Redacción El País
Este domingo, Gran Hermano: Argentina vivió la cuarta gala de eliminación de su nueva temporada, y un nuevo participante debió abandonar el reality show que conduce Santiago del Moro.

En esta ocasión, la placa de nominados estuvo conformada por cinco participantes: Isabel De Negri, Florencia Cabrera, Carla De Stéfano, la uruguaya Rosina Beltrán y Nicolás Grosman. Este último había quedado en la zona de eliminación luego de haber sido sancionado por quitarse el micrófono y susurrarle información a otro de los jugadores del programa.

La primera en salir de placa fue Rosina, que apenas obtuvo un 5% de los votos del público. Originalmente, la uruguaya no había sido nominada por sus compañeros, pero Alan Simone —el líder de la semana pasada— la envió a la votación telefónica tras salvar a Lisandro "Licha" Navarro.

La siguiente participante en salir de placa fue Florencia, quien obtuvo el 4% de los votos. Luego, le llegó el turno a Nicolás, que también se aseguró una semana más en la competencia tras obtener un 27% de las votaciones. De esta manera, Isabel y Carla se enfrentaron en un mano a mano y el público fue el encargado de decidir quién se iría de la casa.

Antes de que el conductor anunciara los resultados, ambas llamadas al confesonario para que expresaran por qué debían quedarse. "Vine con dos metas, pero la que se hizo más fuerte fue la de transmitirle a la gente grande, a mi me inspiró Alfa (el exparticipante del reality), que tienen una oportunidad, transmitir que no se es viejo. Me encantaría que me sigan viendo porque puedo dar muchísimo más", aseguró Isabel.

Carla, por su parte, dijo: “Debería quedarme en la casa porque soy una muy buena persona, que todavía tiene bastante para demostrar en personalidad. Porque me encanta reír. Tengo ganas de seguir viviendo esta experiencia un poquito más".

Finalmente, del Moro anunció los resultados de la votación y reveló que Isabel de Negri debía dejar la casa tras recibir casi el 57% de los votos, el más alto desde que inició esta temporada de Gran Hermano. Carla, por su parte, había obtenido un 43%.

"Les dije, chicos, que me iba", aseguró la participante. "Ahí voy para allá, Santi, estoy re bien, estoy contenta", le dijo al conductor. “No se pongan tristes porque yo estoy feliz", cerró mientras se despedía del resto. Mientras tanto, en otro de los ambientes de la casa, un grito se hacía imposible de obviar, y era el de Juliana "Furia" Scaglione, quien sentada en el piso junto a la puerta del confesionario, comenzó a gritar: "Gracias, gente, gracias".

Días atrás, Isabel había tenido un fuerte cruce con Catalina Gorostidi, que es pediatra. "Me dijiste: 'una médica diciendo tarada’. Y sos una ignorante porque no sabés que ‘tarada’ es un insulto y no una enfermedad, sabiendo que siempre te escuché. Es un golpe bajo, tristísimo. Vos tenés dos hijos enfermos y yo te escuché y te aconsejé. Lo único que te importa es el quilombo”.