Este martes es la final de Masterchef Celebrity, y es la primera vez, desde el estreno del formato en 2017, que dos hombres llegan tan lejos.

El 11 de abril comenzó esta novena temporada (la cuarta de la edición Celebrity) del reality de cocina que se ha convertido en un clásico de Canal 10. Inició con 19 participantes, y hasta los que parecían favoritos (Núbel Cisneros, Frank Lampariello o Luis “Ronco” López), fueron eliminados de la competencia. La definición será entre el exfutbolista Horacio “Chino” Peralta, y el músico Tav Lust.

Tendrán que entregar un menú de tres pasos, y para ganar hay que conquistar a los jurados: a los clásicos Sergio Puglia, Ximena Torres y Laurent Lainé, y ahora al francoargentino Christophe Krywonis, quien llega como invitado.

Foto: Difusión

Para Lust y Peralta, el haber llegado a esta instancia es impensado, aunque ambos contaron a El País que fueron por todo desde el inicio. Así lo demostraron en estas semanas, recibiendo elogios, algún “Aleluya” y “le volaron la peluca” a los jurados.

A Peralta, quien reconoce que no le gusta perder ni a la bolita, la invitación llegó por recomendación de dos grandes exparticipantes: Álvaro Recoba y Richard “Canguro” Porta.

“Tuve una reunión con la producción y al principio, como no sabía hacer nada. Pensaba que iba a quedar pegado”, le contó a El País.

“Hablé con ‘Canguro’ y el ‘Chino’, y me dijeron que estaba buenísimo todo, que el ambiente era bárbaro, que la producción se portaba espectacular, y acepté”, dijo.

Foto: Difusión

Le llevó pocas semanas mostrarse como uno de los jugadores de peso y con chances de ser finalista. Confirmó esa primera impresión. “La meta era no irme el primer día porque mis amigos me iban a embromar, y mirá donde estoy. Es una locura”, dice.

Para Lust, quien también ha mostrado un crecimiento en el programa, aceptar la invitación tenía una presión extra ya que había sido participante de la primera edición, la que ganó Aldo Martínez.

“En la primera temporada me fui primero por un strogonoff que era una bola de pollo, una vergüenza a la patria”, comenta Lust con su habitual desenfado. “Pensé, si vuelvo, voy por la copa. Fui a darlo todo y a ganar. Nunca me puse a imaginar si llegaba a la final o no pero trabajé todo el tiempo para eso. Estudié mucho, como si me estuviera por recibir de medicina”.

Foto: Difusión

Peralta también comenta que estudió y practicó porque con la cocina no había relación antes de formar parte de Masterchef Celebrity.

“Al principio te dan una guía con lo que puede venir en la semana”, dice el exfutbolista de Nacional. “Para esa primera prueba nos dijeron que podía ser que tuvieramos que concinar algo con papa, tomate o cebolla. Como no sabía hacer nada, dos meses antes de grabar me pasé haciendo tortillas. En casa se cansaron de comer, pero cuando llegué, me tocó el tomate. Casi me muero. Además me tocó el tomate sharpei. ¡No conocía ni el nombre! Por suerte en la preparación me fue bien y pude pasar que era lo importante. La meta era superar el primer día”, comentó Peralta entre risas.

Además de los ingredientes sorpresa, está la presión de cocinar contrareloj en una cocina que no conocen, y con tres jurados que observan todo. Aunque para Peralta, lo más “difícil” fue tener las cámaras encima durante las horas de rodaje.

Foto: Captura

También reconoce que se sorprendió de su reacción durante las últimas semanas. “Me pasó de emocionarme hasta las lágrimas, lo que no pensé que me fuera a pasar. Eso te lo genera el programa con la presión, la incertidumbre de querer hacer las cosas bien y estar a la altura. Es que vas viendo que se van un montón de compañeros que se esforzaban, sabían un poco más y estudiaron mucho, y ahí te cae la responsabilidad hacer las cosas bien, por los que se quedaron atrás”.

Si bien los dos demostraron un gran crecimiento, tuvieron sus tropiezos. Peralta siente que hubo muchos momentos en los que estuvo por irse.

“Hubo dos o tres veces que quedé entre los últimos. En la semi quedar último con el ‘Ronco’ López, tuve mucho miedo porque sabíamos que estas instancias son plato a plato y hay muy buenos cocineros que un día le erraron y se fueron”, dice.

Foto: Captura de Twitter @MasterChef_UY.

“La idea era todos los días preparar un plato para no irme, y así lo tomé en todo el concurso”, comenta.

Para Lust, ese momento de sentirse otra vez afuera lo vivió la primera vez que hizo pasta.

“La producción me decía: ‘no te va a dar el tiempo’, pero venía evalentonado. Había hecho un pulpo que había sido mi mejor plato y recibió un ‘Aleluya’ de Puglia. Venía confiado. El tema era que la pasta había que hacerla en 30 minutos. Llegaba si no tenía ningún error, pero los tuve, me atrasé y quedó cruda. Ese día pensé que me iba porque ellos mismos me habían dicho: ‘Tav, es imposible hacer una pasta en 30 minutos’, pero por suerte me quedé”, comentó.

Foto: Captura de video.

—¿Qué dicen en tu casa de esta faceta de cocinero?
Peralta: Me dicen que el programa es de mentira, que yo no puedo hacer esos platos, porque jamás me vieron cocinar. Eso es gracioso. Por otro lado está el orgullo de saber que terminaste un plato que ni tu propia familia cree que hiciste.

—¿Cómo defines el reality?
Lust: Hay que estudiar y practicar, mucho, después grabar, ver si pasás y prepararte para la siguiente prueba, todo sin descanso. La palabra incertidumbre es lo que, para mí, encabeza esta experiencia.