Cada día nos exponemos a lugares y eventos en los que el ruido alcanza niveles tan altos que puede afectar nuestra audición para siempre. Para cuidarnos y prevenir una pérdida auditiva, hay que estar informados y tomar precauciones.

Los daños pueden producirse en minutos o segundos y son irreversibles. Por encima de los 101 dB, el tiempo límite de exposición sin protección antes de que se produzca un daño es de 4 minutos al día, mientras que disminuye a un minuto si se superan los 107 dB, según el Parlamento Europeo.

La situación se complica si es por encima de los 120 dB. En estos casos, basta con algunos segundos para generar un daño irreversible. Los niveles de presión acústica promedio en bares, gimnasios y clubes nocturnos puede oscilar entre 100 y 115 decibeles (dB).

Cero decibel es la unidad mínima audible para un oído humano sano. La caída de una gota de agua puede tener 10 dB, un susurro de voz cuchicheada tiene aproximadamente 15 dB, una típica conversación entre dos personas oscila entre 55 y 65 dB, el ruido de tránsito varía entre 75 y 84 dB, un piano entre 80-85 dB, un secador de pelo puede alcanzar 85 dB, en un restaurante ruidoso con mala acústica pueden medirse 90 dB, un concierto de rock puede tener 115/120 dB y más también, turbinas de avión en aeropuertos llegan a 145 dB, un disparo de arma alcanza los 145/155 dB y un globo que explota puede rozar los 154 dB.

La Organización Mundial de la Salud anticipó que más de 1000 millones de personas entre los 12 y 35 años correrá el riesgo de perder su audición debido a la exposición prolongada y excesiva a sonidos intensos recreacionales.

Frente a la exposición reiterada, contínua o, al menos, dos veces a la semana a estos niveles de sonido, conviene usar protección auditiva.

Existen muchos tipos de protectores auditivos en el mercado y cada uno tiene especificaciones diferentes (descartables, premoldeados, genéricos, personalizados, con filtros que atenúan entre 10 y 32 dB). Lo importante a tener en cuenta a la hora de elegir los protectores auditivos es consultar antes con el médico o médica otorrinolaringólogo, que orientarán según el trabajo a llevar a cabo o al ruido recreacional expuesto.

(Por La Nación GDA)