MEDIOAMBIENTE
La joven activista ambiental sueca, de 16 años, fue elegida la “Persona del Año” por la revista Time.
Greta Thunberg, la adolescente sueca de 16 años que se convirtió en la portavoz de una generación atormentada por la emergencia climática, fue elegida este miércoles como la personalidad del año 2019 de la revista Time. Ella es la persona más joven en haber recibido la distinción.
La joven de 16 años primero fue noticia con su huelga en solitario contra el calentamiento global fuera del Parlamento de Suecia el año pasado. Ella sostenía un simple cartel con letras negras que decía “School Strike for Climate”. Su iniciativa poco después se extendió a los márgenes de la cumbre sobre el clima en la ONU.
Un año después, seguida por una multitud de medios y simpatizantes fue la protagonista de la conferencia, lanzando en su discurso un indignado reclamo a los líderes mundiales: “¿Cómo se atreven?”.
“No podemos seguir viviendo como si no hubiera un mañana, porque hay un mañana. Eso es todo lo que estamos diciendo”, dijo Thunberg a Time, que colocó a la joven en su portada con el título El poder de la juventud.
La revista entrevistó a Thunberg a bordo del velero que la llevó de Estados Unidos de vuelta a Europa, después de un frenético viaje de 11 semanas por América del Norte a varias ciudades de Estados Unidos y Canadá.
Thunberg ha llevado su mensaje directo –“escucha a los científicos”– a los líderes globales, acusándolos de inacción frente a la crisis climática. La activista sueca estaba en Madrid cuando se anunció el premio, en un foro climático de la ONU que busca salvar al mundo del calentamiento global. Allí acusó a los líderes políticos y a los del mundo empresarial de buscar resquicios por los que lavar su imagen. “Sigo creyendo que el mayor peligro no es la inacción: el peligro real es que los políticos y los CEO pretenden que se están adoptando acciones reales, cuando en realidad no se está llevando a cabo casi nada más allá de una astuta contabilidad y campañas publicitarias creativas”, dijo.
Un discurso que llegó a millones.
“En 16 meses, se dirigió a los jefes de Estado de la ONU, se reunió con el Papa, enfrentó al presidente de Estados Unidos e inspiró a 4 millones de personas a unirse a la huelga climática mundial el 20 de septiembre de 2019, en lo que fue la mayor demostración climática en la historia humana”, dijo la revista.
Y añadió: “Pero ella ha logrado crear un cambio de actitud global, transformando millones de vagas ansiedades de mitad de la noche en un movimiento mundial que exige un cambio urgente. Ella ofreció un llamamiento moral a quienes están dispuestos a actuar y avergonzó a quienes no lo hicieron”.
Huelga de los viernes.
A los pocos meses de lanzar su solitaria “huelga de los viernes” fuera del parlamento sueco, Thunberg encabezó las manifestaciones mundiales de los jóvenes y exigió la acción ambiental de los líderes mundiales.
“Quiero que entren en pánico”, dijo a los presidentes ejecutivos y líderes del mundo en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, en enero de 2019. Y añadió: “Quiero que sientan el miedo que yo siento todos los días. Y luego quiero que actúen”. Sus palabras se propagaron en internet como un incendio.
¿Quién es Greta Thunberg?
Es hija de una madre cantante de ópera y un padre actor convertido en productor, descendiente de Svante Arrhenius, un científico que ideó un modelo del efecto invernadero. Fue galardonado con el Premio Nobel de Química en 1903. Ella persuadió a sus padres para que se hicieran veganos y en 2016 convenció a su madre de que dejara de volar, a pesar de que viajaba con frecuencia al extranjero por trabajo.
Thunberg se ha enfrentado a severas críticas, la más reciente la del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que la tildó de “mocosa”. También ha sido objeto de distintas teorías conspirativas que circulan en línea.
Algunos se burlan de su juventud o intentan desacreditarla debido a su síndrome de Asperger, un diagnóstico que nunca ha ocultado y que haya ha descrito como un don y un superpoder. Fue diagnosticada hace cuatro años.
En su colegio vio un documental sobre la contaminación en el mar y eso la impactó. “Los demás niños se olvidaron del tema en cuanto salieron al patio. Pero yo no podía. Las imágenes volvían y volvían”, contó. Fue así como se obsesionó con los efectos del cambio climático. Y su obsesión se convirtió en depresión. Hablaba poco y comía menos. En plena etapa de desarrollo, Greta dejó de crecer. Con el apoyo de sus padres y las terapias para tratar el Asperger, fue saliendo poco a poco de su ansiedad.
Ella ha reconocido que su pasión por su trabajo se debe en parte a ver el mundo en términos claros. “He tenido una buena cantidad de depresiones, alienación, ansiedad y trastornos. Pero sin mi diagnóstico, nunca habría comenzado la huelga escolar. Porque entonces habría sido como todos los demás”, escribió recientemente en Facebook.
Thunberg “no opera en el mismo registro emocional que muchas de las personas que conoce”, escribió la revista Time.
“No le gustan las multitudes; ignora la charla trivial; y habla en oraciones directas y sencillas. No puede ser halagada o distraída”, y según la revista, “estas mismas cualidades la han ayudado a convertirse en una sensación global”.
Thunberg dice que está desconcertada por algunas de las reacciones hostiles hacia ella.
“Honestamente, no entiendo por qué los adultos elegirían pasar su tiempo burlándose y amenazando a adolescentes y niños por promover la ciencia cuando en cambio podrían hacer algo bueno en cambio”, escribió en Twitter en septiembre. “Ser diferente no es una enfermedad”. También insistió que “no ha recibido dinero” por su activismo.
Y con 12 millones de seguidores en su cuenta de Instagram, Twitter y Facebook, continúa acumulando simpatizantes de alto perfil, desde Barack Obama hasta el Dalai Lama y Arnold Schwarzenegger.
El exvicepresidente de Estados Unidos Al Gore, un reconocido ecologista, dijo que la revista hizo una “elección brillante”. “Greta encarna la autoridad moral del movimiento activista juvenil que exige que actuemos de inmediato para resolver la crisis climática. Ella es una inspiración para mí y para las personas en todo el mundo”, señaló.
Debido a la claridad y la energía que ha aportado a la discusión sobre el cambio climático, Thunberg ha sido nombrada como candidata a una serie de honores internacionales, incluido el Premio Nobel de la Paz. Pero recientemente rechazó un premio en efectivo del Consejo Nórdico, diciendo: “Es un gran honor. Pero el movimiento climático no necesita más premios”.