejó en claro que aunque es televisión, en MasterChef todo se vive a flor de piel.
"La alegría de que avance Flor Infante, las palabras de Patricia Madrid y Pato Pita, las cantarolas con Jose Damiani y Gerardo Niet, las peleas con Robert Moré, las anécdotas con Gordo Verde, Pato y Denis... Eso fue MasterChef: Uruguay para mí", escribió Lali en una historia de Instagram, apenas terminó la emisión. "Gracias producción, gracias jurado, gracias compañeros, gracias Canal 10".