ENTREVISTA
La conductora del ciclo de entrevistas de Canal 10 habla de su despedida, el reinventarse y sus planes para este año
El martes, Sara Perrone utilizó sus redes sociales para anunciar su final de Consentidas, el ciclo de entrevistas de Canal 10 que conduce junto a Emilia Díaz y Karina Vignola quien se sumó el año pasado tras la salida de María Gomensoro.
Perrone llegó a la televisión en 1996 con un segmento de moda en el magazine de Canal 4, Muy buenos días. Cuando Verónica Peinado, su conductora, se alejó del ciclo, en 2002, Perrone se sumó al equipo de conductores con Adriana da Silva y Leonardo Lorenzo, que pasó a llamarse Buen Día Uruguay. Estuvieron juntos al frente del espacio hasta diciembre de 2012, cuando se terminó el magazine.
En 2014 Perrone llegó a Canal 10, para sustituir a Carolina García como una de las conductoras de Consentidas.
Ahora, le dice a El País desde la playa donde descansa, que un sueño de su vida sería pasar un verano en el hemisferio norte. "Para lo cual tendría que conseguirme un trabajo en el norte, porque no podría sobrevivir sino", e imagina que podría abrir un hostal para manejarlo.
Acerca de la pandemia, dice que "la voy llevando como se puede, como la mayoría de la gente" y agrega que además de tolerar el distanciamiento, el tapabocas y las pocas reuniones, se ha vuelto fanática de la desinfección y que: "agarro el alcohol con gatillo y le doy a los picaportes y a todo lo que uno toca en la casa". También entiende que la pandemia "nos golpeó la soberbia. Se decía que esto iba a pasar rápido y que con los avances de la ciencia era imposible que el mundo parara. El virus nos demostró que estábamos errados".
Del 2020, Perrone dice haber aprendido mucho y aunque laboralmente mantuvo una vida cuasi normal, este año, como es su costumbre, estará lleno de cambios.
—¿Cuándo empezaste a pensar en dejar Consentidas?
—A mitad del año pasado, en agosto o setiembre sentí que ya había cumplido el ciclo en Consentidas y lo fui pensando. En ese momento se lo comenté a la productora y a fin de año se hizo realidad. No había ningún motivo para que me fuese antes que terminara el ciclo pero era una etapa cumplida.
—¿Qué pasó para que tomaras esa decisión?
—Muchas cosas chiquitas y personales, pero creo que era el momento de dar por terminada mi relación con Consentidas tal como estaba planteada. No me niego a que haya otra oportunidad, otro momento u otra forma de trabajar con ellas. Cuando me despedí de la productora, le dije que ojalá en nuestra vida laboral nos volvamos a cruzar. Había muy buena relación, pero hay momentos que decís: “esto ya está para mí”. Y fue lo que me pasó.
—¿Era mejor irse ahora, antes de que se note el desgaste?
—Capaz que a los 25 años no hubiera podido tomar esta decisión, pero pasar los 50, me da estas posibilidades de decir: “esto no es lo que quiero hacer hoy”. Iremos viendo. Seguramente aparecerá alguna otra cosa, y si no aparece, yo igual quería que esta situación terminara ahora, así que me plantee las posibilidades y decidí que era el momento. Además, queda la mejor relación con todas, terminás bien y contenta porque creo en el capital humano. El martes, cuando hice el anuncio, tuve una linda respuesta de la productora general, de mis compañeras, y compañeros. Incluso de gente que pasó por el programa. Agradecí el cariño porque no tenían porqué manifestarlo así.
—¿Cómo era la relación con Emilia Díaz y Karina Vignola?
—La mejor. A Karina la adoro con todo el corazón y con Emilia, con quien somos muy diferentes en un montón de cosas, hemos tenido en estos siete años una excelente relación y la considero una gran mujer. Fueron grandes compañeras, tanto ellas como María Gomensoro con quien compartí muchos años. Es gente de primera.
—Esa camaradería se demuestra en los mensajes que recibiste cuando anunciaste que dejabas el programa.
—Sí, pero es como predecible cuando uno se va. Pero también los mensajes de mis compañeros, Diego Delgrossi, Daniel K, Emilia, también de las productoras del programa. Creo que ellos no tenían por qué hacer público que nos llevamos bárbaro y nos adoramos, pero es parte de todo esto. Ojalá no estuviese la pandemia, porque hubiésemos hecho una reunión gigante con un asadito de despedida. Ahora no se puede, capaz que en un momento llega.
—¿Cómo te gustaría que siguiera Consentidas?
—No lo sé, no estoy en la cabeza de Consentidas. No sé, seguirá su ciclo porque es una marca que está en la cabeza de todos los uruguayo. Imagino que va a seguir y con éxito como siempre.
—¿Cómo sería tu 2021 ideal?
—En paz y sin pandemia sería lo máximo.
—¿Y a nivel laboral?
—No sé. Capaz que a esta altura de mi vida (que no sé muy bien cuál es) puedo decir que ojalá que algo me sorprenda. Me gustaría trabajar en programas de una o dos veces por semana y volver al vivo. Eso sería un poco el camino, pero qué hacer, hoy no lo sé y no me lo estoy planteando. También estoy en una etapa de la vida donde puedo soltar y que venga lo que venga, y si no, no sé, en unos meses estaré planteando alguna cosa. Hoy no lo pienso.
—Hay que disfrutar también de no hacer nada, porque fueron muchos años seguidos trabajando.
—Sí, iremos viendo qué surge y cuáles son las posibilidades. Capaz que quiero tomar otro rumbo, hacer otras cosas. Soy ansiosa pero intento dar un poco de paz, ir viendo y entender que uno no tiene todo resuelto, pero las cosas se irán acomodando.
—¿Cómo se maneja la ansiedad con esta incertidumbre laboral?
—Hoy es cero ansiedad porque es un tema que ya tenía resuelto, sino lo hubiera manejado diferente. Y creo que parte del aprendizaje de la pandemia es eso, adaptarse en todo momento para ver las posibilidades que permite, porque no es lo mismo trabajar cuando había 70 contagios por día a cuando son 700. La pandemia nos hizo eso, ponernos en otro lugar y aceptar los que nos pasa día a día y ver qué es lo mejor cada día.
—El año pasado tenías la idea de hacer viajes a la India.
—Eso fue algo que la pandemia nos sacó. Teníamos una propuesta de viajes a la India para pequeños empresas para hacer las primeras importaciones y conocer el mercado, y el primer viaje lo suspendimos por la pandemia: íbamos a ir en abril. Así que eso quedó suspendido porque la gente no viaja y menos a la India que es un tramo largo para llegar. Eso está en el tintero, pero no está en el horizonte de hoy. En algún momento se retomará, pero creo que el mundo de los viajes va a cambiar cuando esto pase.
—Siempre te estás reinventando, a esta altura es parte de tu ADN. ¿Cómo lo hacés?
—Lo primero que tenés que tener es tolerancia al fracaso porque cuando uno replantea muchas cosas, en muchas cosas fracasas. Me parece que lo primero que uno tiene que hacer cuando quiere emprender o cambiar, hay que ser tolerante al fracaso. Después es ponerle cabeza y jugársela.