"Lo que hace una fulminante mal hecha", publicó ayer Gastón Trezeguet, uno de los icónicos participantes de la edición argentina de Gran Hermano. Tiene razón: una mala jugada determinó, esta semana, que Daniela Celis sea la nueva eliminada del programa que en Uruguay va por Canal 10.

Daniela quedó en el mano a mano con Camila Lattanzio, que había recibido la nominación fulminante por parte de Julieta Poggio. Cuando esta la hizo, argumentó que como estaba convencida de que Camila iba a quedar en placa, entendió que si sus compañeros no la podían votar, se iba a generar un panorama más amplio y así ella o Daniela iban a poder zafar de la gala de eliminación. Falló.

Al final, las dos quedaron nominadas junto con Nacho Castañares y Lucila "Tora" Villar. A Julieta la salvó Romina, la líder de la semana, que decidió rescatarla de la placa; Nacho y La Tora fueron los menos votados por el público.

Así, sobre la medianoche Santiago Del Moro reveló que quien debía abandonar la casa era Daniela Celis, que ya había sido eliminada por altísimo personaje, y luego elegida por la audiencia para volver a entrar, con un plan de venganza contra jugadores como Coti y Thiago que la convirtió en "Venganiela" y la volvió uno de los grandes personajes de la temporada.

Tras el anuncio, Julieta no pudo contener el llanto y rompió en lágrimas, posiblemente movilizada por la culpa pero también por el cariño que le tomó a Daniela. "Te voy a extrañar todos los días", le dijo. Romina, quien había tenido intenciones de salvar a Daniela de la placa y cambió de opinión en una situación que fue acusada de acomodo, también se mostró muy afligida por la situación.

Celis quedó afuera por el 53,17% de los votos.

En la gala de ayer se anunció, además, que hasta nuevo aviso quedarán suspendidas las nominaciones espontánea y fulminante.