Redacción El País
Dos programas alcanzaron para presentar a la nueva generación de participantes de Masterchef. En su regreso a la pantalla de Canal 10 para celebrar los 10 años del certamen en Uruguay, la producción apostó nuevamente a los concursantes amateurs y a la figura del conductor, ahora a cargo de Eduardo "Colo" Gianarelli.

Así, en los dos primeros martes del ciclo, una resumida fase de audiciones permitió conocer a los aspirantes al título de maestro de la cocina, el gran premio que se disputa y que tiene que ver con el prestigio, el honor. El seleccionado incluye una reina de belleza, una española, un campeón del Carnaval y una amplia variedad de figuras. ¿Pero quién es quién?

Virginia es ama de casa, tiene 47 años y vive en Atlántida, pero pasó 11 años en Brasil. Dijo que cuando comenzó el casting su madre estaba a punto de fallecer y por eso decidió no anotarse, pero sus hijos la inscribieron sin decirle, y así llegó. Hizo feijoada y logró la clasificación entre lágrimas.

María y Nancy comparten oficio: son empleadas rurales. La primera, que estuvo a punto de no ir al concurso, trabaja en una estancia y tiene un canal de YouTube, e hizo raviolones; la segunda, oriunda de Castillos (Rocha), elaboró croquetas de camarones. Puglia se emocionó y les dio un "¡Aleluya!" porque entendió que tienen "una luz especial". "¡Son dos maravillas! ¡Dónde estaban escondidas!", les gritó.

Mauro es el benjamín del ciclo. Tiene 19 años, es estudiante de Ingeniería de Alimentos y elaboró manzanas merengadas. Hicieron entrar a su abuela para que le entregara el delantal, luego de darle algunos elogios.

Michelle tiene 22, también es estudiante, vino de Piriápolis y preparó unas mollejas al sartén. Se mostró muy carismática y con eso y su platillo conquistó a los chefs.

Gabriel es deportista, tiene 32 años, trabaja en una empresa de logística internacional y es directivo de la Liga de Fútbol Americano del Uruguay. Hizo una tilapia encebollada, un plato colombiano en honor a su esposa.

Pablo tiene 27 años, trabaja con animales en una granja turística, es de San Carlos y llegó a Masterchef buscando una segunda oportunidad en Montevideo, luego de haber tenido que abandonar una carrera en Agronomía. Hizo lomo con papines.

Gerardo tiene 47 años, vive en Malvín y se presentó como "pintor, guitarrero y chupacaña". Es atleta y chapista, opina que debería haber sido argentino y consiguió el apoyo del jurado con un bife ancho y una ensalada tropical, aunque lo mandaron a hablar menos y hacer más.

Soledad Curbelo es ingeniera química, tiene 34 años, trabaja en la industria farmacéutica y es de Libertad, San José. Hizo una carrot cake sin gluten ni lactosa y Ximena Torres quedó deslumbrada. Se comieron todo el platillo entre los tres expertos.

Edward es un peluquero venezolano de 34 años, que lleva una década viviendo en Uruguay y se presentó como "una persona a la que le gustan mucho los retos". Dato de color: su casamiento fue en un cementerio. Hizo cigala con base de arepa y consiguió su boleto a Masterchef.

Esperanza es jubilada, tiene 74 años y es extremadamente carismática. Es una mujer que no se puede quedar quieta, dijo, y hace artesanías de chocolate de temática sexual. Sirvió un pastel de carne y con su ingreso se completó la primera entrega del programa.

María Victoria es ama de casa, tiene 36 años y se crió en Rivera, por lo que se presentó a esta instancia con un plato de frontera: un guiso carretero. "Ese plato es el punto de partida de tu camino como cocinera", le dijo Sergio Puglia antes de confirmarle su entrada al programa.

Sasha es una de las más jóvenes de la temporada. Con 23 años, es de Durazno, vive en Trinidad y vende viandas, meriendas y bombones. Encontró en la cocina un refugio en una vida dura, ya que su madre la abandonó y su padre no estuvo demasiado presente. Dijo sentirse como "una hormiga que estaba con su valija para todos lados, siempre buscando un lugar", y entre lágrimas declaró: "Me ha costado mucho todo el proceso de la vida". Presentó un raviolón de chocolate y Ximena Torres, que antes le había dado una pauta de meditación y la había contenido, le hizo pensar que había quedado por el camino de Masterchef, pero cuando abandonaba las cocinas la llamó y le dio el delantal. Fue un momento muy emocional.

Martín, un despachante de Aduana de 36 años al que apodan "Carucha", ya se perfiló como uno de los potenciales protagonistas del ciclo. Cantante aficionado, se animó a entonar una murga mientras preparaba un rack de cordero con frutos rojos y una ensalada de queso azul y peras al vino tinto. El jurado quedó cautivado, tanto que Laurent Lainé le dijo: "Ese plato es lo que yo estoy buscando en Masterchef".

Otra de las jóvenes de este año es Gala (25), diseñadora de modas que dijo ser su "propia marca". Hizo ratatouille con huevo poché y cautivó con su look.

Una de las presencias que llamó la atención fue la de Carla Romero, reina de belleza y Miss Universo Uruguay 2022, además de asesora de imagen y licenciada en Administración de Empresas. Preparó una merluza con crema de puerros y puré de coliflor, y a la hora de argumentar por qué quería estar en Masterchef, se emocionó: "Represento a la mujer uruguaya y es importante mostrar que somos multifacéticas, que nos desafiamos y podemos con todo. Y quiero expresar mi amor por todo lo que hago a través de la comida". Logró su pase.

Como con Carucha, Lainé tuvo palabras igual de elogiosas para Bruno, un abogado de 41 años que hizo sopa de cebolla y hongos. "Este plato es un problema", le dijo el francés que, tras unos segundos de suspenso, completó: "Para mi gusto roza la excelencia". Le dio el delantal blanco sin conversarlo con sus compañeros.

Después vino Julio, bailarín, docente y director artístico de la revista Tabú, primer puesto de la categoría en el Concurso de Carnaval 2024; integra el elenco del conjunto y además hace parte de las coreografías. Hizo un minirogel y su historia conmovió a Puglia.

Duardi, un comerciante y barraquero, hombre muy positivo, de 52 años y oriundo de San Jacinto, compró a los profesionales a puro carisma y sabor. Hizo un matambre de cerdo con berenjenas y salsa de ciruela.

Para la camada juvenil también se sumó Nazarena, de 24 años, captadora social y que se definió como "rebelde, loca de mierda y alegre", y por lo visto una persona muy espiritual ya que cocinó con una vela prendida. Hizo pescado a lo macho, una comida peruana. Le fue bien.

Joselito, con sus ñoquis de papa y sémola con salsa de hongos, y una sonrisa pintada en el rostro, le dio al jurado una de las experiencias más satisfactorias de la jornada.

Junto con él clasificó Gabriela, bailarina y coreógrafa de 54 años, jurado del Carnaval y quien contó que como durante toda su carrera tuvo que restringirse con las comidas, fue de grande que abrazó la pasión por la comida. Hizo malfatis de espinaca, ricota y nuez con salsa rosa.

Exequiel, un campechano rematador de 27 años, sorprendió con un puchero criollo de rabo de toro que se llevó una catarata de elogios.

Para rematar el segundo martes de audiciones llegó la española Teresa, oriunda de La Coruña y con 11 años en Uruguay. Llevó un plato de su tierra que hizo llorar a Puglia, quien le regaló un "¡Aleluya!". "Es un sueño cumplido. Cuando llegas a cierta edad tienes que agarrarte a las sorpresas que la vida te va regalando", resumió ella.

Quedó, así, conformada la lista de los 24 cocineros amateurs que desde el martes buscarán llegara la final de Masterchef Uruguay, un programa que este martes logró liderar el rating según los datos de Kantar Ibope. Las cocinas volvieron a encenderse.