Faltan minutos para que termine el lunes y el Centro de Eventos del LATU está repleto de gente. Hay tres gradas pobladas y una sala aparte con un centenar más de personas que siguen la transmisión por pantalla gigante pero gritan y alientan como si estuvieran en el estudio. Están allí por la final de La Voz Kids, la edición infantil del concurso de canto de Canal 10.
Mientras por altoparlante se pide que todos vuelvan a los lugares, en la zona de los finalistas, los ocho se divierten, cantan y bailan. Viven la final como una fiesta. Así lo repitieron: “todos somos ganadores”.
Anuncian que se vuelve al aire en segundos y aparecen los ocho finalistas para acompañar a los conductores, Noelia Etcheverry y Rafa Cotelo, en el escenario. Todos ya cantaron y fueron elogiados, y todos tienen asegurada su presencia en en la gala que se realizará en el Antel Arena este viernes (entradas por Tickantel desde 700 pesos) y donde cantarán junto a los jurados locales Agustín Casanova y Julieta y Ruben Rada.
Alex Ubago y Valeria Lynch invitaron a los finalistas de sus equipos para cantar en sus próximos conciertos: el de Lynch será en octubre en el Teatro Metro y el de Ubago en el Antel Arena en noviembre.
Con la votación del público ya cerrada, solo quedaba anunciar al finalista votado de cada equipo.
Del team Valeria, es Sol Muñoz, y la platea se levanta para aplaudirla como un gol en la hora. Lo mismo ocurrió cuando se anuncia que Jalil Elías es el más votado de los Rada, Agustina Espina del team Alex, y Aldana Cardozo del AgusTeam.
Con un poco de suspenso de más para lo que a esa altura eran tres horas de transmisión, se anuncia que el cuarto lugar era para Agustina, el tercero para Jalil y el segundo para Aldana.
Cuando se anuncia que la ganadora del certamen es ella, Sol no puede contener las lágrimas. Tiene ocho años, es de Artigas, nunca dejaba de sonreír y hacer caras graciosas pero sacaba un vozarrón en cada gala. Ella es la que cantó en portugués y siempre se movió con una soltura envidiable, la más joven de los finalistas, la que hizo lo que quiso en cada aparición interrumpiendo y saliendo del guion, la que había llegado decidida a integrar el equipo de Valeria Lynch y lo consiguió.
Aplausos, abrazos, más lágrimas, y termina la transmisión. Mientras los integrantes de la producción se saludan y felicitan por el trabajo realizado, los participantes, jurados e integrantes del canal suben al escenario. Todos quieren lo mismo: una foto con la ganadora. Y ella cumplió con todos sin importar que fueran cerca de la una de la madrugada, ni que el día había sido movilizador para los ocho finalistas, todos la pasaron divertidos más allá de los nervios.
Luego de reírse mucho, abrazar y hacer reír, Sol, mientras las fotos y los saludos siguen e intenta abrir un paquete de gomitas dice a El País que no acredita haber ganado el certamen.
“No puedo creer que gané. Siempre fue un sueño para mí estar acá. Era chiquititia, veía los programas y quería estar ahí, en el escenario. No lo puedo creer ahora”, dice mientras se acomoda, en la silla de Casanova.
Sol se inscribió en La Voz Kids por la insistencia de su profesor de canto quien la animó a anotarse. Sus padres estuvieron de acuerdo. Ella también quería participar pero necesitaba ese impulso.
Gracias a su victoria recibió un viaje a Nueva York, y entrada para un musical de Broadway.
“Eso no lo puedo creer”, dice. “Mi abuela dijo que si ganaba me llevaba a Disney. Yo le dije, ‘pero lo pagás todo vos, yo no’”. Se ríe. “Ahora que lo pienso, ¡voy a viajar en avión””, dice sorprendida, como si recién entendiera la dimensión del premio y de su victoria.
Ahora sus planes son seguir estudiando canto y aprender a tocar la guitarra. Ya sabe dos canciones, y si bien son solo tres acordes, ella está feliz de su progreso.
No tiene la misma cara cuando habla de cómo le va en la escuela. “Mejor ni respondo eso”, dice entre risas y comenta que sus materias favoritas son Lengua o Arte. “Me dediqué a la música y me olvidé de la escuela. ¿Sabés cuál fue mi nota? Un cinco. Igual dijeron que hasta el cinco era buena nota. La maestra me dijo que no pasaba nada, así que maestra, si estás leyendo esto te mando un beso enorme y gracias por la nota”.
Más allá de los estudios, su preparación para La Voz Kids le requirió esfuerzos, aunque no pensó que fuera a ser la ganadora. Dice, por ejemplo que la canción más complicada fue la de la final, “Un beso y una flor” de Nino Bravo, “por los tiempos y la letra que es medio difícil”, dijo. “La que más me gustó fue “Beleza Rara”, fue la más fácil”.
“Tengo ganas de volver a La Voz. Quiero hacer todo de vuelta. Fue difícil y te agarran nervios antes de salir pero no me importa, yo vuelvo igual”, comenta la simpática y talentosa ganadora de esta primera edición de La Voz Kids.