Uruguayos son reconocidos por Academia de Cine de España

La Academia de Cine de España reconoció a dos uruguayos durante la entrega de los premios Goya ocurrida el domingo de noche en Madrid. En lo previo, la presencia de Alma mater como candidata dentro de la categoría mejor film extranjero de habla hispana, era el punto de mayor atención, pero allí terminó triunfando el argentino Tristán Bauer con su multipremiado film Iluminados por el fuego, relato personal en medio de la guerra de las Malvinas.

En medio de una ceremonia que tiene su parecido con la de los Oscar, aunque más jugada a la improvisación y al buen humor, se gestaron dos sorpresas para los uruguayos: la primera cuando Fernando Pardo fue consagrado como mejor montajista por su trabajo en El método, y la segunda cuando la secuencia "In Memoriam", dedicada a recordar a los fallecidos que dejaron su huella en el cine de España, fue abierta con la imagen de Homero Alsina Thevenet.

Si bien no dijo que era uruguayo, Pardo tuvo que aclarar que no era argentino como lo había catalogado uno de los anunciadores. Se trata de un profesional que vivió en el exilio y que retornó a Uruguay junto a la democracia, aunque poco tiempo después se fue como docente a la escuela de cine de San Antonio de los Baños (Cuba) y desde allí marchó hacia España donde su trabajo como montajista es muy reconocido.

El tributo a Alsina Thevenet tiene que ver con el hecho de que esa personalidad sobresaliente de la crítica uruguaya vivió en España, forzado por las circunstancias políticas que vivía el país en los años ’70.

TRIUNFALES. La vigésima edición de los premios Goya tuvo como gran triunfadora a la película La vida secreta de las palabras, con cuatro galardones, entre ellos el de mejor película, dirección y guión original. Isabel Coixet subió al escenario dos veces, como mejor directora y como autora del mejor guión original. La cineasta recordó a sus actores: "pues, sin ellos, una historia no es nada".

Isabel Coixet ha querido hablar del peso del pasado, de las heridas que se arrastran por no poder olvidarlo y del amor como redención en La vida secreta de las palabras, protagonizada por Tim Robbins, Sarah Polley, Javier Cámara y Julie Christie, y que fue rodada en inglés, como es habitual en esta cineasta.

La vida secreta de las palabras se sitúa en una plataforma petrolífera del Mar del Norte, donde un accidente deja temporalmente ciego a un ingeniero. La imposibilidad de trasladarle a tierra, a causa de las heridas, hace que llegue hasta allí para cuidarle una enigmática y silenciosa mujer que esconde un pasado del que quiere escapar. Entre el enfermo y su cuidadora se irá diluyendo el muro que en principio les separa, y les llevará a revelarse los mutuos secretos que les atormentan.

En segundo lugar por premios se situó Princesas, de Fernando León de Aranoa, que aspiraba a nueve Goya y logró tres, dos para sus dos protagonistas, Candela Peña —mejor actriz principal— y la puertorriqueña Micaela Nevárez, actriz revelación, además del de canción original.

La gran perdedora de la noche fue Obaba, de Montxo Armendáriz, candidata a diez premios, de los que se llevó sólo el de mejor sonido. Mientras que Ninette, de José Luis Garci, que aspiraba a siete Goya, también logró uno de carácter técnico.

Tres Goyas logró Camarón, de Jaime Chávarri, entre ellos el de actor protagonista para Oscar Jaenada, y dos técnicos. Y tres logró también El método, de Marcelo Piñeyro, que obtuvo el galardón al mejor guión adaptado, el de actor de reparto para Carmelo Gómez y el mencionado de Fernando Pardo.

Oscar Jaenada, el gran favorito, logró el Goya al mejor actor por su mimética recreación del cantaor flamenco Camarón. Mientras, Candela Peña dedicó el premio de mejor actriz a sus padres, que la enviaban al cine cuando molestaba. "Ahí —dijo—soñé con estar aquí un día. Además escribí una carta al príncipe —Fernando León de Aranoa—, porque yo quería ser princesa".

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar