Roberto Leal, el conductor de "El desafío": "Los niños son los dueños del control remoto"

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"El desafío". Foto: Difusión

ENTREVISTA

El País charló con el anfirión del programa que se ve los martes a las 21.15 en La Tele y en Antena 3 Internacional; habla de la mecánica y del éxito del show con famosos

El pasado martes se estrenó en La Tele la primera temporada de El Desafío, programa de entretenimientos que recupera la espectacularidad de esas grandes producciones provenientes de España como El juego de la Oca o ¿Qué apostamos?. Claro que aquí no compiten pueblos ni familias, sino famosos, y algunas pruebas son bastante complicadas. Encima lo hacen para ayudar a ONGs. Nada más se puede pedir.

El conductor de este gran show es Roberto Leal, quien ya ha estado al frente formatos populares como Operación Triunfo o Pasapalabra. En una charla telefónica con El País, el anfitrión de la fiesta habla de su rol.

"El presentador tiene mucha empatía porque sufre por los participantes, y cuando lo consiguen también emociona. Eso es un regalo que te llevas a tu casa", dijo Leal.

"El desafío". Foto: Difusión
Los participantes de "El desafío". Foto: Difusión

El desafío surge de las pruebas que hacía Pilar Rubio en El Hormiguero (lunes a viernes a las 22.30 en el canal Antena 3 en Nuevo Siglo). La esposa del futbolista Sergio Ramos hacía un desafío en cada edición, y un día decidieron convertirlo en un concurso.

La temporada dos de este show en el canal Antena 3

Los viernes, a través del canal Antena 3 Internacional (disponible en el cable Nuevo Siglo) se puede ver la segunda temporada de este programa de entretenimientos. Además, en el streaming NSNow de Nuevo Siglo se puede revivir la primera temporada.

En la segunda temporada, Rubio se sumó al jurado. “Ella ha pasado por todos los desafíos entonces nadie mejor para hablar desde la experiencia. Y ella es la que más sufre porque Santiago (Segura) y Juan (Del Val) pueden valorarlo, pero ella sabe lo que es entrenar durante semanas para conseguir ese reto, ha sabido lo que es ponerse frente a las cámaras con esa tensión”, dijo Leal.

—¿Cómo manejas los nervios cuando ves las pruebas que tienen que hacer los famosos?

—Se vive no con los mismos nervios que los participantes porque al final quien se juega el puntaje son ellos, pero sí con esa ilusión de que lo consiga. Porque detrás de cada prueba y aunque en el video se ve que han entrenado, nosotros sabemos el trabajo que hay, de ellos y de la producción. No solo quieres que salga bien por el participante, también por la gente que hay alrededor.

"El desafío". Foto: Difusión
Los jurados de la primera temporada de "El desafío". Foto: Difusión

—¿El programa va en vivo?

—No, es un falso directo. Nosotros lo grabamos pero los participantes solo tienen una oportunidad para lograrlo. Y se graba porque hay momentos, muy pocos en el programa en el que hay que parar porque tiene que entrar una retroexcavadora al plató y tiene que quedar en el lugar exacto. Pero el programa se graba de una vez, por eso se genera una energía muy agradable.

—Los participantes son famosos, ¿cómo es conducir un programa donde hay tantos egos?

—Estoy de acuerdo con que cada uno viene con su ego y de mundos muy diferentes, pero aquí se vuelven frágiles. En El Desafío el ego no sirve, no te ayuda a superar las pruebas. Uno de los valores que transmite el programa es la constancia, el esfuerzo y la humildad, pero también la rivalidad sana. Entonces hay que darlo todo. Y yo tengo que estar preparado para poner el brazo por encima del hombro cuando lo necesitan, porque hay momentos en los que se vienen muy abajo. Si están entrenando semanas para conseguir un desafío y en el momento que se graba no sale bien, es una frustración total.

—El programa ha tenido buen rating. ¿Hay un secreto que explique ese éxito?

—La clave puede ser un buen casting, un buen trabajo de los coaches, pero si tengo que quedarme con algo sería con la producción del programa. Esto es muy difícil de producir, porque al final hay una gran inversión y un manejo de los tiempos brutal. Si te fijas hay una cosa que lo hace diferente a otros programas: ves al equipo trabajando siempre, no pasa nada por que se vean las tripas de la televisión, porque se vean a 10 personas sacando un coche, una grúa o una excavadora, no pasa nada. Al final eso imprime un carácter que lo diferencia de un programa enlatado donde no se puede transmitir ese nervio.

—España ha sabido hacer programas así, recuerdo Grand Prix o El juego de la Oca. ¿Cómo se logró llegar a ese nivel?

—Creo que tiene que haber un poco de locura y de preguntarte: ¿por qué no? Esos programas que mencionas los veía de pequeño, ahora tengo 42 años, y han sido los referentes. Me encantaban y jamás imaginé que llegaría a presentar un formato parecido. Para mí El juego de la Oca es el programa 10, ahora lo están produciendo en Argentina y veo que es un programa que mantiene vivo ese espíritu en otros países. Con El Desafío se ha recuperado el espíritu de las grandes producciones, con pruebas a lo bestia, muchos implicados y un público familiar desde casa. Al final este programa no hiere los sentimientos de nadie, no dice una palabra fea, y por eso el mayor éxito ha estado en los niños. Cuando gustas a los niños significa que estás haciendo las cosas bien. Son los dueños del control remoto.

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