ARTE

En el mundo del arte, existen lienzos de tela de lino, algodón y cáñamo e incluso de yute o sintéticos. Pero hay otro tipo de lienzo diferente a los anteriores, uno que es único para cada obra y al que cada trazo le provoca una sensación: el cuerpo humano. Mariela Gotuzzo y Fernando Machado son artistas uruguayos que trabajan con bodypainting, una forma de arte en la que se pinta sobre la piel de una persona.

El año que viene van a cumplirse 30 años desde que Gotuzzo comenzó a dedicarse al maquillaje artístico. Trabaja sobre todo en carnaval y teatro y también como tallerista dando clases. Estudió pintura durante cinco años, pero después del año 1999 no pintó más cuadros.

En 1997 hizo su primer bodypainting: “No es lo mismo pintar en un lienzo plano que en volumen y eso hay que resolverlo a nivel de pintura”, señaló. Además, al modelo “no podés tenerlo quieto por mucho tiempo y tenés que estar en conjunción con esa persona y con cómo se está sintiendo”. El artista tampoco puede estar pintando indefinidamente, sino que tiene un “tiempo limitado”.

El mismo año que Gotuzzo realizaba su primer bodypainting, Machado viajaba a Montevideo para estudiar medicina. Nacido en Tacuarembó, había realizado algunas exposiciones de arte allá, e incluso estando en la capital siguió yendo a talleres y exponiendo sus obras. Descubrió el maquillaje artístico cuando un amigo que maquillaba en boliches lo invitó a ir con él. “Me re copó y empecé a trabajar en boliches desde Montevideo hasta el Chuy”, contó.

Llegó al bodypainting como una “evolución natural”. Para él, trabajar con un “lienzo vivo” es un desafío, pero también le parece “fantástico” que su obra pueda adquirir movimiento. Le gusta usar pintura fluorescente y ver al cuerpo moverse en la oscuridad: “Te vuela la cabeza”, dijo.

Al igual que Gotuzzo, concuerda en que el tiempo es una de las mayores complejidades de esta forma de arte. Agregó que la fotografía, filmación o show es fundamental, “entonces todos esos tiempos hay que calcularlos porque no podés agotar al modelo”.

Para Gotuzzo, algo que distingue al bodypainting es que mientras que en un cuadro la obra es permanente, en el cuerpo siempre será efímera. Solo a través de la fotografía o el espectáculo en un escenario es que el artista logra “aliviar” ese hecho, sostuvo. En efecto, contó que en el 2001 o 2002 hizo cuerpos pintados para una murga y de tres veces que tenían que presentarse, dos llovió y se pospuso la presentación. “Habíamos hecho todo el proceso desde las nueve de la mañana hasta las siete u ocho de la noche y cuando se enteraron de que se había suspendido se fueron todos a duchar. No habíamos sacado una foto y tuve una crisis importante de llanto y angustia”, relató.

En cuanto a la técnica, en bodypainting se utilizan materiales chequeados para aplicar en cuerpo y cara. Según Gotuzzo, generalmente son acuarelas, es decir, pinturas diluidas en agua. Machado indicó que él trabaja sobre todo con aerógrafo, pero que se puede también con pincel o esponjas.

Cada año se realiza el Festival Mundial de Bodypainting en Austria. Gotuzzo participó desde 2014 hasta 2016, y luego nuevamente en 2021 en formato virtual. También asistió en 2014 al Living Art America, la competencia de bodypainting de Estados Unidos: “Ahí estuve en una categoría profesional, aunque lo habitual cuando competís por primera vez es que te pongan en amateur, y quedé en el séptimo lugar”, relató.

Uno de los obstáculos con los que se encontró cuando fue al Mundial por primera vez fue que por la diferencia climática “la pintura se revela muy diferente a cómo es en América del Sur”. El primer año compitió con “materiales que no eran adecuados para esa situación”, pero pudo aprender para próximas oportunidades. De hecho, al año siguiente le fue “mucho mejor”, aunque no obtuvo ningún premio porque en uno de los encuentros pasó de haber 30 grados a 14, no estaba previsto el tema de la calefacción, y la modelo se desmayó.

Machado también asistió al Living Art America en 2014 y 2015 y al Mundial en los años 2015, 2016 y 2017. Ese último año quedó en noveno lugar dentro de la categoría profesional y en total eran entre 30 y 40 artistas. En el 2018 fue convocado como jurado en el Daegu Body Paint Festival celebrado en Corea del Sur. “Lo considero el punto más alto en mi carrera artística porque fui el primer latino convocado para ser jurado en ese festival que después del Mundial es el evento más bonito y colorido que hay”, afirmó.

Para Machado, “la presencia uruguaya en las competencias hasta antes de la pandemia era relativamente buena porque tenés que pensar que viajar no es barato y el apoyo es nulo”. Según dijo, el primer año que fue al Mundial eran cinco o seis artistas de Uruguay y después “fue mermando un poco”.

“No siempre fue aceptado, pero desde hace unos 10 años que hay un relacionamiento súper interesante con el bodypainting. Lo que no hay es suficiente trabajo o reconocimiento para que las personas se dediquen exclusivamente a eso”, aseguró Gotuzzo. En las competencias se ha encontrado con artistas de otros países que viven de esta forma de arte, pero en Uruguay eso aún no es posible.

De hecho, ella trabaja diseñando ropa y también haciendo vestuario para carnaval, que es donde “podés expresarte artísticamente”. A su vez, dicta un curso llamado ‘Vestuario al costo de la creatividad’ que tiene que ver con “reciclar, resignificar, reutilizar y reducir la basura” a través del diseño de vestuario para las artes escénicas, y otro de ‘Maquillaje creativo’, ambos en modalidades de cuatro meses y anuales.

En el campo del arte, la meta de Gotuzzo siempre es “la expresión en sí misma”. El sueño está claro: “Poder realizar esto que palpito y siento y para lo que me he preparado todos estos años”. Su cuenta de Instagram es @marielagotuzzolampariello.

A Machado le gusta definirse “más como promotor del arte que como pintor”. Dentro del área de bodypainting trabaja principalmente haciendo sesiones particulares, sobre todo con parejas o mujeres embarazadas: “Es una alternativa muy linda para tener un recuerdo para toda la vida”. Además, se ocupa del maquillaje y los efectos especiales en publicidad, cine y televisión, y asiste a fiestas privadas donde a veces lleva bailarines que “hacen un show todos maquillados”.

Le encantaría volver a participar en el Mundial. “Este año fue el primero que se volvió a hacer presencial desde que empezó la pandemia, pero fue imposible ir porque no hay apoyos”, aseguró. Está en Instagram como @ferbodypainting.