Asturias
Las autoridades españolas advirtieron sobre el juego que algunos niños practicaban en el patio del recreo y que se hizo viral gracias a Internet.
Empezó en la zona norte, en Asturias. Pero la alarma ya corre por escuelas primarias de todo el país: un sádico juego infantil que provoca lesiones, en algunos casos, notables, en pequeños alumnos que se ven sometidos al abuso de los más grandes.
La práctica es conocida como "El abecedario del diablo" y pese a que tiene apariencia de "juego" en el patio de la escuela, en realidad se parece mucho a una tortura para quienes no son capaces de resistirse.
Consiste en algo simple. A un niño se lo toma de las manos y se le hace una herida que se va profundizando en la medida en que no sepa contestar una pregunta que le formula otro, mientras los demás miran en corrillo.
Lo que se le reclama es que diga una palabra que empiece con cada letra del abecedario. Un listado que se recita con cada vez más rapidez y que avanza en la celeridad del castigo en la medida en que el sometido no es capaz de responder.
"Parece sencillo pero no lo es. Una vez que el niño está tomado de las manos por otro, ya no tiene escapatoria", advierten en la Asociación contra el Acoso Escolar (ACAE).
Es algo que corre, sobre todo, entre los más chicos de la primaria, que se ven sometidos por alumnos un poco más grandes que ellos.
La práctica se difundió por Internet y se hizo viral. En algunos colegios asturianos las autoridades decidieron cortar por lo sano y anunciaron que "expulsarían" sin miramiento al alumno que fuera sorprendido con heridas o infligiéndoselas a otro.
"Es un problema serio, directamente vinculado al acoso. Hay un alumno líder que, para mantener su posición como tal, elige a las víctimas entre los más débiles para resistirse", dijo Mario Prendes, director de uno de los colegios en los que se detectó el fenómeno.
En su caso, más de 40 casos fueron detectados de niños con heridas. En algunos, de consideración. Sólo en una escuela.
Sin embargo no es la primera vez que se conoce sobre este juego que aunque reaparece con distintos nombres y algunos matices en sus reglas mantiene su esencia. Es el mismo caso, por ejemplo, de Momo. Una figura con facciones aterradoras que se filtra en los videos infantiles.
La rápida difusión por Internet de ese tipo de actitudes no tiene fronteras. En el resto de España los padres ya están en guardia y alertan sobre el contagio más allá de fronteras.