Apretar el freno con inteligencia: cómo funciona el control de estabilidad

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SEGURIDAD VIAL

El sistema eléctrico de control de estabilidad reduce la probabilidad de accidentes; será obligatorio a partir de 2022

Cuando un vehículo circula por una curva o realiza un giro o maniobra aparece una fuerza centrífuga que debe ser contrarrestada por los neumáticos. Y, si no pueden reaccionar de manera correcta, la situación puede culminar en un derrape o en un vuelco y, por consiguiente, en una situación en donde peligra la vida del conductor y los pasajeros.

En Uruguay ya es obligatorio la inclusión del sistema antibloqueo de frenos (ABS) que, a juicio de Jorge Alfaro, secretario general ejecutivo de la Unidad General de Seguridad Vial (Unasev), actúa de forma “espectacular” para reducir el número de choques en ciudad. Sobre estos, el técnico apuntó: “La mayoría se produce a menos de 40 kilómetros por hora”.

En caso de una frenada brusca sin ABS, las ruedas pueden bloquearse, se alarga la frenada y se deja sin dirección al vehículo.

Con ABS, las ruedas permanecen con movimiento, se mantiene la capacidad de dirección y se frena antes.

Pero hay una tecnología más avanzada que todavía no es exigida en el país (lo será a partir de 2022): el sistema electrónico de control de estabilidad (ESP).

Este “contempla y corrige los desplazamientos y movimientos que ayudan a la pérdida de equilibro de cualquier tipo de vehículo”, explicó Alfaro.
Pero alertó: “Esto no quiere decir que si venís a 140 kilómetros por hora y pegás un volantazo lo corrige; volcás igual”.

Así funciona este asistente inteligente para la frenada: los sensores miden las revoluciones de las ruedas, el giro del coche sobre su propio eje y el giro del volante y un microprocesador compara el comportamiento del auto con la acción del conductor sobre el volante y frena alguna de las ruedas para facilitar el giro o evitar el derrape. Ante un obstáculo inesperado, por ejemplo, el conductor da un volantazo a la izquierda para esquivarlo. El sistema detecta que el vehículo no cambia de dirección y frena la rueda trasera izquierda para aumentar la capacidad de giro.

Salvado el obstáculo, el conductor trata de volver rápidamente a su carril, pero la inercia hace que el auto tienda a hacer un trompo; entonces, el ESP ayuda a frenar la rueda delantera izquierda para que se normalice la circulación y siga su curso.

“Se consigue una frenada mucho más eficiente, una respuesta inmediata y violenta respecto a la necesidad”, apuntó Alfaro.

Y añadió: “El ABS y el EPS son muy eficientes en Europa donde los caminos son perfectos, donde no hay pozos ni irregularidades. La rueda debe estar en permanente contacto con el suelo porque, de lo contrario, no se consigue la estabilidad”.

Estudios demuestran que el ESP reduce el número de accidentes graves hasta en un 50% y evitan hasta el 80% de los siniestros por derrape, según informa la Dirección General de Tránsito de España. “Todos los adelantos tecnológicos convierten a un conductor medio o no tan bueno en uno mucho más eficiente al volante”, afirmó el secretario general de Unasev.

Pero esa cifra puede ser superior. Nicolás Cremona, ingeniero en electrónica y fundador de Smartway, una compañía uruguaya especializada en internet de las cosas para vehículos y maquinaria agrícola, sostuvo que soluciones más sofisticadas como conexión 5G e inteligencia artificial aplicadas a la conducción pueden evitar el 68% de los accidentes graves en el mundo.

“Poniéndole inteligencia a los vehículos, es decir, que no dependan del factor humano, es cómo se logra la reducción de accidentes”, afirmó.
Además de usos básicos y ya obligatorios como airbags y e, ABS o –cuando también lo sea– el ESP, el ingeniero destacó el sistema de eCall, un dispositivo inteligente que detecta parámetros como deceleración, tiempo de freno, activación de airbagsy llaman automáticamente a un servicio de emergencia.

Otro elemento que consideró fundamental es el sensor de fatiga o cansancio.

“El auto es capaz de darse cuenta si estás teniendo un manejo distinto al habitual. Si estás permanente ajustando el volante porque te vas para un lado y para otro, ahí es donde entra la inteligencia artificial. Conoce tus hábitos y personaliza el vehículo a tu forma de manejar”, explicó.

Con todo, Alfaro recordó: “No hay magia para las frenadas. Hay cosas racionales. Teniendo tiempo y distancia somos capaces de resolver cualquier problema”.

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