Un día antes de celebrarse los 257 años del natalicio de José Gervasio Artigas, el Municipio B de Montevideo puso finalmente en marcha el Espacio Casa de Artigas que implica la recuperación histórica, arqueológica y patrimonial del solar donde nació el prócer: la casa ubicada en Cerrito 299 esquina Colón y que está abandonada hace más 15 años.

Hasta ahora hay una placa que recuerda el lugar donde Artigas nació y pasó parte de su niñez y unos murales alusivos; no obstante, no se conserva nada de la construcción original. El objetivo de la alcaldesa Silvana Pissano es que antes de fin de año el bien, que fue declarado monumento histórico en 1975, sea totalmente renovado y abierto al público.

“El solar es simbólico por lo que significa para el Montevideo de ese momento, un Montevideo incipiente. (La propuesta museística y cultural) intentará reflejar la sociedad del momento del nacimiento de Artigas”, dijo la alcaldesa a El País.

Ya se dieron tres pasos. Uno es un acuerdo con la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República para que arqueólogos y antropólogos completen una investigación del sitio. En ese sentido, ya visitó el lugar el experto José María López Mazz y se harán excavaciones en búsqueda de los cimientos originales del hogar de los abuelos del Jefe de los Orientales que fueron unos de los primeros pobladores de la ciudad.

El segundo paso es la elaboración del proyecto arquitectónico a cargo de Carlos Pascual y la redacción de los pliegos licitatorios que se harán públicos este mes. La meta es que la ejecución de la obra no lleve más de tres meses.

Y el tercero se dio ayer con el llamado a la cogestión del Espacio Casa de Artigas para que organizaciones sociales y vecinos den sus ideas sobre los usos futuros del inmueble.

“Convocamos a la Comisión Pro Solar de Artigas, a los colectivos de afrodescendientes vinculados con la relación de Ansina y Artigas, a descendientes de charrúas, al colectivo de fincas recuperadas y a los de defensa del patrimonio”, apuntó.

La alcaldesa añadió: “Esta propuesta busca una innovación social en relación con la gestión de bienes patrimoniales. Es lo que entendemos como ‘patrimonio vivo’. Que la recuperación de lo material se transforme en algo vivo y, por supuesto, que transmita el ideario de Artigas con el cual nos sentimos representados”.

El historiador Juan Alberto Gadea, en su libro El ambiente hogareño donde nació Artigas (1974), señala que la propiedad tenía “tres piezas corridas bajo un techo de tejas y gruesas paredes de piedra”. Construida en un solo cuerpo, la casa tenía una planta rectangular “de unas 18 varas de largo por 6 y medio de ancho” (la vara era una medida que equivalía a 83,59 centímetros); teniendo una altura de tres varas hasta los aleros y de cinco hasta la cumbrera (remate del tejado). En esa planta se encontraban el “cuarto esquina”, “la sala” y el “cuarto dormitorio”. Se mantenía la separación de ambientes mediante una divisoria de adobe.

La intención de recuperar el solar se remonta hasta 1964 cuando se promulgó una ley que disponía la expropiación del predio. Ese año se conmemoraban los 200 años del natalicio de Artigas. Más adelante, en 1975, el lugar fue declarado Monumento Histórico, pero eso no sirvió para su conservación.

En esa esquina funcionó un bar durante un largo tiempo, hasta que cerró y nunca más fue ocupado.

Así pasaron, al menos, 15 años, en los que la casa ha permanecido en el abandono. El propietario del bar era un empresario argentino que, a su vez, vendió el inmueble a un uruguayo en 2017 que pensaba abrir un negocio pero que luego lo puso a la venta.