TENDENCIAS
Se han puesto de moda, hay varios y con distintas propiedades. Para recurrir a ellos hay que empezar por consultar a un dermatólogo o cosmetólogo médico porque cada persona tiene sus particularidades.
"Creo que por la incidencia de la inmigración de dominicanas, venezolanas y colombianas, la uruguaya empezó a cuidarse más”, advirtió la cosmetóloga médica Paola Machado. La uruguaya se está preocupando por la imagen ahora de una forma diferente, lo que repercute en un mercado tan amplio como el de la cosmética y el cuidado corporal.
En ese mercado hay algo que se ha puesto muy en boga últimamente y es el uso de los aceites vegetales, que son aquellos que tienen su origen en plantas, frutas o alguna raíz. “Hay una tendencia en la cosmética a volver a productos más naturales”, señaló Machado.
¿Qué son los aceites vegetales?
Son extractos grasos de origen botánico obtenidos de semillas oleaginosas o frutos; constituyen una valiosa clase de materia prima en la industria cosmética.
Colabora también una tendencia a realizar rutinas más ceremoniosas, de tipo ritual, con varios pasos, entre las que se incluye la primera higiene de la piel dentro de las dos que se hacen habitualmente. “Creo que viene de todo lo que es la cosmética coreana, que está muy de moda últimamente”, consideró la cosmetóloga.
Es allí que entran los distintos aceites vegetales cada vez más presentes en la oferta local y para cuyo uso es necesario contar siempre con un asesoramiento profesional como todo en salud.
“Si hay una patología de base en la piel, léase un acné, una rosácea, algún tipo de dermatitis, primero que nada hay que consultar a un médico dermatólogo, que es el que deriva a la cosmetóloga médica”, explicó Machado.
La profesional describió a la piel como “un órgano muy noble porque con poco cuidado enseguida responde”. Eso no quita que haya que dedicarle una atención especial que, para Machado, comienza con hacer una consulta anual al dermatólogo de manera de tener controlado temas delicados como es la presencia de lunares, entre otras cosas. “La piel es un órgano de vital importancia y hay que darle el cuidado que se merece”, apuntó.
Buenos aceites de marcas uruguayas
“Soy muy defensora de la industria uruguaya”, señaló la cosmetóloga médica Paola Machado. Destacó que las principales marcas nacionales cuentan con productos con aceites vegetales y con buenos resultados. Mencionó a The Chemist Look, que ofrece aceites enriquecidos con otros componentes, que hace que se conserven mejor y sean más antioxidantes. Homeopatía Alemana tiene un muy buen aceite de jojoba, que es emoliente, antioxidante y antiinflamatorio. Dermagroup, de Lidia Morus, hace la máscara con aceite de cannabis. Matías González cuenta con el llamado aceite seco. Por último está la nueva línea Dermoliva, de Olivares de Salto, que ofrece productos con aceite de oliva y viene de abrir su primer local en Montevideo.
Variedad.
Uno de los aceites que más se ha puesto de moda recientemente en Uruguay es el de coco, no solo para cocinar sino también para aplicar al cabello o incluir en los tratamientos faciales. Pero Machado advirtió que hay que tener mucho cuidado con él porque es sumamente comedogénico.
?
“Eso quiere decir que obstruye los poros y puede generar reacciones acneiformes. No es que genere acné, sino que provoca reacciones como los comedones, que son los comúnmente llamados puntos negros”, aclaró la cosmetóloga. Por eso, si de higiene de piel se trata, si se recurre a un producto oleoso lo mejor es que no sea aceite de coco.
?
Machado recomendó apelar al aceite de jojoba, de girasol, de palta o aguacate, de oliva o de argán, que es otro que está muy en boga. “Son los que menos producen obstrucción de los poros”, apuntó.
Mencionó también que en Uruguay se están popularizando los productos cosméticos elaborados con aceite de cannabis. Machado viene probando una máscara que lo contiene, con muy buenos resultados, cosa que se ha repetido en colegas tanto uruguayas como argentinas a las que les ha llevado el producto para que lo testeen. “Todas hemos quedado muy conformes, sobre todo en lo que son las pieles sensibles, con rosácea o muy reactivas; que reaccionan más ante otros productos”, acotó.
También destacó la importancia que está adquiriendo el aceite de oliva, que está probando a través de la marca de cosméticos Dermoliva, surgida de la empresa Olivares de Salto y que hace poco abrió su local en Montevideo.
La profesional solo marcó ciertos reparos en que los productos agreguen aceites esenciales en su composición. “A veces la gente confunde y compra aceites esenciales para cosmética o el cabello cuando se deben usar para aromaterapia. El de lavanda tiene cierto poder irritante, ni qué hablar el de menta, el de eucalipto o mismo los que son cítricos (lima-limón, bergamota, pomelo). Se suele pensar ‘me pongo un aceite esencial de limón y me hago un peeling’ o ‘me estoy poniendo vitamina C’ y no es así, se está poniendo ácido cítrico y puede ser muy irritante”, aclaró.
Siempre se debe tener en cuenta que cada persona tiene sus particularidades en cuanto al tipo de piel. “Lo que capaz que a mí me cae horrible, a vos no tanto; va a depender siempre de la susceptibilidad de cada uno”, dijo.
Siendo consciente de esto, remarcó que “no hay que tenerle miedo a los aceites. La gente de piel grasa o mixta o que tiene acné piensa que los aceites van a empeorar esa condición de la piel y no es así. Si encuentran el adecuado hasta puede ser beneficioso porque la piel va a ganar en elasticidad, en lozanía, y va a perder ese aspecto marchito que deja el invierno con los fríos crueles”.
Todo se reduce a encontrar el aceite correcto para cada tipo de piel y así poder incluirlo en la rutina, “tanto como un producto de primera higiene como en la función de un hidratante o antioxidante”, concluyó Machado.
Estrictas medidas de seguridad en la consulta
La pandemia de la COVID-19 ha determinado que los cosmetólogos médicos deban ceñirse a un estricto protocolo para sus consultas. El profesional debe vestir una ropa especial y colocarse tapabocas, máscara de acrílico y guantes. Antes, maniobras como el masaje facial se hacían sin guantes. La agenda debió reducirse porque luego de atender a cada paciente hay que hacer limpieza y desinfección completas. Han cambiado algunos tratamientos; por ejemplo, ya no se aplican tanto las puntas de diamante porque es un peeling mecánico que exige mucha desinfección de sus implementos. Se lo realiza menos y se apela a otras técnicas. En cuanto a los pacientes, se les exige, en la medida de lo posible, que no lleven muchos implementos (bolsos, carteras), que pasen por alfombra sanitaria, usen tapabocas en lugares comunes y cumplan el ritual del lavado de mano o aplicación de alcohol en gel. En la llamada área sucia dejan sus pertenencias, incluidos los zapatos, y se colocan cofia, sobretúnica y zapatones. Recién cuando ingresan al área limpia (consultorio) se sacan el tapabocas. Si es descartable, se tira y a la salida se les da otro; si es de tela, se sanitiza y se lo devuelven al partir.
Pedir título para no caer en falsos médicos
Paola Machado es desde hace seis años la presidenta de la Asociación de Cosmetólogas Médicas del Uruguay (ACMU), una asociación que desde hace un año y medio lleva adelante la campaña “Pedime el título”, una forma de combatir la preocupante usurpación de título que ocurre en esta profesión. “Es un fenómeno que lamentablemente se está dando mucho. Falsos médicos, falsos cosmetólogos médicos, que hacen cualquier cosa en la piel de la gente, no tienen los cuidados necesarios, no trabajan con protocolos”, denunció. Explicó, por ejemplo, que las cosmetólogas médicas no pueden aplicar bótox. “Queremos que la gente ejerza su derecho a ser atendido por un profesional, que exija el título, que no tenga vergüenza de pedirlo”, agregó como parte de esta campaña que ACMU desarrolla en redes sociales como Instagram y Facebook.