ENTREVISTA

Nicolás Lauber

Desde hace varios años, el nombre de Sebastián Beltrame está asociado a los viajes que muestra, muy bien siempre lleno de información, en su programa de turismo En Foco (viernes y domingos en Canal 4).

Desde 2002, el arquitecto devenido en comunicador de televisión se dedica a mostrar distintos rincones de nuestro país y del mundo, contando anécdotas, historias y mostrando paisajes de ensueño. La llegada del Covid-19 fue un sacudón para Beltrame, quien llegó a estar en Rusia, en los laboratorios que fabrican la vacuna Sputnik.

También se ha dedicado a hacer videos donde muestra cómo arreglar objetos de la casa. “En la pandemia estamos haciendo esas cosas. Es algo que hago siempre en casa y ahora que estamos con los nenes, empezamos a hacerlo para las redes”, dice Beltrame.

—¿Cómo cambió En foco a raíz de la pandemia del Covid-19?

—En realidad cambió. Hicimos ese viaje que fue una idea para ver cómo era viajar en medio de esta situación. En principio iba a ser solo una ida a España, esto me lo había planteado el dueño de la empresa de viajes con la que trabajo porque el sector turístico y las agencias de viaje, está parado. Entonces él me propuso ir los dos y vemos qué pasa. Me pareció buena idea, y como Uruguay en ese entonces era el único país de América que tenía entrada a Europa porque estábamos en una buena situación con el covid, dijimos: vamos a España que tenemos un vuelo directo.

—¿Y cómo terminaste en Rusia?

—En enero había conocido a unos rusos en la Antártida y cuando viajábamos se conoció que Rusia había sido el primer país del mundo en registrar una vacuna. Llamé a los rusos y les planteo que ya que voy a España, podíamos seguir a Rusia para ver si se podía mostrar eso. Así surge ese periplo que nos llevó a todos lados y terminamos llegando a los laboratorios.

—¿Esperabas llegar a los laboratorios?

—No, porque no solo la entrada al país estaba restringida, fuimos los primeros latinoamericanos en entrar al país y los primeros del mundo en entrar a los laboratorios. Para que tengas una idea, un mes después que nosotros, entró la CNN al mismo laboratorio, fue una cosa muy loca lo que pasó. Pero todo surgió por la idea de Gonzalo de Carrasco Viajes que nos terminó llevando allí. Nadie, ni siquiera los rusos entendían cómo habíamos llegado allí, al punto que la televisión rusa hizo un informe y nos entrevistó en los laboratorios para saber cómo dos uruguayos habían podido entrar a ese lugar cerrado que tenía millones de pedidos para acceder. Son esas cosas que se van dando cuando conectás con gente. Eso nos abrió la cabeza y nos dimos cuenta que el mundo seguía funcionando a pesar de todo. Si bien era muy difícil viajar, sigue siendo difícil, se podía hacer en determinadas circunstancias. Y estuvimos en lugares, como España, Rusia o Turquía, donde se suponía que el mundo se caía, y la verdad es que la gente hace su vida más allá de las restricciones.

—¿Es por el miedo que la gente no viaja?

—No viaja por dos cosas, una es el miedo al contagio, pero creo que más que nada por las cuarentenas que hay que hacer cuando viajás. Antes una persona se tomaba una semana y se iba al Caribe; ahora te tenés que tomar tres semanas, dos son de cuarentena. Además hay que pagarse los PCR que son caros. Creo que eso hizo que se haya reducido la movilidad.

—¿Estando allá te vacunaste?

—No, no daban los tiempos porque estuve unos 10 días y había que esperar dos o tres semanas para la segunda dosis. Pero por supuesto que me daría la vacuna. También he hablado con amigos y expertos sobre este tema y estando con los rusos allá, todos me decían lo mismo. La vacuna no es un tema de me quiero dar o no la vacuna. Cualquier vacuna necesita que el 70 por ciento de la gente esté vacunada, para que se corte la cadena de transmisión del virus.

—Además de Europa y Rusia, has hecho otro viaje en estos meses?

—En noviembre fuimos a los hoteles del Caribe porque se abrieron varios hoteles y fuimos a mostrar cómo son los protocolos que tienen hoy esos enormes hoteles all inclusive donde había miles de personas, y cómo funcionan hoy. Ese es un ciclo que todavía no mostramos, y después decidí tomarme un tiempo con la familia, pero en breve retomamos. En Uruguay seguimos grabando porque nos dimos cuenta que mucha gente empezó a descubrir Uruguay por esta situación.

—Ese turismo interno que la gente descubre, ¿es algo positivo de la pandemia?

—Creo que la pandemia ayudó a que los uruguayos descubramos más lo que tenemos en nuestro país.

—Fuiste de los primeros en viajar por el mundo en pandemia, ¿no tenías miedo?

—Tenía mucho miedo, sobre todo al salir. Porque las noticias que consumíamos eran las que daban los medios masivos, y todos hablaban de una cosa espantosa y que Uruguay era una burbuja. Pero en el momento que salí, cuando estaba arriba del avión, veía que el mundo funcionaba, había gente que hacía lo mismo, y cuando llegué a España no era que el mundo se había acabado, seguía, con restricciones, pero seguía andando. Eso me hizo perder el miedo. Igual, cuando salí de mi casa y me despedí de mi familia, que en un momento pensé, ¿qué necesidad tengo de hacer esto?

—¿Había viajes pensados para el 2020?

—Sí, había un montón que quedaron en la nada. Teníamos cruceros e imaginate hoy subirse a un crucero, viajes por Europa, América y quedó todo en la nada. Pero eso nos hizo pensar y nos reconvertimos para ver qué pasaba y terminamos encontrando esta posibilidad de entrar a los laboratorios en Rusia donde nadie podía entrar. Eso no hubiera pasado si no hubiera existido esta situación. Por eso, creo que lo que hay que hacer es buscar posibilidades, hay que reconvertirse y no lamentar lo que se perdió.

—En Uruguay se habló mucho de cómo el mundo nos veía manejando la pandemia. ¿Te dijeron algo en el exterior?

—En realidad, el extranjero no estaba preocupado por lo que pasaba en Uruguay porque tenía sus propios problemas. Creo que nos hacíamos la idea que el mundo estaba expectante por lo que nos pasaba, y la realidad el mundo estaba preocupado por su propia pandemia. Pasaba que cuando viajabas no tenías que hacerte test cuando llegabas a Europa y las restricciones que había para otros países, no los teníamos, pero cuando salías de España, Uruguay no importaba. A veces somos un poco egocéntricos pensando que el mundo nos mira, y cuando hay problemas, el mundo se ocupa de sus propios problmas. Eso lo vi de primera mano. Y cuando tuvimos los mismos problemas que el resto del mundo se terminó la ilusión que Uruguay era la burbuja. Los que más decían eso eran los extranjeros que venían a Uruguay. Acá se encontraban con algo que no se esperaban, pero lamentablemente no duró mucho tiempo y ahora estamos igual a todos y tenemos que tirar para el mismo lado.