ESTRENO
Llega a Canal 12 el formato más importante de la televisión mundial donde famosos debajo de vistosos trajes cantan e intentan no ser descubiertos
Se crearon camarines especiales, se inventaron pasillos y se reforzó la seguridad: la llegada de ¿Quién es la máscara? obligó a reformar lo estudios de Canal 12. Todo para que nadie conozca la identidad de los famosos que se esconden debajo de los trajes de esta versión local del programa surgido en Corea del Sur que se estrena hoy, a las 21.15.
Según fuentes del canal, hacer ¿Quién es la máscara? requirió de unas 150 personas entre bailarines, transportistas, producción, músicos, sonidistas, equipo gráfico y todas las medidas de seguridad que necesita un show cuya gracia es mantener el hermetismo.
De ellos, solo cinco -los productores, la jefa de vestuario del canal y el director musical- saben los nombres de los 18 famosos que participan, y a quienes se refieren por la apariencia de su disfraz, por su máscara. Los nombres debajo de las máscaras es uno de los secretos mejor guardados de la televisión uruguaya.
En 2020 La Tele adquirió los derechos para adaptar The Masked Singer, la franquicia televisiva más vendida en el mundo por tercer año consecutivo.
Más allá del secretismo, el programa tiene un objetivo sencillo: jugar a adivinar quién está debajo de un disfraz. Esa última tarea la tienen los investigadores del programa (Fata Delgado, Patricia Wolf, Emir Abdul Gani y Sofía Rodríguez), y también la gente desde sus casas.
Los investigadores, además de intentar adivinar quién se esconde debajo de los complicados trajes, van a competir ya que cada uno dice quién cree que está debajo de los aparatosos disfraces. El que más acierte se lleva un binocular, uno de los símbolos del programa.
Los trajes, todos distintos, comenzaron a armarse en noviembre del año pasado e incluyó el trabajo de 20 vestuaristas del canal. Algunos tienen un guiño a nuestro país: hay un Tero y está Ultratón, por ejemplo. Otros trajes son los conocidos del formato como el “Monstruo” o “Piggi Pop”.
A la hora de grabar la eliminación, o sea cuando se revela quién está debajo de la máscara, solo se quedan en el estudio los investigadores, el conductor, Maxi de la Cruz, los productores, un director y un cámara.
¿Cómo será la dinámica del programa?
Esta noche concursan seis máscaras en tres duelos de a dos. En la presentación de cada participante, el famoso, dará pistas sobre su identidad en una grabación que tiene su voz distorsionada.
Según los productores, armar las pistas es lo que más tiempo lleva, ya que se requiere una distinta para cada gala.
En el estudio cada máscara interpretará una canción, y será el público en el estudio como también los investigadores, los encargados de votar su presentación favorita. El perdedor de cada duelo va a una zona de eliminación, y en una segunda votación se elige a quién se va a desenmascarar.
Entre los famosos, según supo El País, hay deportistas de alta competencia, cantantes y actores nacionales e internacionales, políticos, futbolistas, influencers y, un poco más específico, varios ganadores del premio Billboard.
Un show con logística
A la hora de grabar, alguien de la producción se contacta con el famoso y le indica la ubicación, siempre distinta, donde lo espera la camioneta del programa que tiene en la puerta un candado con código. Dentro de la camioneta lo espera la ropa para moverse dentro del canal: un pantalón y championes negros, un buzo que dice “no hables conmigo”, guantes y un casco. Una vez con el equipo puesto llega el chofer y el productor para ir a la grabación.
A los participantes, quienes firmaron un acuerdo de confidencialidad, se les pidió que no sigan en las redes sociales al programa ni a los “investigadores”, para que nadie los descubra. También se les explicó en el caso de los participantes locales, cómo hacer para que nadie, ni su familia ni compañeros de trabajo sepan que son parte del show hasta el momento de la develación.
Incluso mientras charla con El País, una de las productoras tiene que autorizar a un sonidista para que entre al estudio a ponerle un solapero a uno de los participantes. Ese es el nivel de secretismo con el que se maneja el programa más importante del año para La Tele que festeja sus 60 años.