DEPORTES
Un paseo por las competencias y el mundo del automovilismo virtual amateur en Uruguay.
Existen carreras de autos que ocurren dentro de cuatro paredes: se conocen como simracing o carreras de simulación y se disputan de forma virtual a través de una consola o computadora. “Al que le apasiona el automovilismo y no puede estar arriba de un auto de carrera, esto es lo más parecido”, afirmó Diego Pedrozo, miembro de la Asociación Uruguaya de Automovilismo Virtual y uno de los organizadores de los campeonatos nacionales de los juegos Project Car 2 Uruguay y Gran Turismo Sport Uruguay (GTSU).
Un deporte virtual.
Diego se vinculó con el simracing primero como piloto y luego comenzó su propio proyecto junto a otros compañeros. “Empezamos con un campeonato de seis fechas para 16 pilotos y cuando quisimos acordar nos habíamos convertido en lo que somos hoy”, contó.
Actualmente, la Asociación Uruguaya de Automovilismo Virtual abarca cuatro juegos: Gran Turismo Sport Uruguay, Comunidad Project Car 2 Uruguay, Fórmula 1 Uruguay y Club Uruguayo de Rally Virtual. “Nos unimos bajo la causa de hacer algo para que la gente se divierta de forma gratuita”, comentó. Entre esos cuatro juegos, cuentan con más de 300 pilotos uruguayos.
Santiago Lain y German Califani son dos pilotos que se unieron recientemente a la comunidad de GTSU. Junto a otras seis personas, integran el equipo ‘Energy Simracing’. Cuando los invitaron a sumarse, Santiago dudó: “Sentía que no tenía el nivel para meterme a un campeonato, pero los demás me motivaron y me metí”. Comenzaron a practicar en marzo de este año.
“Una cosa es jugar bien y otra es jugar en modo competencia”, sostuvo Santiago. Y agregó: “Para mí al principio era solo un juego, pero se convirtió en mucho más porque hay que entrenar y requiere tiempo y paciencia”. Practica durante dos o tres horas cada día por medio, aunque sabe que hay gente que le dedica hasta cinco horas todos los días.
Por su parte, Germán intenta entrenar una hora y media o dos cada día. Para él, esto es más un deporte que un juego: “Además de que es divertido, conlleva una responsabilidad”.
La competencia.
Desde mayo de este año y hasta noviembre se estará jugando la quinta temporada del campeonato nacional de GTSU. Son 10 fechas más una final. Según Diego, hay 56 pilotos compitiendo y son de varios departamentos del país, como Colonia, Maldonado, Montevideo, San José y Soriano. También corren uruguayos que están viviendo en España. Hay jóvenes desde los 16 años y también adultos mayores que tienen alrededor de 70 años. Por ahora, en la comunidad son todos varones.
Previo al campeonato, los organizadores (que en GTSU son Diego Pedroza, Fernando Benjamín y Nicolás Bonica) determinaron los parámetros para cada fecha: “Se seleccionan los autos, la cantidad de vueltas, el clima, el momento del día y el desgaste de combustible y del neumático”.
Se juega en cuatro salas que se ordenaron a partir de una clasificación previa. “La sala amarilla es la más importante, luego está la blanca, después la azul y por último la negra”, dijo Diego. De la primera clasifican seis a la final, de la segunda cuatro y de las otras, dos. Tienen nueve sponsors y con el dinero recaudado compran trofeos para entregar a los mejores de cada sala y a los tres primeros puestos de la final.
Las carreras se juegan cada 15 días los domingos y lunes a las 21 y 22 hs, y se transmiten en vivo a través del canal de Youtube ‘Gran Turismo Sport Uruguay’. Actualmente tienen un promedio de 250 o 300 visualizaciones por carrera. “Es un buen número para Uruguay y de hecho ni las comunidades de Brasil o Argentina llegan a eso”, contó Diego.
Quienes quieran sumarse a las competencias pueden contactarse a través del Instagram @gtsporturuguay o Facebook GT Sport Uruguay. También pueden dejar un mensaje durante las transmisiones en vivo.
Pilotos.
Santiago clasificó a la cuarta sala y hay gente de su equipo en las otras tres. “Para la final está bueno tener compañeros para generar una estrategia de carrera y es más probable ganar, porque juntos defendemos y atacamos mejor”, explicó.
“Últimamente me está yendo bien”, afirmó Santiago. Para él, eso es lo más satisfactorio: “Venís entrenando hace semanas, metiéndole como loco, y una vez que sale bien es liberador”. Por el contrario, Germán, que está en la tercera sala, ha tenido inconvenientes en las últimas fechas porque no tuvo tanto tiempo para entrenar y eso “se notó”.
Para él, lo mejor de la experiencia es “poder ir rápido en un auto sin tener un auto rápido y una pista de verdad”. Además, señaló que “está bueno hacer amigos a través del juego”.
A la hora de entrenar y competir, es necesario contar con un Playstation 4 o 5 y, en este caso, con el juego Gran Turismo 7. Se puede correr con el control de la consola o con un simulador, que viene con volantes, pedaleras y palanca de cambios, entre otros.
Germán y Santiago se compraron un simulador hace pocas semanas. “Podés hacer las cosas con más precisión. No es lo mismo controlar el acelerador y el freno con un dedo que con una pedalera, donde los cambios pueden ser más graduales”, sostuvo el primero. Sin embargo, Diego, de la organización del campeonato, subrayó que “Gran Turismo 7 se caracteriza por poder jugar con el control de igual forma y no estar en desventaja”.
Vida sobre ruedas.
El simracing no es solo cosa de jóvenes. Daniel Bonica tiene 63 años y empezó a competir hace tres años, porque se fue a vivir a Canadá y quería compartir una actividad con sus hijos que estaban en Uruguay. “Aparte, soy tuerca desde la cuna”, aseguró.
Su historia con el automovilismo comenzó en la década de 1970, cuando practicaba karting. Sus hermanos también lo hacían y su padre llegó a ser presidente de la Federación Uruguaya de Karting. Pronto, Daniel continuó con el rally. “Corrí durante diez años, pero ya hace 40 que no lo hago”, contó. Siguió vinculado a las ruedas porque también tuvo una tapicería de autos.
Lo que le gusta del simracing es que tiene “mucha realidad”. “Por ejemplo, las gomas del auto se van gastando y tenés un marcador de combustible, entonces la estrategia es muy importante”, señaló. No obstante, dijo que “basta con tener un defecto en la conexión a internet para quedar afuera… Después estás tres días sin tocar el simulador de la bronca que te da”.
Dado que ahora vive en un lugar con inviernos muy fríos, en esa época del año pasa mucho tiempo dentro de su casa y llega a entrenar hasta tres horas por día. “En verano la cosa cambia, porque prefiero estar en el fondo de mi casa que encerrado”, comentó. Sin embargo, cuando está en “semana de carreras” le sigue dedicando hasta dos horas diarias.
Juega solo al GTSU y corre de forma particular, sin equipo. De igual forma, tiene “un montón de amigos virtuales” con los que incluso habla por teléfono cada tanto. Este año le está yendo “terrible” porque clasificó a una sala mejor que la de los años anteriores y se encontró con pilotos “mucho más rápidos”. “Es para el olvido este campeonato, ya estoy esperando que empiece el siguiente”, admitió.
Cómo es la comunidad de simracing en Uruguay.
Para Diego Pedrozo, no hay duda de que el simracing es un deporte y sostuvo que “si uno se sube al simulador o agarra el control pensando que realmente está arriba de un auto de carrera, las cosas salen mejor”.
Según él, en GTSU hay muchos pilotos que están “muy cerca” de clasificar a un Gran Turismo World Series, el mundial oficial que se disputa de forma presencial. De hecho, señaló que la comunidad en Brasil es “muy fuerte y profesional” y hay pilotos uruguayos que compitieron “de igual a igual” con ellos.
“Estamos hablando de gente que entrena con nosotros y que está a la altura de pilotos que son auspiciados por marcas como Ferrari, Toyota o Lamborghini”, puntualizó. Por esta razón, está seguro de que pronto habrá uruguayos en el campeonato mundial oficial.
A su vez, mencionó a varios pilotos que corren en pistas reales, con autos reales, y que están o estuvieron en la comunidad de GTSU: Fernando Castro y Leonardo Rodríguez de Fórmula Vee, Alexis Castagnin y Enrique Nocetti de Autocross, Marcelo Pessina de Superturismo y Facundo Llambias de Moto3.