Artrosis: Una enfermedad que afecta a uno de cada dos mayores de 60 años y afecta mucho su vida

Especialistas demandan más atención para una enfermedad reumática que afecta sobre todo a los mayores de 60 años, crece con la edad y causa grandes costos sociales y económicos.

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fracturas de cadera

Uno de cada dos adultos tiene una artrosis sintomática después de los 60 años; según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80% de los mayores de 65 años tiene artrosis y los dailys –días perdidos en el año a causa de la enfermedad– superan a los de muchas otras enfermedades. Todos estos datos impactan en un país como Uruguay, con una población envejecida (según el censo de 2011, el 19% tenía más de 60 años, el 14% más de 65 y para el 2050 se preveía que los mayores de 65 sean el 21%).

“La artrosis tiene una incidencia y una prevalencia impresionantes porque es la causa más frecuente de consulta reumatológica. En Uruguay aproximadamente el 60% de la consulta privada es por artrosis. Ocupa el segundo lugar en las enfermedades crónicas después de las enfermedades cardiovasculares”, alertó la reumatóloga Renée Souto, presidenta de la Fundación de Enfermedades Reumáticas Herrera Ramos.

Todas estas razones determinan que pase a ser un importante problema para la salud pública y para la seguridad social de nuestro país, generando tanto un gran gasto biológico como económico y sanitario.

Esta enfermedad, que afecta al sistema músculo esquelético y está más presente en el sexo femenino, se inicia entre los 40 y los 50 años y crece con la edad. Teniendo en cuenta que la expectativa de vida es cada vez mayor, también son más los años en que una persona vive con artrosis.

“En 1990, por ejemplo, de acuerdo a la expectativa de vida de la población en el mundo, los años vividos con artrosis eran aproximadamente diez. En 2011 pasaron a ser un promedio de 17. Seguramente ahora en nuestro país, con una población envejecida, superen los 20 años por lejos”, indicó Souto.

La especialista remarcó que todo esto genera discapacidad y hace que esta patología se asocie con el mayor aumento de dailys entre 1990 y 2015. “Solo entre 2005 y 2015, los dailys en el año para todas las edades crecieron 34,8% y la tasa estandarizada por edad por 100.000 habitantes aumentó 3,9%”, señaló.

Eso conlleva a que los costos de la enfermedad sean muy grandes. Por un lado están los costos directos, que incluyen honorarios médicos (especialistas, paramédicos, enfermería, fisioterapeutas), los gastos en farmacia, los estudios de laboratorio e imagenológicos, la internación y el tratamiento quirúrgico, entre otros.

A ellos se les suman los costos indirectos, como son la pérdida de días de trabajo o del trabajo mismo, la invalidez, los traslados (muchos no pueden viajar en ómnibus) o las jubilaciones tempranas.

Y además están los costos biológicos, entre los que está el daño que a nivel gastrointestinal, cardiovascular y renal puede provocar la ingesta de medicamentos que deben tomarse en forma crónica.

“Eso a veces lleva a afecciones que pueden requerir hospitalizaciones que, cuando ocurren, está demostrado que el 40% implica tratamientos de alto costo”, advirtió Souto.

Hay que tener presente que el costo no solo es para el paciente, sino también para su familia. “Muchas veces las personas tienen que acudir a la consulta acompañadas y eso significa que el hijo, el esposo o esposa tiene que faltar ese día al trabajo. Es una enfermedad social importantísima, creo que debe ser la enfermedad de más impacto social”, subrayó.

Aclaró que es una patología con baja mortalidad, pero el impacto se evalúa en términos de morbilidad y discapacidad (en los ancianos es la causa más importante de discapacidad).

“La discapacidad te lleva a la disminución de la calidad de vida que, con la limitación de la movilidad, se asocian mucho con la depresión también”, apuntó.

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Características

La artrosis es una enfermedad heterogénea que tiene muchos subgrupos y puede ser generalizada o limitada a regiones (rodilla, cadera, manos). La principal manifestación es el dolor y la rigidez.

Se consideran factores de riesgo para la enfermedad: el envejecimiento, la sobrecarga mecánica (que puede ser por aumento de la función o por sobrepeso), la obesidad misma, los antecedentes familiares, el colesterol, la diabetes, la hipertensión.

“Desde el primer nivel de atención hay mucho que se puede hacer en prevención controlando esos factores. Nosotros siempre decimos: la articulación debe moverse porque articulación que no se mueve, articulación que se pierde”, remarcó Souto.

Destacó que todos los médicos atienden pacientes con artrosis: el médico general de familia, el geriatra, los especialistas del aparato locomotor.

“El diagnóstico se puede hacer por la clínica, porque hay artrosis que son cantadas y no necesitan de un estudio imagenológico. Pero este se debe hacer para catalogarlas”, explicó la especialista.

En cuanto al tratamiento, lo que debe hacerse es tratar el dolor, pero no limitarlo solo a eso. “Hay que poner medidas físicas de movimiento, de fisioterapia a veces, actuar sobre las inflamaciones del resto de las estructuras”, detalló.

Por eso Souto considera que debe haber un diálogo permanente entre los distintos especialistas del aparato locomotor, como son el reumatólogo, el traumatólogo o el fisiatra.

Acotó que existen además medicamentos para tratar el curso evolutivo de la enfermedad enlenteciendo su progresión. “Todavía no se ha ideado ningún medicamento por vía oral ni parenteral que sea capaz de reconstruir el cartílago a como era antes de la enfermedad. Hace años se han iniciado terapias regenerativas del cartílago deteriorado, como el plasma enriquecido en plaqueta o las células madre, pero por ahora no tienen evidencia y eficacia a largo plazo”, aclaró la especialista a El País.

Algunos de estos tratamientos están cubiertos por el Estado, como muchas de las prótesis por el Fondo Nacional de Recursos, pero otros no. En el caso de los medicamentos, hay algunos disponibles en ASSE o en el sector privado, pero la situación es despareja.

Cifras

Prótesis de rodilla se triplicaron en siete años

En Uruguay hay un trabajo que realizó la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) conjuntamente con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado en febrero de 2020, que dice que el número de prótesis de rodilla por artrosis autorizado en 2018 se triplicó respecto a 2011, mientras que las prótesis de caderas se duplicaron.

Las prótesis están, en su mayoría, cubiertas por el Fondo Nacional de Recursos (FNR), por lo tanto, si bien no son un costo para el paciente, sí lo son para el Estado.

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Precisiones

En Uruguay se utiliza la designación francesa –artrosis– para llamar a esta enfermedad, pero también se le dice osteoartritis. “El problema es que cuando a la gente le decís que tiene osteartritis, cree que tiene artritis, que es otra enfermedad”, apuntó Souto.

Ambas son patologías reumáticas, pero se diferencian fundamentalmente en las características del dolor.

“La artrosis en general se calma con el reposo, sobre todo en los principios de la afección. Después, si está muy evolucionada, el dolor se puede hacer permanente y puede aparecer de noche. Y tiene esa característica de disquinesia post reposo, que es la dificultad dolorosa para empezar el movimiento. Es cuando la gente te dice: ‘Me cuesta arrancar, después que calienta el cuerpo como que sigo’”, explicó la especialista.

La artrosis tiene como un ritmo doloroso en el día: dificultad para empezar, luego se va adaptando, cumple con la rutina diaria y luego de la sobrecarga vuelve a tener un empuje doloroso en la tardecita.

Además, evoluciona por empujes y períodos de más calma. Lo corriente es que la evolución sea lentamente progresiva. “Hay algunas formas clínicas que son rápidamente evolutivas, rápidamente destructivas, se ve sobre todo en las manos y en la cadera”, indicó Souto.

La artritis, en tanto, se sufre más durante el reposo o hace que la persona se despierte de noche, y tiene un componente inflamatorio mucho más manifiesto y más limitante. “De repente por una artritis reumatoidea la persona no puede cerrar las manos”, ejemplificó la reumatóloga.

Es importante decir que la artritis no tiene edad, hasta el lactante la puede padecer.

En cuanto a todas las patologías que abarca su especialidad, Souto insistió en dejar en claro que “el reuma no existe, existen las enfermedades reumáticas” y volvió a insistir en la importancia de prestarle más atención a la artrosis, considerada por muchos como “la Cenicienta de la medicina”.

Para agendar

Jornada para saber más de la enfermedad y conocer costos

Con el fin de hacer visible el tema de la artrosis y su costo económico y social es que la Fundación de Enfermedades Reumáticas Herrera Ramos organiza la Jornada Multidisciplinaria sobre Artrosis. La misma tendrá lugar en el hotel Dazzler de Montevideo, los 1° y 2 de septiembre, dando inicio al Mes de la Artrosis (el Día Mundial es el 17 de septiembre).

La jornada lleva por nombre Nos llama a todos: la artrosis. La temática irá desde la clínica a los tratamientos, pasando por la investigación y la imagen. Además se dedicará una sesión a valorar el enorme impacto de esta enfermedad para el sistema sanitario y para la seguridad social, con la esperanza de que sea un estímulo para futuros proyectos que se apliquen a medir el costo sanitario y social de esta afección en el Uruguay.

“Nos parece que sería muy importante que supiéramos cuánto es el costo y qué podemos hacer para disminuirlo, al mismo tiempo que mejoremos la calidad de vida de las personas”, señaló la presidente de la Fundación, la doctora Renée Souto.

El público al que se apunta son médicos del Plan Nacional Adaptado de salud (generales y de familia), reumatólogos, fisiatras, traumatólogos, cirujanos plásticos, internistas, geriatras, deportólogos y médicos laboristas.

La participación es sin costo, pero con cupos limitados (consultar en redes y web de la Fundación).

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Fundación

Abocada a patologías reumáticas

La Fundación de Enfermedades Reumáticas Herrera Ramos trabaja en promover una concepción integal de la salud y del sistema músculo esquelético en particular.

Dada la importancia de la capacidad funcional del aparato locomotor para mantener la autonomía toda la vida, se ocupa de la prevención y apoyo al diagnóstico precoz de las enfermedades reumáticas, su tratamiento y la educación terapéutica de los enfermos crónicos.

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