No es fácil ser Dios. Eso es lo que descubre Jim Carrey en Todopoderoso, una comedia que se estrena el próximo viernes en cines de Montevideo.
Dios tiene un rostro inesperado en esta película dirigida por Tom Shadyac: el del excelente actor "afroamericano" Morgan Freeman. Y es con el mismísimo Dios que tiene Carrey un encuentro muy especial. El "rey de la morisqueta" interpreta a un periodista de televisión dedicado a las historias humorísticas y de interés humano. Tiene fama y prestigio, y hasta una novia que lo quiere y lo aguanta (Jennifer Aniston, de la serie Friends), pero el trabajo lo harta: querría ocuparse de lo importante, de las noticias de política internacional o los dramas de la sociedad. Una palabrota pronunciada en un mal momento (ante cámaras, y delante de millones de espectadores) frustra la posibilidad de un mejoramiento en su situación laboral, y desencadena una serie de acontecimientos que determinan su despido. A partir de entonces comienza a despotricar contra Dios... y Dios en persona resuelve tomar cartas en el asunto.
Si Carrey piensa que todo es tan fácil va a tener su oportunidad: el Señor se le aparece y le informa que le delega sus poderes. Tendrá que hacerse cargo del trabajo del Todopoderoso. Pues bien, allí empiezan verdaderamente sus problemas.
Escrita por Steve Koren y Mark O’Keefe (el primero es uno de los guionistas del popular programa cómico Saturday Night Live), la película ha sido dirigida por Tom Shadyac, quien ha estado otras veces vinculado a Carrey (la serie Ace Ventura, El insoportable) y otros cómicos (Eddie Murphy en El profesor chiflado). También hizo Patch Addams, con Robin Williams.
MORISQUETAS. Para Carrey se trata de un retorno al género que lo ha hecho popular. Nacido en Newmarket, Ontario, Canadá, el 17 de enero de 1962, Carrey se abrió paso lentamente en el mundo del cine. Nadie se acuerda de él en una serie de labores menores en films como Peggy Sue, su pasado la espera de Francis F. Coppola o Sala de espera al infierno de Buddy Van Horn, la quinta y última aventura del inspector Harry "el Sucio" Callahan, interpretado por Clint Eastwood. En los créditos era todavía "James Carrey": abreviaría su nombre cuando empezó a desempeñar protagónicos.
El film que lo lanzó a la fama fue sin duda La máscara (1994), que era de hecho una suerte de copia menor de El profesor chiflado (1961) de Jerry Lewis, con elementos de golpe y porrazo derivados empero de las frenéticas animaciones de Tex Avery. Cierto humor y un abundante despliegue de efectos especiales envolvían una historieta donde la tendencia de Carrey a la morisqueta y la payasada no llegaba a molestar, porque participaba del aire de ‘cartoon’ que exhibía todo el producto.
Carrey se volvió particularmente molesto en sus trabajos inmediatos: las dos películas dedicadas al detective de mascotas Ace Ventura (1994, 1996), la larga bobada de Tonto y retonto (1994), incluso su encarnación del villano Acertijo en Batman eternamente (1995). El equívoco de compararlo con Lewis prosiguió en esa serie de films, e hicieron falta algunas precisiones: Carrey no era Lewis sino su caricatura. Copiaba solamente los recursos más exteriores y menos importantes de su modelo, y perdía de vista sus rasgos más genuinos: el humor neurótico y angustioso, el carácter entrañable de su personaje, una considerable inventiva como realizador que comenzó a fallar (hay que reconocerlo) en cuanto los críticos franceses empezaron a ensalzarlo.
A esas alturas Carrey era uno de los actores mejor pagados de Hollywood, y habría que pensar que no debía importarle demasiado lo que los críticos, franceses u otros, pensaran de él. Sin embargo algo parece haberle advertido que corría el riesgo de empantanarse, e intentó cambiar. En El insoportable (1996) ensayó un tipo de humor más negro y amenazador que al parecer no dio en el blanco: sus admiradores dieron un paso atrás, la taquilla respondió menos que otras veces, y el cómico volvió a su estilo habitual en Mentiroso, mentiroso (1997), donde volvía a sobrar brocha gorda.
CAMBIOS. Es posible que Peter Weir haya visto El insoportable, y pensado que el entrometido técnico de televisión cable que Carrey interpretaba allí no distaba tanto de su inquietante sanitario de El plomero, un film que el director de Picnic en las rocas colgantes (1975) y La última ola (1977) realizara en Australia y en el cual el personaje del título invadía una casa, dando comienzo a una pesadilla de ribetes casi kafkianos. Es en todo caso un dato que Weir eligió a Carrey para protagonizar The Truman Show (1998), una película en la cual el cómico rompió claramente con su imagen tradicional: allí había una propuesta inteligente y un agudo cuestionamiento de ciertos procedimientos habituales de los medios de comunicación.
Es posible que el actor no mereciera el Oscar que algunos le auguraron y que no obtuvo (una vez más, la competencia resultó fuerte), pero no hay duda de que rindió a buen nivel y proporcionó un personaje más complejo y matizado, y mucho menos sobreactuado, de lo que el público estaba acostumbrado a esperar de él.
De ahí que resultara casi natural el encuentro de Carrey con Milos Forman en El mundo de Andy. El director de Atrapado sin salida (1974) y Amadeus (1984) necesitaba de un intérprete capaz de proporcionar cierta convicción dramática, y al mismo tiempo desplegar en la "ficción dentro de la ficción" el talento cómico que su discutido biografiado Andy Kaufman exhibiera en la realidad. Es un tanto paradójico que ese acceso a la respetabilidad haya implicado para Carrey una pérdida de popularidad: esta vez, la Academia decidió simplemente no fijarse en él.
Entre la concesión y la exigencia, Carrey ha demostrado, sin embargo, ser un tipo inteligente y un individuo capaz de encarar proyectos de mayor ambición (recientemente hizo The Majestic, sobre el tema de la Caza de Brujas). En Todopoderoso vuelve a un género que conoce, y hay que reconocer que arranca con una buena idea. Habrá que ver la película para saber qué hicieron Shadyac y el con ella.
Por lo pronto Carrey promete hacer rendir los 19 músculos de su rostro y despacharse con un sinfín de situaciones en las que dará rienda suelta a todo su arsenal de morisquetas, juegos de palabras (aunque se pierde un poco en los subtítulos) y sus clásicas bromillas escatológicas (no tomar esta palabra en su acepción filosófica: Carrey no es un Mesías finisecular). Es decir, Carrey vuelve al camino que tantos réditos (y millones)le ha dado.
Pero por el momento Todopoderoso es el proyecto cinematográfico más exitoso sobre Dios (ver recuadro sobre el tema) ya que hasta el momento lleva recaudando más de U$S 210 millones solamente en los Estados Unidos.
Un rostro poco visto
Con su actuación en este film, Freeman pasa a formar parte del selecto grupo de actores que han interpretado en cine el más misterioso de los papeles: Dios. Porque las apariciones de Jesús han sido muchas, pero las Dios muy pocas. El Código de Producción Cinematográfica de 1930, también conocido como el Código Hays, estipulaba que ningún film o episodio podía ridiculizar un credo religioso. Y en eso entraba Dios. Claro que Hollywood aún hoy se cuida mucho de no ofender los credos religiosos o particulares, aunque muchas veces es inevitable: muchas religiones prohíben la representación de Dios en forma corpórea. Los cineastas en general eluden el problema de representar directamente al Todopoderoso poniendo algún delegado en su lugar como el administrador celestial Mr. Jordan en Here Comes Mr Jordan (1941) y su remake El cielo puede esperar (1978) o Gabriel en Vidas sin reglas (1997).
Como tal, el Señor hizo su debut en 1936, interpretado Rex Ingram, en la adaptación de la obra Praderas verdes. Lo interesante es que Ingram era negro, igual que Freeman. También aparece, pero como una voz, en En Los diez Mandamientos, de Cecil B. DeMille (1956) y en La Biblia, de John Huston (1966).
En la década de 1970 el Código de Producción cayó en desuso y eso permitió la moda del horror satánico con films como La profecía y El exorcista y Dios apareció por primera vez en una comedia: Oh, Dios!, de Carl Reiner (1977) en el que George Burns interpretab al Creador. Otros films que caben recordar: In God We Tru$t (1980) (en él Marty Feldman es un monje que para salvar su monasterio de la bancarrota le pide a D.I.O.S. —en la voz de Richard Pryor— los fondos necesarios). Otro es Wholly Moses (1980), aquí Dudley Moore es un pastor que escucha a Dios que tiene la voz de Walker Edmiston. También está Two of a Kind (1983), el Señor aparece como una luz resplandeciente y tiene la voz del gran Gene Hackman.
Un especialista en humor
A juicio del director Tom Shadyac, solamente un hombre podía interpretar a un personaje súbitamente dotado de los poderes de Dios, y ese hombre era Jim Carrey. Viejos amigos, Carrey y Shadyac han pasado mucho tiempo debatiendo en privado los Grandes Interrogantes
El director explica: "Jim es para mí una especie de hermano. Un hermano pequeño en cierta manera, y un hermano grande en otra. Tenemos una gran amistad, y Todopoderoso habla de nuestras preocupaciones: ¿Qué es esta fuerza llamada Dios? ¿Qué es lo que esta fuerza hace en nuestras vidas? ¿Cómo nos relacionamos con ella? En su temática, el film es finalmente la historia de cuál es el origen del verdadero poder".