FINAL

Noelia Carnales, pilota de la Fuerza Aérea de 34 años, se convirtió en la ganadora de la segunda temporada de Bake Off Uruguay. Entrada la madrugada del jueves, la conductora Jimena Sabaris abrió el sobre con la definición y reveló que por decisión del jurado ella se había impuesto frente a Camila Rodríguez, contadora de 25 años.

La flamante ganadora se emocionó al llevarse el título de la gran pastelera amateur del país y 600 mil pesos en premios.

El anuncio del resultado se realizó en vivo desde Jacksonville con presencia de todos los exparticipantes y los tres jurados responsables del veredicto final, Sofía Muñoz, Hugo Soca y Rose Galfione.

El programa cerró con la emoción y el agradecimiento de Sabaris, y la confirmación de que se llevará adelante una tercera temporada en 2023.

Al inicio del último programa, Noelia, Camila y el tercer finalista Nicolás Lasa debieron enfrentar un desafío técnico que los descolocó: tres volcanes de dulce de leche en apenas 30 minutos.

El resultado fue un fiasco: ninguno pudo presentar los volcanes terminados con el "efecto lava de dulce de leche" que debía darse al romperlo con la cuchara, tal como exigía el jurado.

"Ninguna de las preparaciones llegó a nuestras expectativas", se quejó Rose. En la misma línea, Hugo lamentó que no hubiera "ni un solo volcán" entre todas las preparaciones.

Si bien el jurado quedó insatisfecho con todos los participantes, eligieron a Nicolás como el mejor del desafío, seguido por Noelia, y Camila se quedó con el último lugar. "No tengo qué evaluar", lamentó Hugo frente a un plato con un volcán todo aplastado.

El primer desafío creativo de la noche consistió en elaborar una "vitrina de chocolate": una preparación de bombones rellenos, tabletas, crocantes y músicos. Tras la degustación, el jurado determinó que Nicolás Lasa sea eliminado, y que Noelia y Camila pasaran al desafío final.

El edil y psicólogo de 34 años había presentado un crocante con varios frutos secos y sal negra con sésamo, tabletas de chocolate blanco con azafrán y pistachos, otras con chocolate amargo y salsa de chili, bombones rellenos de maracuyá y mango, y músicos con bayas de goji y frutillas deshidratadas, naranja confitada, almendras y piñones.

Pese a lo sofisticado de la preparación, Nicolás no logró convencer al jurado, que criticó las "terminaciones desprolijas", y que no se le sintiera el gusto a mango y maracuyá.

"Me toca irme feliz. Me voy contento con el proceso y con todo lo que aprendí. Difícilmente se rompan los vínculos que generamos acá", dijo Nicolás con los ojos bañados en lágrimas al despedirse. Por su parte, Camila y Noelia sí deslumbraron a los expertos y avanzaron hacia el último desafío de la última jornada.

Para la última prueba del certamen, Noelia y Camila prepararon una "torta gravity", un complicado postre que tiene que dar la sensación de desafiar la fuerza de la gravedad. La consigna era tan compleja que las pasteleras tuvieron cinco horas para llevarla adelante.

Camila realizó una que llevó el título "La cocina de Cami", conformada por varias tortas con formas de recipientes que daban la sensación de estar uno encima del otro sobre el mismo eje. El bizcochuelo era de blue velvet, con relleno de leche condensada, chocolate blanco y frambuesas. A su vez, incluía ganache de chocolate blanco y una decoración a base de pasta de azúcar.

El jurado quedó fascinado con el sabor del postre. Rose destacó el "relleno sabroso", Hugo celebró que la participante "siempre sorprende con los sabores" y Sofía cerró indicando que "la frambuesa redondea una torta espectacular". No obstante, el jurado observó falencias en la decoración, como terminaciones mal resueltas y detalles a la vista que deberían haberse ocultado.

Por otra parte, Noelia apostó a una torta que la representaba a sí misma en forma de muñeca, con una colita de pelo volando por los aires y una foto en la mano en la que se veían todos los compañeros del programa. El nombre de la torta era "Dejá a tus sueños aterrizar" y estaba comprendida por un bizcochuelo marmolado de manteca de maní y chocolate, relleno de crema bariloche, ganache de chocolate semiamargo y cobertura de pasta de azúcar.

La torta con forma de muñeca conmovió al jurado al punto que les dio lástima tener que cortarla. Los comentarios fueron elogiosos con respecto a los sabores: "el relleno está muy logrado", indicó Hugo, y Rose añadió que "la técnica y la creatividad estuvieron muy bien utilizadas". Pero una vez más, Sofía encontró imperfecciones en la decoración: "hay alambres que no deberían verse".

En el debate posterior a solas, los tres jurados celebraron que las participantes lograron presentar una torta tan difícil obteniendo un buen resultado. "Eran los sabores dignos de una final", cerró Sofía.