Redacción El País
Una nueva jornada de audiciones a ciegas en La Voz Uruguay de Canal 10 volvió a dejar historias de vida emocionantes, que le llegaron al jurado o bien al público presente en el estudio del programa.

Uno de esos casos fue, este lunes, el de Fátima Martínez. La joven de 17 años, oriunda de Montevideo pero actualmente radicada en Maldonado, llegó al concurso para realizar una versión de "Biromes y servilletas" de Leo Maslíah, y demostró su talento y poderosa capacidad vocal.

Y aunque logró destacar en escena y recibió el aplauso cerrado del público presente en el set, lo que más sorprendió de la joven fue su historia y el motivo que la llevó a presentarse a La Voz. Es que según relató en su presentación, tiempo atrás tuvo un accidente de tránsito y estuvo clínicamente muerta.

"Fue algo muy traumante, muy difícil de procesar", contó a cámara. "Con el accidente entendí que no importa si a los demás les gusta o no (lo que hacés), importa si a vos te gustas vos, porque nunca le vas a gustar a nadie si primero no te querés y te amás a vos", reflexionó en la charla con la conductora Natalia Oreiro.

"Después de haber sobrevivido (al accidente) entendí que no hay límites. Los límites estan porque vos te los ponés", aseguró.

La joven cantante dijo que está convencida de que tiene una misión y que por eso logró sortear el siniestro. "Si volví, fue por algo. Lo que sea que tengo que hacer en este mundo, es a través de la música", declaró.

Finalmente, toda vestida de blanco, salió a escena y cantó con mucho sentimiento el tema uruguayo, pero los coaches sorprendieron ya que ninguno dio vuelta su silla. "Tu sonido de la voz es precioso y emocionaste a la gente en cada parte que subía la canción", la elogió Ruben Rada.

Luego, Agustín Casanova quiso indagar en su vida, entonces Fátima contó parte de lo que le había tocado pasar y explicó que decidió ir al concurso para llevar esperanza, para dar un mensaje positivo a aquellas personas que sienten que no pueden salir adelante o que sus sueños son imposible. El cantante de Márama celebró su presencia en el lugar y Fátima se retiró ovacionada y feliz, a pesar de no continuar en el concurso.