ENTREVISTA

Patricia Wolf no puede ocultar su alegría por volver a la televisión. Luego de una pausa de dos años donde también se separó de su pareja y se mudó de casa, la comunicadora y modelo está de vuelta en su primer hogar en la pantalla: La Tele.

En Verano del..., inició su carrera y recuerda que no era una tarea sencilla conseguir declaraciones de la gente en la playa, porque “el uruguayo es tímido”. “Estuvo bueno en su momento, pero ya pasó un tiempito”, dice entre risas sobre aquella experiencia.

Ahora, Wolf será una de los jurados/investigadores de ¿Quién es la máscara?, el concurso de talentos que La Tele estrenará muy pronto.

—Preparás tu regreso a la televisión. ¿Qué te gustó de La Máscara?

—Me tiene muy entusiasmada porque es un formato súmamente divertido. Desde el momento que me lo plantearon fue una linda sorpresa y me gustó de entrada. Si bien es un formato internacional le vamos a poner una impronta uruguaya. Nosotros, los jurados, nos vamos a divertir, pero me parece que los famosos van a pasar un poco de calor, pero bueno, son gajes del oficio.

—Tu último proyecto había sido Cocineros uruguayos en Canal 5. ¿Qué motivó tu partida del ciclo?

—Había sido bastante complicado trabajar ahí en su momento, aunque ya pasé la página. Hubo algunos problemas con la dirección del canal de ese entonces. Igual yo soy de las que cree que de todas las experiencias se aprende, y estoy feliz de volver a La Tele.

—Tu salida de aquel programa se dio en marzo de 2020, el mes en el que asumió una nueva gestión gubernamental, del país y de los medios públicos. ¿Hubo un tema político o te agotó el proyecto?

—Fue algo muy raro lo que pasó. Me ofrecieron el proyecto, me entusiasmé porque me gusta promover la cocina y cultura de Uruguay, me pareció una idea muy noble, pero nunca había trabajado con ese equipo. Creo que faltaba mucha experiencia en algunas áreas por parte de la producción, y el canal tampoco ayudó mucho. Eso sí, si hablo del equipo humano tengo cosas muy lindas para decir de gente con la que todavía sigo en contacto. Si paso la raya, y porque soy positiva, siento que sirvió de aprendizaje.

—Durante varios años fuiste pareja de Agustina Zuasnabar, ¿cómo fue estar en una relación tan comentada?

—En mi vida no tuve muchas relaciones que fueron públicas. Con Danilo (Astori Sueiro, director de La Trastienda) fue pública porque es una persona conocida; y lo de Agustina fue público por lo obvio: éramos una pareja gay. Para mí fue positivo que fuera algo mediático, aunque algunas personas me criticaron o señalaron diciendo: “esta lo está haciendo por gusto”, “es una movida mediática”, y la realidad fue que me enamoré de ella y estuvimos cuatro años juntas. Creo que no se sostiene una relación de años solamente para hacer prensa. Me parece positiva la parte mediática porque sirvió para abrir la cabeza de la gente.

—¿En qué sentido?

—Hubo padres y madres que me escribieron, buscando una forma de acercarse a sus hijos gay, de entenderlos. Creo que tener una relación mediática ayudó a que la gente pueda entender que cada uno tiene que hacer lo que sienta y quiera con su vida, y dejar de querer que los demás tengan una vida acorde a lo que uno quiere.

—Hace dos años que estás fuera de la televisión. ¿Es el mayor tiempo que has estado sin pantalla?

—Creo que sí. Antes de Cocineros estuve más de un año en Algo contigo, y es un programa diario que te pone muy en el mainstream. Estás muy expuesto y la gente te ve todos los días, así que formás parte de su vida diaria. De repente salís de la pantalla y la gente te pregunta cuándo volvés, porque “me divertía lo que hacías”. Cuando subí la publicación de mi llegada a ¿Quién es la máscara?, me llamó la atención, porque cuando publicás algo siempre hay alguien que te tira para atrás, siempre hay un hater o un comentario negativo; en este caso no hubo una persona que dijera algo malo, y eso que hubo muchos comentarios positivos.

—¿Tenés haters?

—Cuando uno está en el candelero, siempre hay alguien que te tira para atrás o dice algo. No sé porqué, pero es común encontrar gente así. Me ha pasado mucho. Me pasa de que me digan: “qué desperdicio de mujer”, porque me casé con una mujer. ¿Qué desperdicio de qué? Ese tipo de comentarios que uno no entiende y no les doy mucha bola, pero llama la atención que haya gente que piense así, o que lo exprese. Jamás se me ocurriría escribir en el muro o un comentario de alguien para decir algo así.

—¿Esos comentarios negativos que mencionabas, estuvieron cuando mostraste afinidad ideológica con César Vega?

—Recibí todo tipo de comentarios. A veces nos pone más tranquilos etiquetar a la gente y la verdad es que me gusta ser una persona a la que no pueden etiquetar. Quizás si te quedás con la imagen y no me conocés, podés hacerlo, pero cuando me conocen se da cuenta de que las cosas no son lo que parecen.