Tras varios días frescos, nublados e incluso lluviosos, las playas de Punta del Este comenzaron a recuperar su energía veraniega con la llegada de los primeros visitantes.
Este viernes, las temperaturas más agradables y un cielo mayormente despejado invitaron a turistas y locales a disfrutar del sol y el mar, dejando atrás el clima inestable de los últimos días.
En la parada 1 de la playa Mansa, con la isla Gorriti como telón de fondo, se veía gente tomando sol, haciendo deporte y refrescándose en el agua. Los vendedores ambulantes también regresaron al paisaje, y en los paradores están ofreciendo desde la mañana refrescos, licuados, tragos y comidas clásicas de playa como choclos y panchos.
En paralelo, la playa Brava comenzó a llenarse de surfistas que aprovechaban las olas, mientras que el icónico monumento de “Los dedos” fue, como siempre, un imán para los turistas.
Este viernes, el lugar estuvo particularmente concurrido por visitantes brasileños, quienes se tomaban fotos con la escultura. En momentos en que llegaban excursiones en ómnibus, se formaban filas de espera para obtener la postal.
El movimiento no solo estuvo en la arena, sino también sobre la rambla, donde muchas personas disfrutaban de caminatas o corrían.
Hubo viento, sí, y algunas nubes de a ratos, pero eso no impidió que fuera un día de verano.