"MasterChef: Celebrity": El Pato Sosa se quebró y a Moré le pasó factura el pasado

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Marcelo "Pato" Sosa y Ximena Torres en "MasterChef: Celebrity Uruguay". Foto: Instagram @masterchefuruguay
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Ethan Miller/AFP

RESEÑA

El equipo rojo volvió a las cocinas del programa de Canal 10 con una jornada cargada de sabor, sorpresas y emoción. Todo lo que pasó

Como el martes pasado, la comida casera y bien uruguaya volvió a ser protagonista en MasterChef: Celebrity Uruguay. Pero el nivel fue notoriamente superior de la mano del equipo rojo, que le complicó la jornada a un jurado que tuvo que pensar bastante a la hora de elegir a un nuevo eliminado. Entre eso y la emoción de Marcelo "Pato" Sosa, fue una entrega intensa del concurso de Canal 10.

El plantel colorado venía de sortear una prueba difícil, basada en los frutos del mar, que disparó una charla amena entre los concursantes y Ximena Torres, Sergio Puglia y Laurent Lainé. Intercambio va, intercambio viene, los tres presentadores revelaron el elemento que iba a ser clave en el desafío de beneficios: el frankfurter, o sea, el famoso y popular pancho.

Los participantes tuvieron 15 minutos para presentarle tres panchos al jurado. Todos llegaron a tiempo y tras una ronda de degustación entre la tradición y el riesgo, hubo que anunciar quiénes iban a subir directo al balcón. Las elegidas fueron todas mujeres: Patricia Pita, porque sus frankfurters eran "compactos" y tenían "punch", dijo Torres; Carmen Morán, que sorprendió a Puglia con el uso de unos hongos; y Patricia Madrid, que convenció a Lainé con un pan caliente y crocante.

El resto de los concursantes cambió panchos por chorizos, para disgusto de Robert Moré, que en la pasada edición de MasterChef: Celebrity no logró sortear las audiciones por, justamente, un choripán que no estuvo a la altura de las circunstancias. Ese pasado le terminaría pasando factura.

Pita, Morán y Madrid tuvieron que determinar con qué tipo de chorizo iba a cocinar cada uno de sus compañeros, a excepción del Pato Sosa, que por haber sido el mejor plato en la última presentación del equipo rojo, fue el primero en hacer la selección. Las chicas, además, tuvieron la posibilidad de bajar a la cocina para ofrecer asistencia a quienes más la necesitaran. Terminaron viendo todo desde arriba y casi que con más tensión que la de los que se estaban jugando el delantal.

En los últimos instantes de prueba, el jurado avisó que quería comer rico, con magia y con punch, y luego Torres diría que por fin se había cumplido su sueño. Es que el rendimiento general fue muy bueno, con pequeños detalles técnicos que fueron claves a la hora de tomar una resolución.

El mejor plato fue el de Denis Ramos. El trombonista de No Te Va Gustar deslumbró a los chefs con una polenta con ragú a la boloñesa que solo mereció elogios. "Lograste una textura en la polenta que realmente es asombrosa, para una salsa en la que dominaste perfectamente a esa fruta deliciosa y peligrosa como el tomate", le dijo Puglia. "Realmente hiciste un plato muy bueno", agregó Lainé. Torres, con amplia sonrisa, aseguró: "La cremosidad de la polenta me vuela la peluca. Está increíble". El músico fue el último en pasar al frente con su plato, pero el primero en conseguir el psae al balcón y asegurar así su continuidad en el concurso. Por ahora, tiene todo para candidato a estar en la final.

Juan Andrés "Gordo" Verde logró un buen crocante en sus croquetas de papa rellenas de chorizo ahumado, y volvió a destacar por la combinación de condimentos y sabores. Eso sí: le dijeron que no tiene "ni idea" de lo que es una "porción gourmet". Es que a criterio de los profesionales de la cocina, todo lo que sirvió (salsas incluidas) era tan grande que en vez de croquetas, Torres le habló de "boleadoras".

Para Vanina Escudero, esta entrega de MasterChef marcó un debut: por primera vez cocinó polenta y también, por primera vez, hizo una salsa boloñesa. Tuvo menos impacto que la de Denis, pero igual se llevó buenos comentarios y el reconocimiento de que había reflejado mucha más identidad en este plato que en los anteriores.

Denis Ramos de "MasterChef: Celebrity Uruguay 2". Foto: Instagram @masterchefuruguay
Denis Ramos en "MasterChef: Celebrity Uruguay 2". Foto: Instagram @masterchefuruguay

La devolución de Torres para Florencia Infante fue en la misma línea. "Estás descubriendo tu personalidad en la cocina", le dijo luego de probar su cazuela de chorizo español con garbanzos especiados. Puglia fue un poco más severo y le subrayó "una confusión de sabores y no un buen maridaje (...) Muy buena idea, pero con errores".

Moré decidió hacer algo diferente y propuso unas hamburguesas de chorizo extra con picaña, chips de boniato, y una ensalada de tomate cherry amarillo y pepinillos al vinagre que dividió aguas. Lainé y Puglia terminaron enfrascados en una discusión sobre la cocina francesa y la americana, pero a pesar de las opiniones divididas, todos celebraron la lactonesa del actor.

Y el exjugador de Peñarol quiso ir "a lo segurito", con un chorizo a la pomarola con puré de papas. Aunque le hicieron algunas observaciones, todo el jurado destacó la manera en que cuidó a su proteína y le aseguraron que la cocción del chorizo era perfecta. Iba todo bien, pero cuando le fueron a informar que podía subir al balcón, El Pato Sosa se quebró y al borde de las lágrimas, agradeció la convocatoria pero anunció: "No quiero venir más, porque la estoy pasando mal. Vengo nervioso, me voy nervioso, no sé". Ante la sorpresa de sus compañeros, que intentaban contenerlo, declaró: "Los nervios que paso no los pasé nunca en mi vida".

Al final, El Gordo Verde, que ya se había asegurado su lugar en el balcón, bajó a buscarlo y todos lo alentaron a seguir en la competencia. Mientras se secaba las lágrimas, Sosa dijo que iba a tomarse unos días para pensarlo. Habrá que ver qué pasa con su presencia.

Así, el mano a mano para definir al nuevo eliminado estuvo entre Florencia Infante y Robert Moré, y el destino, el karma o la suerte —que el lector elija en qué creer— determinaron que, otra vez por culpa de un chorizo, el actor quedara afuera de las cocinas de MasterChef.

Se encargó de hacer unos chistes, antes de irse, para descomprimir el ambiente que había quedado muy sensible ante la sincera emoción de Sosa, que frente a las cámaras mostró una faceta bien distinta a la que, como jugador rústico, instaló en el imaginario colectivo. 

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